Vallejo - Universitario: Póngale papeleta
Vallejo dominó al inicio y al final, pero no pudo con una 'U' endeble atrás ni un Carvallo en alto nivel. El 1-1 fue flojo para los poetas y negocio para los cremas, que igualaron con penal polémico y acabaron con diez por una incalificable falta de Edwuin Gómez.
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A estas alturas, tal como viene la papeleta, el empate en Trujillo es un muy mal resultado para la Vallejo. Tanto a la luz de la tabla como del trámite de un partido en el cual mandó con suma claridad en los dos momentos más importantes: al inicio, cuando pegó y podía seguir pegando, y al final, cuando un rival en inferioridad numérica improvisaba al lateral izquierdo y le cedía el control del centro del campo. Pero el equipo de Navarro se olvidó de que la semana pasada, contra UTC, buscar el centro del área fue la clave y buscó más bien que sus laterales, Requena y Jaunarena, ganaran siempre la raya, si no lo hacían Quinteros, Chiroque o el propio Millán cuando entró. Por eso lo que pintaba para goleada derivó en un 1-1.
A estas alturas, tal como viene la papeleta, el empate en Trujillo es un resultadazo para Universitario. Tanto a la luz de la tabla como del trámite de un partido en el cual la facilidad que otorgó en defensa central para ser superado en el gol del local -pase en profundidad de Ciucci, taco de Tejada, remate de Pando y rebote para que la empuje Quinteros- era una invitación a ser arrasado. Y a la vera también de la tozudez, el desequilibrio neuronal y la irresponsabilidad de Gómez, quien vive el momento más bajo de su corta carrera. Le harán daño si no lo sancionan duramente después de su cobarde y temeraria barrida a dos pies a Ciucci, que hizo recordar a aquella de 'Kukín' Flores al 'Churre' Hinostroza en el Alianza Lima - Sport Boys del Descentralizado 1994 y que bien pudo enviar al hospital al argentino si hubiera llegado a tomarlo de lleno. Por esa bravata del '10' crema, su equipo no tenía cómo aspirar a más del 1-1.
Punto aparte para el tema del que todos hablan y hablarán respecto de este partido: el penal cobrado a Libman apenas inmediatamente luego de la roja a Gómez, por salir a puñetear y llevarse de encuentro a Ruidíaz. Es cierto que el arquero es intocable en el área chica. Es cierto también que 'Yuyo' no quiso llevarse, seguramente, por delante al ariete merengue. Pero lo hizo. Y hay que entender que si la jugada hubiera sido al revés, con Ruidíaz llevándose de frente al golero, con absoluta certeza se habría cobrado falta. ¿Por qué entonces no puede hacerse lo mismo al revés y entender la jugada como la acción peligrosa que fue? Eso hizo Chirinos, y si bien como cualquier árbitro estaba posiblemente predispuesto a cobrar a favor del equipo al que acababa de echarle a un jugador, no por eso deja de tener sustento su decisión.
Eso tampoco quiere decir que el arbitraje haya sido impecable en Trujillo, pues en el tramo final hubo una apoyada de Dalton -quien jugó de lateral izquierdo, cuando en Fluminense había jugado de lateral pero por derecha- sobre Millán que debió ser cobrada también como penal. Pero no influyó sobre un resultado que terminó reflejando la incapacidad de Vallejo por romper a una defensa precaria. Tejada no anda bien, Pando choca demasiado y Chávez, que causó más peligro que los demás cuando entró porque viniendo desde la banca se siente notoriamente obligado a destacar, tuvo mala fortuna. O en realidad se encontró con Carvallo, que en la última le sacó un cabezazo cruzado con un atajadón que le sirvió para resarcir errores recientes. Por eso también fue empate.
Fotos: diario La Industria de Trujillo
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