Carlos Dolorier: Misiles noventeros
Roberto Gando | @Roberto_Gando Editor |
El fútbol le permitió a Carlos Alexander Dolorier Zapata (Chaclacayo, 14 de octubre de 1966) ser reconocido -e incluso temido para algunos arqueros- dentro del campeonato peruano en los primeros años de la década de los noventa. Su carrera como profesional comenzó un poco antes con el Defensor Rímac, equipo chaclacayano con el que actuó en la Segunda División en 1988.
Para 1989 cambió de rumbo y se marchó a Hijos de Yurimaguas, conjunto con el que la siguiente temporada ganó el campeonato de la Segunda y logró el ascenso a la máxima categoría bajo el mando del chileno Miguel Ángel Arrué.
El hijo predilecto
Tras lograr con los de Ventanilla su primer título en el fútbol peruano, Carlos Dolorier subió también a Primera, siendo pieza fundamental de una campaña en la que Yurimaguas destacó por tumbarse a los grandes de Lima. Su primer gol se lo marcó a Octavio Espinosa, en el empate 2-2 en el estadio Nacional el 27 de abril de 1991, por el I Regional.
Ese año, Dolorier anotó un total de nueve goles. El que más se recuerda es el que le señaló a Alianza Lima en Matute al sombrear el balón sobre el golero Jesús Purizaga para cerrar la victoria de su equipo por 1-3 en la primera rueda del II Regional. La producción de Yurimaguas le alcanzó para salvar el descenso en desmedro de Unión Huaral, aunque para el Descentralizado de 1992 todo cambió.
En un club plagado de deudas y pese al esfuerzo del plantel por salvar la situación, el conjunto ventanillense apenas si pudo obtener dos triunfos en treinta fechas; destacó el de la segunda jornada por 3-1 sobre Unión Minas, con un triplete de Dolorier. En 1993, el ariete pasó a León, con el que debutó solo a finales de mayo en el Torneo Intermedio. Con pocas ocasiones de alternar, solo se mantuvo una temporada en Huánuco.
Guinda nacional
En 1994 el ‘Misil’ se mudó a la capital, donde Defensor Lima buscó armar un equipo capaz de pelear lejos del descenso que casi lo atrapa en la campaña anterior. Al final todo quedó en intención, pues la débil economía del cuadro de Breña lo volvió a meter en los últimos puestos. Pese a lo insalvable de la situación, Carlos Dolorier sí se destacó con una renovada cuota de gol, lo que lo llevó a ser convocado por Miguel Company para jugar en la selección peruana.
Con la blanquirroja jugó solo un partido en el Nacional, cuando el 19 de octubre ingresó a los 52 minutos en reemplazo de Darío Muchotrigo en un amistoso jugado ante Uruguay. El resultado fue una derrota por 0-1, pero su registro ya estaba marcado en una situación particular para un delantero que con su equipo no pudo evitar perder la categoría.
Para 1995 lo contrató Sport Boys, con el brasileño José Carlos Amaral como técnico. Con él al mando Dolorier tuvo sus mejores momentos vistiendo la rosada, pues llegó a marcar seis goles durante la primera rueda del Descentralizado; la situación, sin embargo, cambió por completo en la segunda parte del campeonato, ya que con el cambio de DT dejó de alternar y tuvo que volver a emigrar.
Costumbre en ascenso
Jugar con un equipo debutante en Primera ya era una historia conocida para Carlos Dolorier cuando en 1996 se unió a La Loretana, cuadro que ascendió al ganar la Copa Perú. De la mano de Henry Perales los resultados acompañaron al elenco pucallpino en la primera rueda, en la que el ‘Misil’ destacó en la fecha 9 con un golazo de chalaca a Municipal en el estadio Oficial -el actual Aliardo Soria Pérez-.
Para la segunda parte del campeonato la historia cambió, pues además del cambio de técnico -asumió el puesto Luis Zacarías-, la presencia de otros delanteros le fue quitando minutos en los partidos. Así, luego que en 1997 se tomó un tiempo de vuelta en la Segunda División, en 1998 firmó con Unión Minas, pero para entonces su carrera había ingresado en claro declive y con los cerreños apenas si jugó cuatro encuentros durante el Torneo Apertura.
Luego hubo que esperar casi un año para tener nuevas noticias de 'Misil'; Municipal fue el último club que le dio la oportunidad de jugar en la máxima categoría. Con los ediles jugó un solo encuentro, cuando tenían en el banco a la dupla formada por Hugo Sotil y Luis La Fuente. Fue el 25 de julio en Matute, cuando empataron 1-1 con Deportivo Pesquero y entró a los 35 minutos en lugar del juvenil Steve Bustamante.
Retirado de las canchas, Dolorier se dedicó a otras actividades relacionadas al fútbol, como en 2011, cuando dirigió al ADT de Tarma en el Torneo Intermedio y fue eliminado en tanda de penales por Sport Huancayo. Aun así, su nombre siempre se relaciona más con lo que hizo en su época, cuando destacaba, más que por su físico, por su capacidad para sorprender con una definición inesperada.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diarios El Bocón y El Comercio
escrito por manuel , February 08, 2017
escrito por Javier , February 08, 2017
Espectacular.