Marcos Calderón: Oso plantearlo
El nombre de Marcos Calderón Medrano (Callao, 11 de julio de 1928 - Ventanilla, 8 de diciembre de 1987) evoca a la vez dos grandes conceptos. Por un lado, el mito del técnico más ganador de la historia del fútbol peruano: un tipo único en su especie que se dio el lujo de dar diez vueltas olímpicas con los cuatro equipos más grandes del país (Alianza, Boys, Cristal y Universitario). Por otro lado, evoca al 'Oso': el prototipo de entrenador exitoso de antaño, apegado al buzo y al discurso motivador que sobre la base del carajeo previo a los partidos construye episodios de gloria -entiéndase una especie de Natalia Málaga con bigote y barba-.
¿Pero realmente Marcos fue un tipo alejado del trabajo esquemático de pizarrón? Cuesta creer que alguien que logró un récord que hoy asoma inigualable no haya tenido un mínimo patrón táctico, máxime cuando esos logros los consiguió repetir en etapas diferenciadas: con Boys, Cristal y Universitario campeonó con dos generaciones diferentes en cada caso, y en Alianza tenía todas las credenciales para hacer lo mismo cuando la tragedia de Ventanilla que este 8 de diciembre se evoca lo sorprendió hace 25 años. Por eso, en esta entrega de La Curva Diagonal nos hemos propuesto revisitar los sistemas de los equipos que el 'Oso' sacó campeones; no hemos considerado, cabe anotar, otros equipos exitosos bajo su batuta como Defensor Arica de 1969 o Deportivo Municipal de 1981, sino que nos hemos circunstrito a los que le granjearon vueltas olímpicas, ahora que estamos en tiempo de finales.
Boys 1958: La primera experiencia
Marcos Calderón consiguió su primer logro con Sport Boys en 1958, apenas dos años después de haber colgado los botines en el mismo cuadro rosado. Allí debió hacer un trabajo transicional, con un plantel que había superado la mítica estela de Valeriano López y el resto de su generación dorada y debía reinventarse. Apenas Horacio Cárpena, Isaac 'Paco' Andrade y Diego Agurto sobresalían como hombres de experiencia en un equipo que según la ubicación de sus laterales -Adolfo Calenzani y Andrade- pasaba de un tradicional 2-3-5 a un 4-2-4, sostenido en el despliegue del colombiano Óscar 'Severiano' Ramos como ancla.
Cabe indicar que ese equipo, antes del partido decisivo ante Atlético Chalaco, sufrió un cambio inesperado: Teodoro Boluarte, habitual volante, fue reubicado como puntero derecho en vez de Neptalí Briceño. Según el historiador deportivo Teodoro 'Lolo' Salazar, Marcos decidió tal cambio por cábala, ya que en 1951 Boluarte había jugado el famoso partido final del primer torneo profesional ante Deportivo Municipal en esa posición por la lesión de Manuel María Drago. Puro amuletería o decisión táctica, lo cierto es que le resultó: Boluarte anotó el gol que le dio a Boys el triunfo sobre Chalaco y el título.
Universitario 1964 y 1966-67: Ciclo brillante
Tras un breve paso por Defensor Lima, Marcos Calderón llegó a Universitario en 1964 y formó uno de los mejores equipos de la historia merengue: aquel que, tres años y pico después, alcanzó su cima al derrotar en solo 48 horas tanto a Racing Club como a River Plate en Buenos Aires por Copa Libertadores, en memorable jornada. Aquel plantel practicó el 4-2-4 y se apoyó principalmente en el surgimiento de dos grandes figuras en el mediocampo: Roberto Chale y Luis Cruzado, sobre cuya base se construía el resto del equipo. El 'Colorado' quitaba más y Chale construía, aunque en ambos casos con magnífico toque de balón.
En el arco hubo rotación: en 1964 tapó el espigado Dimas Zegarra, después predominó Juan Agurto y acabó asentándose Rubén Correa. En la zaga, desde su llegada de Municipal fue titular indiscutido Héctor Chumpitaz junto a otro de los grandes capitanes cremas, José Fernández, y lo propio ocurrió en la izquierda con el 'Cordobés' Nicolás Fuentes; a la derecha, fue titular Humberto Arguedas hasta que llegó Pedro Gonzales, y también alternó el 'Príncipe' Luis La Fuente. En la zona de ataque, el cuarteto inicial lo formaron por los lados Víctor 'Kilo' Lobatón -luego lo reemplazó el 'Ronco' Rodríguez- y el velocísimo Víctor Calatayud, mientras que al centro iban dos arietes contundentes: Ángel Uribe y Alejandro 'Pelé' Guzmán. Como se nota, era un equipo artículadísimo: recio atrás, inteligente al medio, rápido a los lados y potente en la definición.
