Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEl remozado Juan Maldonado Gamarra de Cutervo ya tuvo acción en la Segunda División, pero presenta un detalle arquitectónico muy riesgoso para la integridad del futbolista: posee paredes de concreto en los costados de la cancha, por lo que requiere un plan de prevención.

Comerciantes Unidos cumple una campaña en la Segunda División que va de la mano con lo que su directiva se ha trazado para esta temporada: pelear por el título. Tras la disputa de la cuarta jornada, el elenco dirigido por Álex Celis marcha en los primeros lugares de la tabla y sin duda que, por plantel y performance, parece ser un candidato de rigor.

Tal premisa la demostró como visitante ante San Simón (0-0), pero sobre todo en casa, ante Los Caimanes (3-1) y Atlético Minero (4-0), en un estadio Juan Maldonado Gamarra que luce impecable tras su reestreno, pero que presenta un detalle arquitectónico que de ninguna manera se puede pasar por alto: posee paredes de concreto en los cuatro sectores del costado de la cancha, situación que significa un riesgo para la integridad del futbolista y que podría hasta generar un desenlace fatal. Lo que corresponde, de inmediato, es un plan B para reparar y menguar dicho percance.

Todo bien, pero...

En 2014, Comerciantes Unidos tuvo que jugar de local en el Manuel Burga Puelles de Santa Cruz (Foto: prensa Comerciantes Unidos)

Como se recuerda, a inicios de 2014 el estadio Juan Maldonado Gamarra entró en un proceso de reconstrucción por parte del municipio provincial de Cutervo, el mismo que tuvo una demora por pugnas electorales que, de hecho, terminaron complicando la entrega para que quede a disposición, en este caso de parte del Comerciantes Unidos, por un tramo de la Segunda División del año pasado. No obstante, tal situación no ocurrió y el equipo emblema de esta localidad tuvo que mantener su sede en la provincia de Santa Cruz (Cajamrca) e incluso cerró la temporada como local en Chongoyape.

Sin embargo, el año 2015 empezó con una buena nueva para el aficionado cutervino, ya que quedó finiquitada la obra de reconstrucción en su primera etapa, la cual tuvo un valor de más de 7 millones de soles e incluyó el cambio de césped (por uno sintético), servicios higiénicos, cabinas de transmisión para radio y TV y un sistema electrico moderno. Y en lo que respecta al aforo, paso de tener una capacidad de 7 mil a 13 mil espectadores, con excepción de la tribuna oriente que quedó pendiente porque forma parte de la segunda etapa de reconstrucción del estadio.

A los costados del terreno de juego existen paredes pintadas de azul, las cuales pueden generar un riesgo (Foto: Jhon Llatas / prensa ADFP-SD)

No obstante, todos los sectores del estadio tienen una característica particular: poseen una pared de concreto, en todo el perímetro de la cancha y con una separación aproximada de 2 metros con la delimitación de la cancha. Si bien desde un punto de vista visual el escenario es apetecible y luce una apariencia moderna, se trata sin duda de un riesgo arquitectónico que debió preverse y que no vela por la integridad del futbolista.

El porqué de la prevención

Si bien es evidente que dicho acabado con muros de concreto en todo el perímetro de la cancha significa un potencial riesgo para el futbolista que puede tropezar y golpearse tras una acción fortuita o de forcejeo -que es natural en esta actividad-, se tiene que tomar en cuenta que existen antecedentes que incluso han tenido un desenlace fatal. El más reciente ocurrió en el ascenso argentino en el mes de mayo, cuando el jugador Emmanuel Ortega, del San Martín de Buzarco, choco contra un muro de concreto del estadio de dicho club (en distancia también cercana a la cancha, como el del Juan Maldonado de Cutervo) tras una acción dividida, y tal golpe le produjo una fractura de cráneo que, once días más tarde, derivó en su muerte.

Para que Jorge Alejandro Molina u otro jugador pueda preservar la integridad ante cualquier eventualidad, se recomienda alguna medida (Foto: Jhon Llatas / prensa ADFP-SD)

Un caso similar también se presentó en marzo de 2008, específicamente en la Primera División de Croacia, cuando el jugador Hrvoje Ćustić, del NK Zadar, se golpeó la cabeza en un muro de concreto con publicidad (que separa la cancha de las tribunas -como el Juan Maldonado de Cutervo-) del Stadion Stanovi, en un partido ante el HNK Cibalia, también por una acción dividida -como en el caso de Emmanuel Ortega-, y dicho impacto, al no mantener el equilibrio, le generó una fractura de cráneo que también derivó, en los siguientes días, en su fallecimiento.

Como es obvio, no habría que esperar a que se presente una desgracia para recién reaccionar y ejecutar un plan de prevención para que los muros que rodean a la cancha del estadio Juan Maldonado reciban un tratamiento especial. Las autoridades provinciales de Cutervo, encabezadas justamente por Aníbal Pedraza, presidente del Comerciantes Unidos, deberían actuar en el acto y ver la manera de reparar dicho detalle arquitectónico. Capaz una opción sea acolchar el muro del perímetro de la cancha, para que justamente sirva de amortiguador ante una fricción o situación de riesgo contra un jugador que, sin duda, se va a presentar en determinado momento.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: prensa Comerciantes Unidos, Jhon Llatas / prensa ADFP-SD


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