Descenso de Aurich: Que el ciclo(n) no se repita

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Eduardo Tirado | @EduardoTL Redactor |
Hace 20 años, Aurich ganó la Copa Perú de 1997 y logró su ascenso a Primera; sin embargo, fueron pocos los años que pudo mantenerse en la máxima división del fútbol peruano: apenas cinco. De hecho, el 2002 fueron tres los equipos que habían quedado en situación crítica: Sport Coopsol, Deportivo Wanka y Juan Aurich. El primero descendió automáticamente por haber quedado último en el puntaje general.
No obstante, los huancaínos y los chiclayanos tuvieron que jugar una definición por la permanencia, donde los norteños fueron derrotados. Así, se concretaba el descenso del ‘Ciclón’, debido a la suma de problemas económicos y dirigenciales que mermaron el desempeño futbolístico del equipo durante la temporada.
Los problemas continuaron y, para el 2003, descendió hasta su liga de origen, lo que agudizó más su crisis. Por ello, desde el 2004, se empezó a preparar un proyecto para incursionar en la Copa Perú. De esta manera, se armó competitivamente para el 2005, donde llegó hasta la Etapa Regional y se quedó cerca del objetivo, pues perdió en semifinales ante Hijos de Acosvinchos. Para el 2006, el proyecto aurichista comenzó a consolidarse y cumplió con su objetivo de ser campeón de la Copa Perú 2007, con Horacio Baldessari en la zona técnica, tras vencer al Sport Águila en la final.
El punto de quiebre
El 2008 fue un año importantísimo para el club, pues significaba la vuelta a Primera. Pese a ello, los resultados no acompañaron y pasó por problemas que lo dejaron ante una definición por la permanencia, tal como sucedió en el 2002. Casi a finales de ese año, Edwin Oviedo tomó las riendas del club y aplicó cambios drásticos, como contratar jugadores experimentados para la recta final, con los que pudo vencer a Atlético Minero.
Con el empresario a la cabeza, mejoró la administración de recursos del club, por lo que Aurich hizo una gran campaña el 2009, aunque solo terminó quedándose en el tercer puesto de la tabla general. Sin embargo, logró la clasificación a la Copa Libertadores 2010, torneo donde Aurich participaría por segunda vez en su historia. Desde ya, se sentían vientos de cambio en el elenco norteño y se veía un punto de quiebre, para bien, en su accidentado historial.
En la Copa Libertadores 2010, no logró pasar la fase grupos, pese a eliminar a Estudiantes Tecos de México en la fase previa. Tampoco tuvo una campaña alentadora durante el año, pero la apuesta de Oviedo fue, claramente, a largo plazo. Así, hacia el final, logró clasificar por segunda vez consecutiva a un torneo internacional y consiguió su pase para la Copa Sudamericana 2011. A estas alturas, el ‘Ciclón’ ya había demostrado ser un equipo animador del torneo peruano y comenzó a lograr una identificación con el pueblo chiclayano. Estos fueron los cimientos que estableció Oviedo y que le rendirían frutos después.
El 2011, tras una memorable campaña, le ganó la definición del título nacional a Alianza Lima y obtuvo su primer título nacional. Tras perder 1-2 en Chiclayo, el cuadro de Diego Umaña realizó una remontada épica para vencer 0-1 en Matute y luego superar a Alianza en penales, en el Estadio Nacional. La buena gestión de Oviedo había devuelto la inversión y puesto al Aurich en la cima del fútbol peruano al coronarse como campeón nacional. Además, se había apostado por los menores con un trabajo a conciencia, hecho que le otorgó el subcampeonato del Torneo de Promoción y Reserva del 2011. Justamente, gracias a ese trabajo constante, el año siguiente -el de sus 90 años- pudo alzarse con el primer lugar de este torneo, definiendo en la final nada menos que con la San Martín, quien llevaba haciendo un trabajo sostenido en reservas desde hace mucho tiempo atrás.
