San Marcos - Coopsol: Podéis ir en paz
La frecuencia: Radio Callao
Con los relatos de Francisco ‘Paco’ Duval, los comentarios de Alex Bernal y la participación de ‘Lucho’ Cañedo en la parte comercial, llegó la transmisión del San Marcos - Coopsol vía Radio Callao. La dupla estelar, desde el arranque de las acciones, dio a conocer el escaso marco de público -apenas 50 espectadores- para un partido, como todo el resto de la fecha, de mero trámite. Asimismo, ante los continuos lapsos muertos que tuvo la brega, tampoco se desaprovechó el momento para criticar severamente la reciente indisciplina de un grupo de seleccionados.
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La pizarra: Momento para la diversión
Marco Luis Alfaro, estratega que sucedió en el cargo a Hernán Saavedra, envió un 4-3-2-1 que, a diferencia de su último compromiso, tuvo algunas novedades, entre los que destacaron Javier Chirinos, Richard Oncoy y Adhemir Villavicencio. Sin embargo, la reaparición más esperada fue la de Israel Chávez, quien estuvo ausente -por expulsión- en el cotejo ante Cobresol y que, esta vez, se situó en la medular ofensiva junto a Christopher Buitrón; entre ambos, intentaron generar las jugadas más vistosas en tienda granate. Por su parte, Jorge Espejo, con el afán de obtener el triunfo desde el saque, mandó un atrevido 4-3-3, con Paolo Maldonado como lanzador y Aurelio Saco Vértiz, en reiterados pasajes del partido, proyectándose por izquierdo como un cuarto delantero, allí donde también estaban situados Giancarlo Chichizola, Franz Hudtwalcker y Mario Ceballos.
Los cambiazos: Café para no dormir
Con la desventaja en el marcador, San Marcos realizó un cambio que le permitió gozar con la tenencia del esférico en la fracción complementaria, pero que no le bastó para la ansiada igualdad. La presencia del colombiano Fabián Solís, sin duda, exigió más al bloque posterior visitante, además de reacomodar el sistema táctico de sus colores por un 4-cuadrado-2. Lo propio, en tanto, no ocurrió con Pedro Bautista, que sustituyó al opaco Adhemir Villavicencio pero no generó una situación clara de gol. En Coopsol, por el contrario, la primera variante -Miguel Arrázabal- le otorgó mayor estabilidad a la zona de recuperación, aunque luego el estratega chancayano intentó recobrarle vértigo a su frente de ataque con la presencia de Juan Carlos Portilla, quien nadó en la imprecisión.
El capo: Aurelio Saco Vértiz
Se mostró con mucha movilidad desde el arranque -ya sea por los dos frentes de la medular- y casi siempre colándose como un delantero más. Además, estuvo inmiscuido en las ocasiones de peligro que generó de su escuadra; por ello, tuvo su mayor premio sobre el epílogo de la primera fracción, cuando se encontró con el único tanto del compromiso.
El extraviado: Adhemir Villavicencio
Alineó desde el vamos en lugar del ausente Roberto Dolorier, pero el hermano de Éder -quien no estuvo presente en este cotejo- apenas si deambuló en el gramado del estadio Miguel Grau. Nunca se compenetró con Chávez y Buitrón -y luego con Solís, en la complementaria-, y no gozó de tranquilidad en las pocas ocasiones en que pudo colocar en aprietos el arco de José Lossio.
Jailaits
Caliéntense muchachos: El cotejo, como bien se mencionó, no generaba ninguna expectativa, razón por la cual no hubo muchos espectadores. Ello pareció haber contagiado a los protagonistas, que no forjaban una sola situación de peligro. Tuvo que aparecer Giuseppi Ramos, a los 10’, para despertar a todos los que presenciaron las acciones en el coloso porteño: un disparo suyo se estrelló en la parte lateral del arco de José Lossio.
Sacó la vuelta: Sobre los 42’, cuando ya se presagiaba un final de la primera etapa con el score en blanco, apareció la magia de Paolo Maldonado. El ‘Chato’ se filtró entre sus marcadores y encontró bien habilitado a Aurelio Saco Vértiz, quien pululaba por el sector opuesto. Con el balón en sus pies, el ex San Martín, Minero y Total Chalaco solo tuvo que ensayar un latigazo con la izquierda y vencer las redes visitantes.
¡Adhemir, Adhemir! San Marcos recuperó la posesión del esférico en el tramo final de la etapa complementaria, pero no podía romper el bloque defensivo coopsolista, por lo cual tuvo que utilizar el pelotazo para pisar los últimos metros. Cuando se jugaban los 68’, los granates encontraron su acción de riesgo en todo el partido, peor con pésima fortuna: Adhemir Villavicencio recibió el servicio desde la zona medular y quedó en el mano a mano con el portero visitante. Sin embargo, el balón le picó en la recepción, por lo cual fue bien anticipado por Sandro Gamarra y compañía.
Fotos: Paul Arrese / DeChalaca.com
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escrito por jose , October 17, 2010