Una casa para ellos

Es relativamente conocido el artículo en las bases que exige que los estadios en los que se juegue el fútbol de Primera División cuenten con una capacidad mínima de cinco mil espectadores que se encuentren debidamente sentados en tribunas de material noble, en conformidad con las disposiciones reglamentarias de la FIFA. Eso es, textualmente, lo que dice el artículo 19 de las bases del torneo, que también -desde este año- añade que se podrá jugar en un estadio de menor aforo, en caso de que la junta directiva de la ADFP así lo disponga.
Son tres los clubes que podrían sacar provecho de este añadido en el artículo que ha sido citado: San Martín, Pacífico y el recién ascendido Los Caimanes -para 2014-, que tendrían la chance de jugar en sus respectivos lugares de origen, lo que sin lugar a dudas los ayudaría a reforzar su identidad barrial, en el caso del cuadro rosado y el conjunto ‘Lacoste’, y a intentar crearla, en el caso del equipo santo.
Esta es mi casa
Desde que apareció en el fútbol peruano, ha sido habitual ver a la San Martín haciendo de local en escenarios como el Miguel Grau del Callao, el Nacional, el Monumental, el Alberto Gallardo o el Alejandro Villanueva. En todos los recintos mencionados, la presencia de público ha sido bastante escasa, a excepción de los partidos que disputaban ante los cuadros grandes.
Sin embargo, los santos cuentan con el Complejo de Santa Anita, que tiene un aforo máximo de 2000 espectadores, y que ya ha sido utilizado por San Martín para cotejos amistosos. Si la dirigencia del club pidiera jugar como local en dicho escenario, es altamente probable que le sea concedido el permiso debido a que cuenta con todas las comodidades para jugadores y árbitros.
Si le fuera concedido el permiso, el cuadro albo se podría dedicar a fomentar que los pobladores del distrito de Santa Anita se identifiquen con el club. Su trabajo con menores es de los mejores del país, pero su gran deuda pendiente es obtener un mayor porcentaje de hinchas. Si juega en su propia cancha, esto podría ir solucionándose en el mediano plazo.
También merecen ser locales
En el caso de Pacífico y Los Caimanes, ambos no cuentan con una cancha propia, pero sí podrían hacer de locales en sus respectivos lugares de origen. Hay que resaltar esto porque ambos son clubes con tradición barrial, que vieron como su institucionalidad se vio reforzada tras pasar por el ascenso.
Los rosados han fungido de locales en el Miguel Grau del Callao y en el Segundo Aranda Torres de Huacho, sin llegar a convocar un número aceptable de espectadores, que eran básicamente los que lo apoyaban durante la Copa Perú y la Segunda División. Pacífico, como es sabido, cuenta con el apoyo de gente de la parte sur de San Martín de Porres. Por ende, sería interesante que pudiera agotar todas las opciones para ser local en la cancha del Parque Ecológico Municipal, que cuenta con césped sintético y con una tribuna para 1000 espectadores. Además, se encuentra la cancha del Colegio José Granda, donde el club ya ha fungido de local en la Copa Perú, pero que debería ser remodelada para su utilización en el fútbol profesional.
El que no tiene un estadio en su distrito es Los Caimanes, que no cuenta con un escenario acorde en Puerto Eten. Por ese motivo ha tenido que hacer de local en Olmos y en Chongoyape, donde cerró su participación en el último torneo de ascenso.
No obstante, el pasado 7 de agosto DeChalaca publicó un artículo en el que se hacía de conocimiento que el actual campeón de la Segunda División estaba interesado en comprar un terreno en Puerto Eten, distrito que sí cuenta con un estadio, pero sin aforo, por lo que no puede ser utilizado, y razón por la que Los Caimanes ha jugado durante gran tramo de su paso por la Copa Perú (hasta 2010) en la cancha del estadio Municipal de Ciudad Eten, más conocido como Pedro Ruiz Gallo. Este último escenario cuenta con instalaciones precarias y con una capacidad para 3,250 personas. Eso sí, habría que hacer la salvedad que, en mayo de 2012, se elevó al Ministerio de Economía y Finanzas un proyecto para su ampliación y mejora por cerca S/.2.5 millones. Dicho plan iría por cuenta del propio municipio de Ciudad Eten, pero en un lapso de 10 años.
En síntesis, la dirigencia de Los Caimanes, con el ascenso logrado, bien podría optar por invertir y acelerar en las mejoras que le permitieran emplear dichas instalaciones, lo que le podría servir para pedir que la ADFP acepte dicha cancha y, así, ser local ante equipos que no transporten una gran cantidad de hinchas.
El caso panameño
De Panamá mucho se ha dicho las veces en las que nuestra selección la ha enfrentado como rival. Se ha criticado, de manera absurda, el hecho de que no contara con mucha historia futbolística, pero lo cierto es que su fútbol ha crecido mucho en los últimos años, incluida su liga local, que sí permite que se jueguen partidos de Primera División en escenarios de reducida capacidad.
Algunos casos son el estadio Luis Ernesto Cascarita Tapia, con aforo para 800 personas; el estadio Profesor Javier Cruz, con capacidad para 2400 espectadores; y el estadio Agustín Muquita Sánchez, con aforo para 3040 espectadores, y que se complementan con escenarios como el del Rommel Fernández, lugar en el que se juegan los principales encuentros del torneo de la máxima división del país centroamericano. En el caso de ellos no se trata de reforzar la identidad barrial, pero es un claro ejemplo de un país no tan lejano en el que se juegan partidos en escenarios de aforo reducido.
Sería bueno que la San Martín, Pacífico y Los Caimanes pudieran hacer uso del añadido en el artículo 19 de las bases, que los faculta a que puedan pedir un permiso para jugar en estadios de menos capacidad que la permitida. De esta manera no solo jugarían ante su gente, sino que también podrían reforzar la identidad barrial que tanto bien le haría al fútbol peruano.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Iván Baca / DeChalaca.com, justomedio.com, Facebook

Ojala se de, seria adecuado que los habitantes de cierto distrito se identifiquen con el club de la localidad.