Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comSan Martín fue visitante en la cancha en la que ejerce de local y recuperó los puntos que perdió -en casa- en la primera jornada. Sobre el final, Vélez y Correa dieron al equipo de 'Onur' Lavalle el 0-2 sobre un Cantolao que dominó el juego pero tuvo menos chances claras.
    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

Las localías en el fútbol peruano son un fenómeno de data, en efecto, relativamente reciente respecto de otros países. No existieron del todo hasta la descentralización, y entre clubes metropolitanos solo se sintieron con cabal fuerza desde que Universitario y Alianza estrenaron estadios propios. Para clubes como la San Martín, que siempre se prestaron cancha y obligaron a la esforzada 'Muela' a saltar de un distrito a otro durante las catorce temporadas que el cuadro albo lleva en el profesionalismo, pocos hábitat se han vuelto tan naturales como el Miguel Grau, allí donde este sábado 11 el cuadro albo debió ser visitante por primera vez en tres años -la última fue ante Pacífico en 2013- y consiguió sus primeros puntos de la temporada contra el efectivamente local, la Academia Cantolao, que por ubigeo reivindicó al Callao para sí, pero no los goles.

Y ocurrió así porque si bien el 'Delfín' insistió mucho y territorialmente copó buena parte del campo, tuvo poca claridad para facultarle a Jeferson Collazos, su arma por excelencia para golpear en el marcador, quedar en posición de disparo limpio al arco de Ricardo Farro. Apenas sobre el inicio del segundo tiempo, el colombiano tuvo dos claras: una al ras en una pelotera y luego vía un cabezazo tras centro desde la derecha. Del lado opuesto, en realidad, la historia no fue muy diferente: Alexander Succar, acaso un poco más autosuficiente para buscárselas sin apoyo, también estuvo confinado a la soledad a la que condenan los modismos globales que dictan que basta jugar con un solo delantero en punta.

Sin embargo, sí hubo distintos factores que llevaron a que la San Martín dispusiera de ocasiones más peligrosas. Primero, el mejor pie de sus lanzadores: tanto Ramiro Cáseres como sobre todo Jesús Chávez tuvieron la maña para sacar algún pase de gol directo que no tuvieron ni Diego Pizarro con todo su esfuerzo -terminó con el pómulo roto- ni José Miguel Manzaneda -desequilibrante en lo individual- con su buen pie; así, por ejemplo, Succar quedó a boca de jarro sobre los 20', en la primera clara del partido y después de que todo el trámite hubiera sido aurinegro. Luego, la propia fortuna: el blooper de la noche estuvo en los pies del usualmente concentrado Federico Nicosia, quien le obsequió al ecuatoriano Jairo Vélez un gol que este, con un globito, convirtió en un saque de meta. Y por último, la capacidad de finalmente pisar el área con dos hombres: Succar, a 6 minutos del final, se fue a un lado y se convirtió en asistidor para dejarle un pase en cortada a Vélez, quien se reivindicó y con un cachetazo al balón comenzó a escribir un final alternativo para el cuento de esta noche.

Juan Carlos Mariño fue una de las armas más peligrosos que está noche sumó su primera derrota en el Descentralizado. (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com) 

Ese final, el escrito según los cánones de Orlando Lavalle, dictaba que el sello del propio 'Onur' tenía que dejarse sentir como protagonista. Por eso, cuando con el score a favor sacó al exhausto Succar -un manto de sudor para las cámaras pospartido- para hacer ingresar a Gary Correa, no era solo para la estadística. El exjotita, quien se cansó de hacerle goles a la San Martín como rival, fue fichado este año por el equipo al que más veces -seis- le ha anotado en su carrera. Y le pagó con creces, pues a la carrera liquidó las cosas en el instante postrero en un mano a mano con Nicosia.

¿Que fue castigo excesivo para Cantolao el 0-2? Puede ser. Sobre todo porque si en una o mil noches es factible para el mortal promedio toparse con una villana, la Eda Akinay del partido en el Grau se llamó Gabriela Moreno. La árbitro asistente de Oriente alzó el banderín a los 76', con el marcador aún en cero y -lo que fue criminal- con Collazos en ataque recibiendo un pase enviado hacia atrás, que no era sancionable como posición adelantada ni en el Callao, ni en Estambul ni en la Persia milenaria. ¿Que eso habría cambiado el desenlace? Difícil afirmarlo, primero porque el colombiano no estaba en carrera directa al gol y, segundo, porque por lo visto el final esta vez estaba manuscrito según 'Onur' y no por los guantes de algún exarquero como Carlos Silvestri.

Las fotos

Los goles

Fotos: Pedro Monteverde / DeChalaca.com


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Comentarios ( 1)add
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escrito por cesar , February 12, 2017
Quien salió por Gary Correa fue el ecuatoriano Jairo Vélez, a revisar el partido en cambios.
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