¿Qué hacés, che?
Arrancó el fútbol argentino con los candidatos de siempre y la presencia de 30 equipos. Hay muchas dudas y críticas (sobre todo políticas) por el nuevo formato que los convierte en el torneo con más participantes del mundo.
30 equipos, 450 partidos en total, y los candidatos de siempre. La Primera División argentina levantó el telón este fin de semana en medio de dudas y polémicas por el nuevo formato. No solo por ser el torneo con más participantes del mundo –¿los 30 clubes, realmente, tienen el nivel para estar en la máxima categoría?–, sino por las deudas de los mismos y el siempre cuestionado manejo dirigencial. ¿Será más atractivo el campeonato, o terminará de emparejarse "para abajo" con el resto de países sudamericanos? ¿Los títulos continentales de San Lorenzo y River Plate son un espejismo, o realmente los clubes argentinos están recuperando su nivel? ¿Se prioriza lo deportivo o los beneficios políticos que estos cambios traen? ¿Qué está pasando, en resumen, con el fútbol argentino?
Los unos y los otros
River Plate, Boca Juniors, Racing Club, Independiente, San Lorenzo, Vélez y Lanús, a priori, son los favoritos para pelear el título del nuevo torneo argentino. No se descarta que Newell’s, Estudiantes de La Plata o Rosario Central puedan unirse a la pelea, o que dé la sorpresa alguno de los clubes que han ganado títulos en los últimos años (Huracán, Arsenal de Sarandí, Argentinos Juniors o Banfield). ¿Y qué pasa, entonces, con los otros 16 clubes?
Desde el punto de vista netamente deportivo, hay diferencias bien marcadas entre todos los participantes y se notaron desde la primera fecha. El campeón de la última Sudamericana y de la Recopa, River Plate, no tuvo problemas para golear por 1-4 a Sarmiento como visitante. Boca le ganó fácil a Olimpo por 3-1, y San Lorenzo a Colón (2-0).
Hubo, eso sí, partidos parejos y muy vistosos, como el que protagonizaron Newell’s e Independiente en Rosario (el ‘Rojo’ ganó 2-3), o el de Racing y Rosario Central en Avellaneda (victoria canalla por 0-1). Aunque también encuentros sin mayores emociones, como el 0-0 entre Crucero del Norte y Tigre, el 0-1 que logró Defensa y Justicia en La Plata ante Gimnasia, o el 0-1 de Temperley en su visita a Banfield. Es decir, de todo un poco: algunos pocos partidos memorables y otros tanto para el olvido. Solo es la primera fecha: veremos cómo sigue el campeonato.
Todo fríamente calculado
Hasta el Mundial, en Argentina se jugaba con el calendario europeo: de agosto a junio. Pero, de pronto, se dieron los cambios: se hizo un torneo de transición para dar paso a este campeonato de 30 equipos. Lo llamativo es que solo este año tendrá vida el experimento: en enero de 2016 se jugará otro torneo corto para emparejarse, de nuevo, con los campeonatos europeos.
Un detalle no menor –e igual de llamativo– es que en octubre se realizarán las elecciones presidenciales en Argentina. Y ya vimos que al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner le interesa mucho el fútbol como arma política: entre otras cosas, puso el partido de la fecha los domingos en la noche, para que compita con el programa político de oposición. En DeChalaca ya lo habíamos mencionado hace algún tiempo.
Pero, ¿qué gana el gobierno con estos cambios? Primero, que ciudades olvidadas tengan fútbol de Primera, alegrando a los hinchas que ven al oficialismo como un actor principal en esta toma de decisiones. Segundo, y quizá más importante, que no haya ningún descenso consumado para la fecha de las elecciones presidenciales: todos andarán metidos –y distraídos– con el desenlace del torneo. No hay reproches, aún se mantiene el romance por esta oportunidad de aumentar los cupos de Primera (si seguían los torneos cortos, debían darse los descensos en junio). Este 2015, piensan en la Casa Rosada, será "todo positivo": todos estarán contentos –al menos hasta las elecciones–.
“Sucede que ahora no es Grondona el que toma las decisiones. Ni siquiera lo hace Luis Segura, apenas un actor de reparto en esta historia. Las decisiones no se toman en Balcarce 50 o en Olivos: el destino del nuevo campeonato se definió en Río Gallegos, ciudad donde vive Máximo Kirchner”, publicó el colega Facundo de Palma en Clarín. Ezequiel Fernández Moores coincide en dicho argumento: “Fútbol y política es un vínculo viejo, pero ahora es más fuerte. Hay interés del Gobierno en que haya más equipos para tener un torneo más federal”. Bien dice el dicho: piensa mal y acertarás.
Que mal te veo
Los cambios drásticos no fueron bien recibidos por muchas personalidades del fútbol argentino. César Luis Menotti calificó como un disparate el nuevo torneo de 30 equipos. “Me parece vergonzoso lo que sucede: hay instituciones que no le han pagado a sus futbolistas, que no le han pagado a sus entrenadores, que tienen deudas desde hace varios años, pero contratan 15, 16 o 18 jugadores”, dijo en DPA.
Diego Latorre fue menos duro con sus comentarios, aunque igual criticó el manejo dirigencial: “Tenemos un modelo de pensamiento desfasado (…) Hoy prima la cantidad sobre la calidad, se apilan los partidos. Argentina es un país exportador: exporta jugadores de primera, segunda y tercera línea. Por eso tenemos nuestras propias reglas, porque los equipos se deshacen enseguida, se desintegran, y se rearman”.