Cristal 1972: Sin Rubiños en el arco
Tras su gran etapa en Arica, Marcos llegó a Cristal para 1972 y modificó algunos aspectos sustanciales en la estructura del equipo. Por ejemplo, se contrató a Ramón Quiroga y eso envió al banco al mundialista Luis Rubiños; y en el lateral derecho, Eloy Campos fue con el correr de las fechas dejando su lugar a César Tagle. sobre la base de la excéntrica personalidad del 'Loco', aquel Cristal comenzó a ser un equipo que enarbolaría uno de los estandartes de la historia cervecera: jugar bien y vistosamente.
El Cristal campeón de 1972 formaba con un 4-3-3 en el que, nuevamente, el eje del juego radicaba en dos actores centrales del mediocampo: el 'Flaco' Alfredo Quesada y el 'Cabezón' Ramón Mifflin, quienes en cierta forma emulaban las funciones que Chale y Cruzado habían cumplido en la 'U' de Marcos. Sin embargo, la diferencia era que a Quesada y Mifflin se les sumaba un tercer volante: José del Castillo o Augusto Palacios, el cual era el encargado de conectarse con la línea de ataque. En esta, Tadeo Risco y Vinha de Souza trabajaban por las bandas como buenos punteros de antaño y en punta quedaba Carlos Gonzales Pajuelo.
Alianza 1975: El preludio de un sueño
Después de tres años en Cristal, Marcos pasó a Alianza y nuevamente se estrenó como campeón. Los íntimos, que habían estado nueve años sin celebrar un título, lo consiguieron sobre la base de un equipo formado en casa y en el que comenzó a gestarse la llamada "mejor volante del mundo" de la que el propio Calderón gozó satisfacciones en el Mundial de Argentina 1978.
Aquel Alianza, nuevamente, contaba con un ancla fundamental: José Velásquez, quien a despecho de sus problemas con el propio Calderón era el patrón auténtico del equipo ya desde entonces -'Caíco' Gonzales Ganoza comenzaba apenas a hacerse de la titularidad-. A su izquierda se desplegaba César Cueto, y a la derecha jugaba o bien Augusto Palacios -traído de Cristal por el 'Oso'- o bien Jaime Duarte, quien se inició en esa posición, pues por entonces el lateral derecho era Moisés Palacios. Arriba, el tridente era más efectivo que vistoso: Juan Rivero y Juan José Ávalos iban por las puntas con un juego entre bullidor y contundente, y al centro quedaba Carlos Gómez Laynes.
Cristal 1979-1980: Celeste de vuelta
El Cristal de finales de los setenta no solo recuperó el celeste para su casaquilla, sino que con Marcos de regreso en el banco también recobró la identidad ganadora y de fútbol vistoso. Fue uno de los equipos más poderosos de la historia rimense por la jerarquía del plantel y la solvencia con que consiguió el bicampeonato, basada en una identidad ofensiva que conseguía transformar un 4-3-3 base en un 4-2-4 que por entonces caducaba en el fútbol internacional pero que acá el 'Oso' conseguía seguir practicando con éxito.
Con Ismael Soria, Héctor Chumpitaz, Rubén Toribio Díaz y José Navarro, ese equipo tenía solidez de categoría internacional en el fondo, por supuesto contando con la experiencia de Quiroga en el arco. En el centro había un obrero: Pedro Chinchay, encargado de los quites, para que Alfredo Quesada distribuyera. El genio y vedette era Julio César Uribe, mientras que arriba el tridente metía miedo: el 'Trucha' Percy Rojas y Juan Carlos Oblitas a los lados y Oswaldo 'Cachito' Ramírez al medio. Pero había un hombre clave adicional: Roberto Mosquera, quien podía alternar entre la volante y la delantera para transformar el esquema según lo que el equipo requiriera. Fue, quizá, uno de los equipos con mayor capacidad de acomodo al rival que tuvo Marcos.
