• EL CAPO. Leonardo Rivero no hizo extrañar a Mostto y convirtió en el Garcilaso. (Foto: Diario del Cusco)
  • LA CLAVE. Cienciano volvió a su vieja estrategia. Cansó al rival y el balón aéreo fue su mejor arma en la altura cusqueña. (Foto: Diario del Cusco)
  • EL TAPADÓN. Michael Sotillo nuevamente se hizo presente con una gran tapada, y, nuevamente, vio a su equipo perder. (Foto: Diario del Cusco)
  • EL CAMBIAZO. Diego Virrueta le dio más agilidad al ataque en Cienciano, tras reemplazar a Carlos Elías. (Foto: Diario del Cusco)

 

El capo: ¡Yo soy!

No se disfrazó de Mostto, pero Leonardo Rivero sí que lo representó muy bien en la cancha anotando su primer hat trick en el fútbol peruano. Ante la marcha del goleador de Cienciano a Alianza Lima, el uruguayo tomó la posta en el Cusco para seguir marcando goles y dejar bien claro que no necesitan refuerzos para su posición en el equipo.

La clave: Con la receta de casa

La lección parece aprendida en Cienciano: no volver a abandonar el plan maestro que siempre les fue efectivo en el Cusco, con muchos centros para desgastar a la defensa rival. Ante Cobresol el ‘Papá’ se abocó a esa fórmula desde el inicio y no la dejó hasta el pitazo final. Si bien demoró en surtir efecto, el cuadro imperial una vez más cosechó los tres puntos en casa con esa receta que desde hace varias fechas se ha vuelto infalible.

El golazo: El inicio del fin

Durante el primer tiempo en el Cusco la paciencia del cuadro imperial debió ser grande durante 35 largos minutos en espera de transformar su gran dominio en goles. En ese minuto, el uruguayo Rivero tuvo un encuentro a solas con Michael Sotillo, al que batió sin complicarse con sutil definición por entre las piernas del arquero.

El tapadón: Igual, algo hizo

Su equipo cayó goleado, pero igual Michael Sotillo tuvo tiempo para destacar en más de una ocasión salvando su arco de más anotaciones. Una de esas se dio a los 35’, cuando Carlos Elías quiso encontrar premio con un fuerte remate. Sin embargo, el arquero del cuadro dorado apareció para desviar el balón en primera instancia para luego sí conjurar por completo el peligro en segunda acción

El duelo: Por todo lo alto

La cantidad de ataques que el cuadro imperial creo a partir de centros al área de Cobresol  originó que los centrales dorados pasaran apuros para proteger su arco. En esa labor cusqueña, el que más destacó fue Leonardo Rivero, quien a los tres goles que marcó le pudo agregar alguno más de haber estado más atinado al momento de cabecear ante la marca de Évert Lengua y Manuel Vinces.

El cambiazo: Uno para que sean más

En el segundo tiempo la clara diferencia en el juego pareció afectar el desempeño ofensivo de Cienciano que, si bien siguió atacando, bajó la presión que realizaba sobre la defensa dorada. Ante esto, Raúl Arias se decidió por incluir a Diego Virrueta en lugar de Carlos Elías para renovar las ganas de hacer daño en una oncena que a esa altura del partido ya ganaba por dos goles de diferencia.

Kazuki Ito: Ni falta hicieron

¿Qué se puede decir de un encuentro en el que solo se mostró dos amarillas? Fuera de tres acciones de gol para Cienciano que se anularon por offside, en el Cusco la terna arbitral tuvo uno de los partidos más tranquilos del torneo, justo como para darle un buen respiro a la ola de críticas hacia la labor de sus colegas.

Fotos: Diario del Cusco

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