Alianza Lima - Universitario: La garra es charrúa
Mario Azabache | @Mario_Azabache Columnista Editorial |
¿Alianza Lima superó a Universitario principalmente a partir del diferencial físico?
Aunque no se puede omitir un punto tan importante como el desgaste que vivió el conjunto merengue por su reciente seguidilla de partidos exigentes, consumada por un clásico ante Cristal el último martes 30 de octubre, tampoco se puede caer en la mezquindad de reducir el análisis a un factor que fue relativo en el primer tiempo del Superclásico. Fue en ese lapso, de hecho, que la 'U' sacó provecho de una rápida clarinada para clavar el puñal a los dueños de casa antes del primer minuto: tras una perfecta ejecución asociativa, Alberto Quintero apagó el vigor de las gradas con una sutil definición, que significó la madrugadora apertura del score frente a la extrema pasividad de la zaga íntima.
Aquel gol a los 14 segundos y 830 milésimas condicionó lo que vendría después, ya que la escuadra victoriana cedió ante la presión de su parcialidad y se entregó al apuro y a las malas decisiones. Alianza cometió un cúmulo de imprecisiones que desembocaron en la utilización del camino más simple: los balonazos en busca de Mauricio Affonso para poder fisurar a una retaguardia merengue que, en el periodo inicial, se batió con todo para apagar los amagos de peligro. Así, en los primeros 45', la 'U' no se vio superada por el rigor fisico de un rival que tuvo jornada libre a mitad de semana por la postergación de su partido ante la Universidad San Martín y que, a pesar de eso, era incapaz de generarle situaciones claras.
La clave que definió el Superclásico pasó por las decisiones de los banquillos. Pablo Bengoechea mandó para el complemento a Óscar Vílchez y Kevin Quevedo en lugar de Luis Garro y Maximiliano Lemos, dos de las piezas más discretas que se habían observado hasta ese momento en la noche victoriana. Con el aporte de 'Neka', Alianza ganó en densidad ofensiva y en prolijidad para la elaboración.
El efecto de las variantes no tardó en retratarse en el marcador. Sobre los 51', Gonzalo Godoy aprovechó un rebote tras un córner para anidar el balón en las redes cremas con un zurdazo inapelable. Era el empate que devolvía la ilusión a Matute y que acentuaba el mejor semblante aliancista para los siguientes compases del juego.
La evidente superioridad íntima del segundo tiempo pudo reflejarse antes de la hora de juego, pero Alejandro Hohberg despilfarró un penal frente a un monumental Patrick Zubczuk, quien va consolidándose como una grata aparición para el torneo doméstico. Y así, mientras Nicolás Córdova tardaba en refrescar a su escuadra con alguna modificación para retomar la lucha en las zonas de influencia, los locales continuaban asediando a su clásico rival por múltiples medios.
Hasta que llegó la emoción que definió esta historia. A los 85', una salida en falso de Brayan Velarde propició que el balón le quedara a Affonso, quien aprovechó el poco rigor en la marca de Arquímedes Figuera y Enmanuel Páucar para sacar un zapatazo que se filtró en una esquina, imposible para el 'Rusito' Zubczuk.
Así se consumaron la voltereta y el 2-1 que le dio el triunfo agónico a Alianza frente a la 'U'. Tres puntos que, más allá del golpe anímico de provenir de un clásico, en lo matemático les son útiles a los íntimos para afianzarse en el tercer lugar del acumulado, con 66 puntos. Ese es el principal objetivo del equipo de Bengoechea, antes que concentrarse en un Clausura en el que el liderato de FBC Melgar asoma lejano.
Fotos: Pedro Monteverde / DeChalaca
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La ficha del Alianza Lima 2 - Universitario 1