Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comUn 11 de noviembre de hace 30 años se produjo una circunstancia particular e irrepetible en la historia de los clásicos: que los dos goles del partido fueran anotados por el mismo jugador, en el pórtico del rival y el del suyo propio. El protagonista fue Tomás 'Pechito' Farfán.

La historia recuerda a Tomás Lorenzo Farfán Farfán (Lima, 1960) como el protagonista indirecto de una de las escenas más desgarradoras de la tragedia de Ventanilla: la imagen de su hijo Juan Pablo -quien años más tarde llegaría a ser futbolista profesional- ataviado, con tan solo dos años, con una camiseta aliancista mirando al horizonte intentando entender por qué no vería más a su padre.

Pero 'Pechito', uno de los zagueros más pundonorosos y temperamentales surgidos de la cantera blanquiazul, pasó a la inmortalidad por un motivo más futbolístico que por su temprana y trágica partida. Por uno, específicamente, estadístico. Que se gestó en Matute, la cancha que lo vio nacer para el juego y crecer, un 11 de noviembre de 1984, en un extraño clásico del que se esperaba mucho y en el que se vio poco más que un gol y un autogol anotados por el mismo jugador.

Día contradictorio

Duffoó con el balón, teniendo como marca a Rey Muñoz (Recorte: Revista Ovación)

Aquella soleada tarde de domingo, Matute lucía un lleno de bandera: 37,415 espectadores abarrotaban sus tribunas mientras dejaban en boleterías una taquilla récord para la historia del fútbol peruano, según reporta la crónica de Alfonso 'Pocho' Rospigliosi para la revista Ovación. Nada menos que la friolera de 408'039,878 soles, cifra que, por cierto, convertida a moneda corriente tras la estanflación de los años ochenta, equivale a 41 céntimos de nuevo sol. Pero para entonces, representaba una cantidad incluso superior a la que se había recaudado en los duelos de Perú rumbo a su última clasificación a un Mundial, en las Eliminatorias a España 1982.

Había tanta gente ese día que hasta el presidente aliancista, Agustín Merino, debió hacer cola para entrar al estadio. El motivo de tal taquilla no era poco: ese día reaparecía en clásicos, luego de seis temporadas, nadie menos que Teófilo Cubillas, quien había vuelto a Matute semanas antes en duelo ante Sport Boys que DeChalaca ya ha reseñado. El 'Nene', sin embargo, no tuvo una jornada feliz: apenas dio tres a cuatro pases acertados y, tras la temprana lesión de Wilmar Valencia, debió pasar a cumplir labores de contención. Cierta prensa, infaltablemente cruel incluso con los más grandes, le pegó luego del encuentro: señaló que Cubillas debía "dedicarse a su nuevo papel de estrella de la televisión y retirarse definitivamente del fútbol".

Alianza había comenzado acciones con José Gonzales Ganoza en el arco; Jaime Duarte, José Casanova, Tomás Farfán y Gino Peña en la defensa; Wilmar Valencia, Juan Illescas y Teófilo Cubillas en el mediocampo; Raúl Mejía, Eugenio La Rosa y Humberto Rey Muñoz en el ataque. El técnico, Juan José Tan, echó mano de Jorge Cordero para reemplazar a Valencia, y luego de César Sussoni en sustitución de Peña.

García y Eugenio evitan el avance de Mejía (Recorte: Revista Ovación)

Por su parte, Universitario se presentó en La Victoria con Juan Carlos Jaime en la puerta; Leonardo Rojas, Martín Duffoó, Samuel Eugenio y Raúl García en defensa; Jaime Drago, Javier Chirinos y Germán Garagay en el mediocampo; Percy Rojas, Javier Torres y Juan Carlos Oblitas en el ataque. El técnico José Ramos Delgado sustituyó primero a Garagay por el 'Loco' Miguel Seminario, y luego a Torres para dar paso a Eduardo Rey Muñoz.

A lo hecho, pecho

El clásico comenzó como se esperaba: caliente. Cubillas le metió un pase largo -lo mejor que regaló en la tarde- a La Rosa, quien arremetió con todo hacia el pórtico de Jaime. Cuando 'Chispeao' debió sombrearle la pelota al golero argentino, se acabó enredando con ella y tropezando con el cuidapalos, tras lo cual quedó sentido y algo conmocionado. Pero luego hubo pocas acciones de gol hasta que un error sacudió la modorrra.

La acción ocurrió a los 31'. Un centro largo en arco Norte encontró a Tomás Farfán en posición de despejar. 'Pechito', al mejor estilo del 'Puma' Carranza en el Cusco trece años más tarde, se arrojó en espectacular cabezazo desde el borde del área en intento de tirar la pelota al córner. Lo que hizo, sin embargo, fue descolocar soberanamente a Gonzales Ganoza y mandarla adentro de su propio marco. Autogolazo y celebración crema en Matute.

Tras una serie de remates, 'Pechito' conseguiría el empate a los 55' (Foto: historiablanquiazul.wordpress.com)

Con Cubillas escondido, Alianza la tenía difícil. Pero el clásico brindó a su vez espacio para que Farfán se cobrara la revancha en el complemento. A los 55', una sucesión de remates que acosaron el pórtico de Jaime dejó la pelota flotando en medio del área. Allí, con arrojo, 'Pechito' se lanzó a buscar resarcir como fuera su error anterior. La impactó de cabeza y la mandó al fondo: empate 1-1, también de su autoría.

El partido, soso, dejó espacio para poco más. A 9 minutos del final, Drago tuvo la opción de darle el triunfo a la 'U' con un disparo de volea que rozó el poste de 'Caíco' Gonzales Ganoza. Y punto: el pitazo de Edison Pérez Núñez acabó con un clásico muy por debajo de lo esperado, pero histórico al fin y al cabo por alguien que no estaba llamado a ser protagonista y acabó, para su desazón y a la vez jolgorio, quedándose con ese rótulo.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: Revista Ovación, historiablanquiazul.wordpress.com

 


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