Hacia el mejor Mundial
El debate sobre si Brasil 2014 es el mejor Mundial de la historia está ya abierto. Acá, argumentos para sostener dicha tesis.
Se han jugado 56 de 64 partidos en Brasil 2014 y, sobre todo quienes estamos en estas tierras, nos sentimos privilegiados de estar asistiendo a momentos y circunstancias históricas. De esas que podrán contarse, con seguridad, como hermosas leyendas a hijos y nietos en el futuro.
¿Pero no es temerario afirmar tan tempranamente que este Mundial es el mejor de la historia? DeChalaca y quien escribe, por lo general, son muy reacios a admitir afirmaciones tan categóricas. Pero los argumentos que permiten sostener tal tesis son varios y contundentes.
¿Por qué podría serlo?
POR LOS GOLES. El promedio goleador de Brasil 2014 frisa un altísimo 2.75, que revierte por completo la tendencia a la baja registrada desde 1994 que situó, en Sudáfrica 2010, el promedio en 2.27: apenas 6 centésimas por encima del desastroso Italia 1990, el Mundial de los planteamientos rácanos y el pronóstico de Carlos Bilardo de que el fútbol del futuro se jugaría sin delanteros. Así, Brasil 2014 está camino a luchar con España 1982 por acercarse a la altísima cifra de 3 goles por partido, algo que no se registra desde que el fútbol dejó de jugarse con cinco delanteros como esquema predominante.
POR LOS PARTIDAZOS. En un rápido repaso audible en el programa especial adjunto de DeChalacaRadio, es posible concluir que Brasil 2014 ha reunido hasta 22 cotejos, al cabo de los octavos de final, calificables como partidazos: un elevadísimo 39.3% del total. ¿Qué Mundial podría sumar tal cifra? Cabría comparar con aquellos de 32 equipos y 64 partidos, y la referencia más popular -según pudo comprobar DeChalaca al preguntarlo en Twitter- tiene que ver con Francia 1998. ¿Partidazos de ese Mundial? En orden de grupos y forzando al límite la figura: 1) Italia - Chile; 2) Nigeria - España (el mejor); 3) Paraguay - Nigeria; 4) Holanda - México; 5) Alemania - Yugoslavia; 6) Francia - Paraguay; 7) Argentina - Inglaterra; 8) Brasil - Dinamarca; 9) Holanda - Argentina; 10) Francia - Croacia; 11) Brasil - Holanda y 12) Francia - Brasil. Menos de la mitad y, repítese, extremando la noción de "partidazo" para el caso del Mundial 1998 con el mayor largo alcance posible.
POR LAS EMOCIONES. En una circunstancia inédita, los octavos de final de Brasil 2014 han registrado 5 suplementarios en 8 partidos. ¿Eso qué significa? Pues que la paridad es extrema. Y el fútbol, cuanto más parejo, suele ser mejor. Por eso, es rebatible en este punto el argumento que sostiene que el actual Mundial no es bueno porque ninguno de los grandes ha jugado bien; ¿no será acaso que los demás -como Suiza, o como Argelia, o como Nigeria- jugaron tan bien que les hicieron pelea? Habrá quizá aquellos a quienes les guste ese fútbol desnivelado de ligas en las que las goleadas de siete u ocho goles de diferencia sean moneda común; difícilmente eso sea aceptable como "bueno" per se en un entorno más entendedor del juego, en el que suele ponderarse, como factor A1 para valorar un partido, la paridad de fuerzas.
¿Qué le faltaría para serlo?
Básicamente algo: que los 8 partidos finales ratifiquen y posiblemente eleven el nivel de los 56 precedentes. Y esto por la misma razón por la cual se dice que un gran futbolista debe ratificar esa condición en un Mundial, como se argumentó hace unos días en La Curva Diagonal: porque ahora es cuándo.
En este punto, Brasil 2014 tiene una valla altísima en México 1970: con 6 de los 8 partidos finales considerables entre los duelos más famosos de la historia. Un Alemania - Inglaterra con voltereta de tres goles, un Brasil - Perú con 49 disparos al arco, un Uruguay - URSS con uno de los goles más polémicos de la historia, un Brasil - Uruguay con el gol fallado más celebrado de la historia, un Brasil - Italia con la maniobra colectiva más famosa en finales en la historia y un Italia - Alemania universalmente considerado como el mejor partido de la historia del fútbol.
Allí está la valla. ¿Podrá este maravilloso Mundial superarla? Se sabrá en menos de dos semanas.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Reuters, EFE
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