Tras ser campeones, clasificaron a la Libertadores del 2012, donde no tuvieron un buen desempeño. En el torneo peruano, volvieron a mostrarse como un equipo que daba pelea y obtuvieron su clasificación a la Sudamericana 2013 tras quedar cuartos en el acumulado. De esta manera, cosecharon su cuarta participación internacional consecutiva. El 2013 se apostó por el español José Mari Bakero, quien no pudo reeditar las buenas actuaciones del ‘Ciclón’ en los años anteriores y se quedó a un punto de clasificar a la Sudamericana, por lo que se planificó una reingeniería para el año siguiente.
El inicio del fin
Para el 2014 se dio una renovación del equipo y, con Roberto Mosquera como técnico, lograron ganar el Torneo Apertura, con lo que aseguraban su clasificación a la Libertadores 2015 y jugar la final nacional. En cuatro años, disputaban su segunda definición por el título; sin embargo, cayeron frente a Cristal tras disputar tres cotejos muy parejos. Aurich era, entonces, un equipo que ya se había asentado en el fútbol peruano y demostraba ser serio, tanto deportivamente como dirigencialmente.
A finales de ese mismo año, ocurrió lo que podría considerarse el principal factor para la caída en picada que sufriría el club: Oviedo postuló como presidente de la Federación Peruana de Fútbol y logró vencer en las elecciones, por lo que tuvo que abandonar el manejo del cuadro aurichista. Por este motivo, desde el 2015, Aurich pasó por una reestructuración y Alberto Alva se hizo del mando con la idea de sostener el proyecto que se había venido llevando durante los últimos siete años. No obstante, esa misma temporada, el club tendría un año para el olvido y terminaría con una campaña demasiado irregular, que no le permitió si quiera clasificar a algún torneo internacional.
El declive había comenzado y el 2016 fue un año casi igual de malo, donde dejó ya de ser ese equipo competitivo y llegó a pasar totalmente desapercibido. Pese a ello, gracias a los nuevos formatos de copa de Conmebol, Aurich logró clasificar a la Copa Sudamericana 2017 con un equipo que presentaba un gran número de jugadores jóvenes. Esto, en teoría, llamaba a un cambio urgente en el manejo de las políticas del club para afrontar este año con la preparación requerida. Sin embargo, la improvisación primó y fue el último cuadro del torneo peruano en nombrar a su director técnico y en comenzar su pretemporada. Además, no sumó muchos refuerzos en el mercado de pases y no completó los vacíos que dejaron la partida de jugadores emblemáticos como Luis Tejada y Alfredo Rojas. Todo esto ya parecía vaticinar lo que ocurriría durante el año.
Wilmar Valencia fue traído por la dirigencia para que, con su experiencia, pueda manejar un plantel que consistía en una mezcla de algunos jugadores experimentados en puntos claves con varios juveniles. No obstante, como lo que mal empieza, mal acaba, quedó último en el Torneo de Verano y hasta tuvo una de las goleadas más escandalosas de este certamen: perdió 7-2 ante Alianza Lima en el Alejandro Villanueva. Si se pensaba que se había tocado fondo, eso no sería todo. En la Sudamericana, sufrió dos dolorosas derrotas frente a Arsenal de Sarandí y terminaron con un global de 8-1 en contra (2-0 en casa y 6-1 de visita). Esto trajo consigo el despido de Valencia y la dudosa contratación del argentino Christian Lovrincevich para el Apertura, quien solo tenía experiencia trabajando con menores y no parecía ser la solución para el complicado momento.