Boys 1984: El regreso a las fuentes
Después de su exitoso paso por Municipal y un periplo por Venezuela, Ecuador y México, Calderón volvió a su hogar: el Callao y su querido Sport Boys, con el que dio la última vuelta olímpica de la que hasta hoy ha gozado el cuadro rosado del puerto. Y lo hizo con el mérito adicional de haber contado con uno de los planteles con menos cartel que le tocó dirigir a lo largo de su carrera, basado en jugadores a los que fue potenciando sobre la marcha y el eje ya no sostenido en la zona de marca, sino en la creativa con un 4-3-3 soportado en una rutilante figura: Juan Carlos Cabanillas.
En el arco de ese Boys figuraba el 'Chacal' Darío Herrera, y atrás la zaga regular era formada por Félix Puntriano, Pedro Requena, Miguel 'Nana' Mendoza -a veces reemplazado por Carlos Izusqui- y César Espino. Al medio, César Peralta hacía el trabajo sucio, David Zuluaga la labor mixta y el 'Pato' Cabanillas orquestaba la creación. Arriba, la conformación de la delantera era del estilo el Alianza del '75: un tridente más contundente que vistoso. El goleador Johnny Watson y Víctor Hurtado iban por los lados con libretos similares y para concluir estaba al centro Héctor La Torre. Era un equipo sin demasiado banco: apenas el 'Camote' José Luis Vásquez alternaba en ocasiones, pero poco más, pese a lo cual consiguió campeonar con clara superioridad.
Universitario 1985: Eficiencia antes que elegancia
Si la 'U' de los sesenta había sido un equipo, ante todo, elegante, el que Marcos construyó en su regreso a Odriozola luego de campeonar con Boys fue más bien un cuadro eficiente. Eso pudo denotarse desde el mismo hecho en que al 'Oso' no le tembló la mano para sentar a pesos pesados: Ramón Quiroga y Juan Carlos Oblitas, por ejemplo, fueron cediendo con el correr del torneo sus lugares a los emergentes César Chávez Riva y Claudio Pedraglio, por ejemplo.
Ese 4-3-3 de Universitario tenía una zaga medianamente estable: Leo Rojas y Raúl García -este a veces reemplazado por Hugo Gastulo- eran los laterales, mientras que al centro quedaban Javier Chirinos y Freddy Ternero. En el mediocampo, nuevamente se repetía el libreto de labores repartidas: destruía Luis Reyna, marcaba los tiempos Jaime Drago y creaba el 'Mellizo' Fidel Suárez. Arriba, Eduardo Rey Muñoz y Claudio Pedraglio sostenían el juego explosivo por los lados, mientras que en punta la culminación estaba a cargo del 'Loco' Miguel Seminario.
Alianza 1987: El último adiós
Nunca se sabrá si la última experiencia como DT de Marcos hubiera o no llegado a ser exitosa, aunque como DeChalaca.com ya ha comentado, el equipo aliancista de 1987 acabó consiguiendo lo mismo que procuraba aquel que cayó en el Fokker: forzar una final con Universitario, que ya estaba clasificado a ella. En cualquier caso, cabe incluir al equipo que pereció hace 25 años en este análisis para ver a qué jugaba con el objetivo de cerrar un palmarés impecable para su técnico, que con aquel título habría conseguido campeonar con los cuatro grandes en dos etapas distintas en cada caso.
El 4-3-3 del Alianza que partió al más allá tenía, respecto de los otros equipos de Calderón, la diferencia de contar con el líder en el arco: Gonzales Ganoza, por experiencia, acicateaba al resto del equipo. Pero en el mediocampo había un eje: José Casanova, quien desde la primera línea orquestaba el juego, y arriba estaba el otro gran punto de referencia, llamado Luis Escobar. Atrás las cosas eran claras: César Sussoni, Tomás Farfán, Daniel Reyes y César Espino -reemplazado en Pucallpa por Gino Peña- formaban el cuarteto del fondo, mientras que al medio Juan Reynoso -otro ausente en la tragedia- sopesaba a Casanova y a Carlos 'Pacho' Bustamante. Arriba la delantera tenía por derecha a Juan Illescas, quien también se salvó, Alfredo Tomassini y Luis Escobar.
El patrón que se desprende
De lo analizado, queda algo clarísimo: ese liderazgo que Calderón ejerció siempre desde el banco, como figura que mandaba e imponía su voz de autoridad, requirió siempre de un portavoz en el campo. Una figura que, indistintamente de en qué parte del equipo se ubicara -generalmente fue al medio- conseguía imponer su personalidad y hacerse figura principal. Fueron, pues, equipos muy peruanos en el sentido quizá peyorativo del término: equipos que requirieron de un caudillaje muy marcado para conseguir éxitos, acaso recordándonos que esa es una característica de la que históricamente le ha costado sacudirse a nuestra sociedad.