“Es un campeonato que perdió identidad, y que simboliza el vaivén de un torneo sometido a fuerzas políticas y económicas”, publicó el diario El País de España en un reportaje sobre este ‘experimento’ argentino. “La confusión se multiplicó desde el fallecimiento de Julio Grondona. Su último capricho fue una Liga de 30 equipos, y nadie osó rechistar. Pero, ausente el jefe, todo es un caos”, añadió el medio español.
Igual, hay algunos comentarios positivos, que van más que todo por el ámbito deportivo. “A mí me gustan más los torneos de un año completo, los torneos semestrales no son del todo justos”, comentó Santiago Solari.
Problema clásico
Un detalle llamativo e innovador del nuevo formato es que la fecha 24 es la de los clásicos: en vista que el torneo es de todos contra todos y a una sola vuelta, la AFA dispuso que en esta jornada adicional los clubes que fueron visitantes ante el rival de toda la vida puedan ser locales. Por ejemplo, el sorteo determinó que en la fecha 11, Boca Juniors sea local ante River Plate, por lo que en la 24 el ‘Millonario’ recibirá al ‘Xeneize’ en el Monumental. Así pasará con Estudiantes-Gimnasia, Independiente-Racing, Huracán-San Lorenzo, Lanús-Banfield, Rosario Central-Newell’s y Colón-Unión.
Hasta ahí todo genial, pero ¿qué pasó con los que no tienen un clásico definido? Se tuvo que forzar o inventar uno. Así, vemos que Vélez Sarsfield fue emparejado con Tigre, Atlético Rafaela con Belgrano de Córdoba, Olimpo con Sarmiento, Defensa y Justicia con Arsenal, Aldosivi con Crucero del Norte y San Martín de San Juan con Godoy Cruz. Llama la atención, sin embargo, que Vélez no haya sido emparejado con Nueva Chicago o Argentinos Juniors, con los que tiene rivalidad histórica, o que por cercanía Quilmes no juegue contra Defensa y Justicia y sí lo haga con Temperley.
Aquí, sin duda, pesó el interés de la televisión (a partir de ahora 4 canales de señal abierta transmiten los partidos) y de los clubes grandes y tradicionales, y el resto tuvo que acomodarse. No fue pensado en el beneficio de todos, sino de algunos.
¿Fútbol para todos?
Localidades como San Juan, Junín, Santa Fe, Mar del Plata, Temperley o Misiones tendrán al fin fútbol de Primera. Aunque en el caso de la última, no será siempre: el presidente de Crucero del Norte anunció con anticipación que los partidos ante River (fecha 26) e Independiente (fecha 28) los jugarán en Chaco (pasarán del estadio Comandante Andrés Guacurarí, con capacidad para 15 mil hinchas, al Centenario Campeones del Mundo, que es para 25 mil personas).
“Tenemos de todo, pero nos faltan hinchas. La gente de Misiones no es muy apasionada al fútbol”, explicó Julio Koropeski. Y adelantó los principales objetivos del club para 2015: mantener la categoría y duplicar el número de socios (de 5 mil a 10 mil). “Lo real es pensar que estaremos entre los 10 últimos. Si sobrevivimos en Primera tendremos otra perspectiva”, añadió. Increíble pero cierto.
La primera "perla"
Si ya habían dudas y cuestionamientos por lo desprolijo que parece ser este nuevo campeonato, estas aumentan tras la primera perlita del torneo: un partido podría cambiar de ganador en mesa. Pasa que Unión hizo jugar al defensa Rolando García Guerreño en la victoria por 1-0 ante Huracán, y el jugador –que hasta el año pasado estaba en Godoy Cruz– estaba suspendido por acumulación de 5 amarillas. La explicación del cuadro tatengue es que AFA. no lo incluyó en el Boletín 4985, publicado el 19 de diciembre con los jugadores impedidos de actuar en la jornada inaugural, aunque el ‘Globo’ presentaría –aún no es oficial que vaya a hacer el reclamo– el reporte de cuando tenía 4 amonestaciones (Boletín 4983, publicado el 12 de diciembre) y el video de la quinta (ante Racing Club, en la última fecha del Torneo de Transición: fue amonestado a los 29 minutos por el árbitro Diego Ceballos, tras falta a Diego Milito).
En Argentina este tipo de errores están penados con la pérdida de los puntos para el infractor, y dárselo por ganado al rival. Ejemplos hay algunos, e incluyen al mismo Huracán: en la temporada 1999/2000, el ‘Globo’ goleó por 5-0 a Deportivo Español, pero el volante Héctor González estaba suspendido y jugó. La AFA le dio por ganado el partido al equipo que había sido goleado. Un ejemplo más reciente ocurrió en marzo de 2012: Claypole venció 3-2 a Victoriano Arenas, pero incluyó de manera irregular a Ángel Hernán Benítez. En mesa, Victoriano Arenas ganó 2-0.
¿Qué está pasando, entonces, con el fútbol argentino? ¿Y qué pasará en su futuro cercano? Solo el tiempo dirá si realmente importó más lo político o lo deportivo. O que tan positivo o negativo resultó esta transformación momentánea.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: EFE, MT, Infobae
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