En efecto, el nuevo técnico tampoco pudo hacer mucho por el club y terminó en el último lugar del Apertura. Ya para el Clausura, tras continuar con los malos resultados, fue cesado en la quinta fecha y la directiva trajo de emergencia a Julio César Uribe. El ‘Diamante’, quien había tenido un paso dirigiendo al San José de Bolivia, debutó con un triunfo por 2-0 frente a Ayacucho y parecía devolverle la esperanza a los chiclayanos, quienes luchaban fecha a fecha por salvar la categoría. No obstante, a finales de noviembre, el TAS le devolvió a Real Garcilaso 6 puntos que le habían sido quitados por una supuesta mala inscripción de Carlos Neumann, de los cuales 3 eran de Alianza Atlético y 3 de Aurich. Con ello, ambos clubes perdieron 3 puntos cada uno y descendieron automáticamente, a falta de dos fechas para el final del Clausura.
Las últimas dos jornadas fueron dramáticas, ya que la noticia fulminó los ánimos del equipo. Aun así, Aurich logró imponerse por 2-1 en su último partido como local, al derrotar a Sporting Cristal en Olmos, pero su suerte ya estaba decidida.
Mirar hacia el futuro
Tras despedirse honorablemente de su gente y luego de tres temporadas en picada, Aurich tendrá que jugar la Segunda División el 2018. Así, se rompe una racha del cuadro norteño, pues tanto en 1997 como en el 2007 había obtenido sendos ascensos y había gozado de prosperidad desde el 2008 hasta el 2015. En este 2017, la suerte fue otra y le tocó descender. Asimismo, desde el 2002, que fue su último descenso, pasaron 15 largos años: ¿podrá volver pronto a la máxima división?
Muchos errores se cometieron para llegar a este fatídico desenlace. Sin embargo, se sabe que el Aurich ha tomado la situación con la madurez correspondiente el hecho de jugar Segunda y se está ajustando a la posibilidad de regresar pronto a la máxima división. Sin embargo, para llegar a eso, deberían ajustarse una serie de detalles: la dirigencia del club debería planear alguna reestructuración interna que le permita reorganizarse y poder hacer una buena campaña el 2018 en Segunda. El mandato de Alva no ha sido el más satisfactorio para el club y tal vez se necesite de alguien con mejor visión para poder levantar del club. Sobre todo, alguien dispuesto a formar un proyecto de largo aliento, tal como lo hizo Oviedo en su momento.
Los constantes cambios de técnicos en el 2017 no permitieron al plantel poder conformarse como un cuadro competitivo, por lo que se debería planear todo con anticipación para evitar repetir los mismos errores de este año. Todo esto tendría que ir de la mano con buenas contrataciones, puesto que el 2017 no se preparó el tema de los jales con tiempo y esto repercutió claramente en el corto plantel que se manejaba.
Por otro lado, si bien el proyecto de menores está dando frutos y merece seguir siendo apoyado, esto debe sostenerse futbolísticamente con otros jugadores que le permitan al Aurich regresar con fuerza y ser protagonista en Segunda. Por lo pronto, Alva les ha dado la libertad a los jugadores y técnico para decidir si desean continuar el próximo año en busca del ascenso, lo que ya sería un paso para comenzar a construir el camino a Primera con una base sólida de jugadores que ya se conocen.
Asimismo, se deberá decidir bien cuál será la sede donde Aurich fungirá de local. El problema del sintético del Elías Aguirre no es novedad y debería ser resuelto para tranquilidad de los chiclayanos. Un cuadro como el Aurich, que hace pocos años fue campeón nacional y ya está arraigado en el pueblo chiclayano, merece jugar con el apoyo de su gente, quienes serán parte vital con su apoyo para que el ‘Ciclón’ pueda volver pronto a Primera.
Se debe tener en claro que Aurich no presenta el mismo caso que otros clubes descendidos que tendieron a desaparecer, sino que tiene toda una estructura ya formada y es uno de los candidatos a volver pronto a Primera. El club ya ha saneado todas sus deudas y se encuentra listo para luchar por su retorno. Si se logra cumplir con todo ello, se le dará mayor estabilidad al club y seguramente ayudará a que se revierta la situación en el menor tiempo posible.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Mexsport, diario La Industria de Chiclayo, prensa Carlos A. Mannucci
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