Esos Baños no son rosados
Por segunda vez en ocho días, Boys sucumbió en su visita al estadio Cristo El Señor de Baños del Inca. Ahora a UTC le bastaron 4 minutos de intensidad para desbaratar la poco afiatada defensa de tres de la 'Misilera' y conseguir dos tantos que garantizaron su victoria por 2-1.
|
Roberto Castro | @rcastrolizarbe Director General |
Los dogmatismos sobre la línea de tres en el fútbol son muchos y no son buenos. Que emplearla es un riesgo constante y nunca sirve, dicen a pie juntillas sus detractores. Que es la única forma de hacer que la defensa participe del juego de posesión y por tanto es casi una norma, promueven otros. Extremos que por lo general no ayudan a los equipos que deciden emplearla por dogma antes que por conveniencia.
Cuál de estos últimos dos casos se parece más al de Sport Boys es una pregunta que solo los partidos de acá a final de temporada al mando del argentino Manuel Fernández se encargarán de resolver. La cercanía del nuevo entrenador rosado a la escuela de Jorge Sampaoli sugiere que podría ser el segundo, y de hecho el trío de zagueros rosados está participando bastante en el juego en salida. Emiliano Ciucci, por ejemplo, fue el mejor de la 'Misilera' ante UTC: hizo mucho ida y vuelta, se volcó al ataque al punto de generar ocasiones y tuvo muy neutralizado en el uno a uno a Donald Millán. El propio Maelo Reátegui fue al frente y apareció, en el segundo tiempo, en más de un centro para buscar el cabezazo.
El problema es que la misión principal de toda zaga es defender. Y si bien la línea de tres rosada no lo hizo mal, cuando la sometieron a prueba ácida, entre los 28 y los 32 minutos de juego, no satisfizo el estándar. Primero, porque quedó muy mal parada ante un inteligente pelotazo largo de Gonzalo Baglivo dirigido hacia Junior Ponce; el 'Cuate' picó y le sacó varios metros a Nelinho Quina, evidentemente desacostumbrado a tener que hacer esa cobertura como stopper y no como lateral, y esa carrera acabó en el primer tanto local. Y luego, porque una terquedad de Jorge Bazán al ganarle la carrera a Piero Ratto acabó en un servicio al medio en el que nadie se sintió responsable de detener a Adrián Ugarriza: los tres defensores rosados se ocuparon de cuidar sus respectivas zonas y no del delantero, que con un hábil movimiento de cintura ganó espacio y acabó solo frente a Daniel Ferreira para poner al 'Gavilán' dos goles arriba.
¿Fue mucho castigo para un Boys que no había hecho tan mal las cosas en esa primera media hora? Puede ser. Pero la verdad también es que esta 'Misilera' pensada a veces más para tener la pelota que para llevarla al arco depende mucho de algunos raptos de inspiración, como los de Joaziñho Arroé, por ejemplo. El mediapunta esta vez tuvo una chance clara cerca del final del primer tiempo, y en otras causó zozobra; pero lució bastante solo, al menos hasta que Johnnier Montaño hizo su ingreso al campo y se convirtió en un mejor alimentador de Luis Tejada, como en el centro que condujo al tanto de descuento -en un salto bien ganado a Luis Felipe Cardoza-.
A esos arrebatos rosados, un UTC mucho más consolidado opuso eso: un conjunto sabedor de sus roles. Jorge Murrugarra en la destrucción neta y Baglivo, más bien, ocupado de robar para salir y asistir. Y si Millán no está en una de esas tardes de frotación de lámpara, pues Ponce hace de las suyas o Bazán puede también echarse a correr -'Koko' sostuvo un duelo aparte con Manuel Tejada-. Eso bastó para tener a raya en el primer tiempo a una volante central rosada que, ante todo, no era de contención neta, como la que formaron Jhon Vega y el mexicano Ernest Nungaray.
Es verdad que con el correr de los minutos, con Montaño y hasta con Damián Ísmodes, Boys encontró mejor afirmación de lo que pretendía su técnico y acabó mandando en el estadio Cristo El Señor, allí donde la semana pasada había caído en su presentación ante Comerciantes Unidos. Pero si al final, casi de manera indefectible, tienen que aparecer el 'Matador' Tejada o Maximiliano Velasco -último recurso de Fernández- para resolver, entonces había bastantes restricciones para aspirar a algo más que el 2-1, aun cuando con la salida de Murrugarra el local hubiera bajado un poco la guardia.
La verdad es que el equipo de Franco Navarro, consecuencia de un proyecto con estabilidad atípica para el medio, tiene facilidades para sacar adelante partidos así únicamente por rodaje: encontrando los momentos justos para sacar la diferencia necesaria para garantizar un triunfo. Esta vez se trató de 4 minutos de luz, que cobijados por el aliento de su hinchada, feliz por volver a tener al equipo al menos ya dentro de su provincia de origen, aseguraron que la nueva visita de Boys a la nueva casa del fútbol cajamarquino -y a los Baños- otra vez fuera bastante incómoda.
Fotos: Prensa UTC
Leer más...
Mostrar/Ocultar comentarios
