Foto: Diario Primicia de HuancayoSport Huancayo venció 3-2 a San Martín con un gol agónico de Rossel. El equipo del 'Profe' Córdoba rompe modas y rachas, pues consiguió su primer triunfo en Huancayo.

 

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Hay emociones que no caben en cualquiera de nosotros. Situaciones que provocan estallos de alegría o tristeza, que escapan del control del ser humano. Como la que ocurrió en el minuto 94. Víctor Rossel salía despavorido y desorbitado gritando y sin camiseta. Al 'Pituquito' no le cabía tanta emoción en el cuerpo que mostraba toda la emoción contenida en movimientos descoordinados, hasta que Rossel encontró a alguien en donde pueda caber tanta locura, Daniel Córdoba, y se le tiró encima junto a todos sus compañeros. Este Sport Huancayo es un equipo de locos. Un once valiente que arriesga por un rol protagónico, pese a las limitaciones de su plantel y las carencias del club. No quiere ser la víctima del desorden institucionalizado en nuestro fútbol, más bien se revela y con su técnico revoluciona la moda, no de la vestimenta, sino del pensamiento. Porque Córdoba no se queja y hace poco excusándose en que tiene poco. Convence y hace el doble. Quizá le pese la falta de jerarquía, pero lo acompaña de sobra la convicción de su plantel, tanto que Rossel, a los 94', fue a buscarlo en un abrazo reconciliador.
Un volcán de victoria se formó en Huancayo luego del gol de Víctor Rossel, que en los descuentos selló el triunfo local y dejó sin nada a la San Martín (Foto: Diario Primicia de Huancayo)
San Martín tenía la punta pero no supo jugar en la altura. Si quería mantener esa posición, lo peor que hizo fue estacionar se dentro del campo de juego. Julio César Uribe apostó por los tres medios detrás de Johnnier Montaño. En la distribución, pues, Ubierna, Ballón e Hinostroza estuvieron correctamente ubicados en la zona que debían de cuidar. La ejecución, sin embargo, fue floja y desafortunada, pues se regaló la posesión y se perdió a los receptores en dos jugadas que cobraron dos goles. Ambas anotaciones de Yankarlo Chirinos, quien aprovechó falencias en los movimientos de la defensa de San Martín y anotó con gran oportunismo y seguridad. El cuadro de Uribe sufría en la contención del rival y tenía abandonado el ataque con un equipo largo, sufrido por Montaño en su peor partido del año, y Perea con chispazos de los cuales uno de ellos fue el descuento con un izquierdazo. Aun así, San Martín pudo apoyarse en Santiago Silva para amenazar la vida del 'Gato' Joel Pinto. El uruguayo insistió hasta decir "gol". Con la mentalidad que caracteriza al futbolista charrúa, Silva siempre estuvo en los vértices del área para ir al espacio con diagonales que lo dejaron en off side en varias ocasiones, y también para perfilarse y sacar el latigazo con la izquierda. La figura de un San Martín opaco.

No obstante el flojísimo inicio de San Martín y adormecimiento de Sport Huancayo, el juego recobró la emoción tras el descuento y aumentó con el empate santo. La visita parecía tener un segundo aire y en el local el ritmo era más lento del mostrado. Pero hay que saber correr la cancha, con cansancio o resto, y futbolistas inteligentes que entienden el juego y les sobra criterio pueden hacerlo como Blas López. El paraguayo tomó la mejor ubicación con San Martín algo partido por la transformación de su sistema, y movió mucho mejor los hilos de Huancayo que contaba con el corazón de Anier Figueroa para empujar a su rival hacia la derrota. Así lo hizo con Rossel, que en el área y sobre el final tuvo el tino de girar, amagar y fulminar la valla de Gallese. Grito de gol y locura desbordada en la Incontrastable.

Fotos: Diario Primicia de Huancayo

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