Pero aun cuando hoy liderazgos como el de Calderón -o el de Natalia Málaga, o el de tantos otros- nos parezcan, por decirlo de alguna manera, poco sofisticados desde el campo de la academia o el discurso de la modernización en pro de un deporte mejor desarrollado y sustentado, el respaldo de las cifras es innegable para el caso de Marcos. ¿Alguien se asomará siquiera alguna vez a su magistral récord de 10 títulos repartidos entre los cuatro grandes y encima en distintas etapas? Quién sabe si algún día un método científico proporcione la respuesta.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recorte: diario La Crónica
escrito por lolo de caujul , December 09, 2012
escrito por Vampiro , December 09, 2012
Alianza, Cristal y Universitario quizás sean los más populares, pero Boys no pasa de ser un cuadro "animador"...
escrito por Julio , December 09, 2012
escrito por mladen , December 09, 2012
Estan seguro que Pedraglio era delantero en al U del 85? Me parece q es un error porque lo recuerdo como back central del Boys y Cristal o es otro Pedraglio??
escrito por jaime duarte huerta , December 09, 2012
escrito por miguel , December 09, 2012
escrito por Alfonso , December 09, 2012
¿Qué? No sé con qué base este lector hace tal aseveración. Grande es el que crece, el que se mantiene en la historia, no el que practicamente desaparece o se va a segunda cada 3 años.
escrito por miguel , December 10, 2012
Juventus de Italia se fue al descenso en 2006, debido a un caso de corrupción por partidos arreglados. La Vecchia Signora logró el Scudetto ese año, pero la Federación lo sancionó con una quita de puntos y decretó su baja a la Serie B.
El Milan perdió la categorÃa en 1980 tras una sanción por corrupción. En 1982 volvió a descender, esta vez por mala performance en la Serie A.
Manchester United de Inglaterra pasó dos veces por la segunda categorÃa: en las temporadas 35-36 y 74-75.
Liverpool estuvo siete años en la segunda división, entre 1954 y 1962.
En 2000, Atlético Madrid descendió y pasó dos temporadas antes de regresar a la Liga Española.
Palmeiras de Brasil perdió la categorÃa en 2002 y regresó un año después al Brasileirao.
Gremio registra dos descensos en su historia: 1991 y 2004.
Fluminense perdió la categorÃa en 1996, pero en 1998 terminó aún más abajo, en la Serie C. Para el año 2000, el Flu ya estaba otra vez en la máxima categorÃa.
Racing desciende en 1983 y regresa a Primera dos años después, de la mano del "Coco" Basile.
San Lorenzo fue el primer grande en perder la categorÃa, en 1981. La campaña en la B en 1982 fue espectacular, con récord de público, y asà pudo volver a la A.
Corinthians de Brasil descendió en 2007.
escrito por Mencheli , December 10, 2012
escrito por Friedenreich , December 11, 2012
Sin duda, el técnico más exitoso de la historia de nuestro paÃs. Grone tenÃa que ser...
Marcos Calderón era recontrachalaco y del Boys, eso es muy bien conocido.
escrito por Omar , December 11, 2012
escrito por ricardo , December 11, 2012
Y para Mencheli... solo boca e independiente son de los grandes los unicos que nunca descendieron de categoria en argentina.
escrito por Roberth , January 13, 2013
escrito por Kaiser , February 15, 2014
- En el Cristal del 72 Mifflin jugó poco, su puesto en la volante fue ocupado por Roberto Chauca, que se encargaba de la contención y dejaba a Quesada en la función de pivote y a Del Castillo más libre. Tal vez la confusión viene porque esa recordada volante de Quesada, Mifflin y Del Castillo marcó una época en el fútbol nacional entre el 69 y el 71, pero para el 72 el titular ya era Chauca. En cuanto a la delantera, Gonzales Pajuelo era quien solÃa pegarse a la banda izquierda y Vinha de Souza quedaba como centrodelantero (y el brasileño las metÃa absolutamente todas).
- En el Cristal bicampeón del 79-80 Mosquera jugó más veces que el 'trucha' Rojas, que solÃa jugar más en la posición de Uribe, pero que poco a poco fue cediendo su puesto. De igual forma hay que mencionar a Eloy Ortiz que fue el titular de casi todo el Descentralizado 1980 en la banda izquierda, pues a medidados de ese año Oblitas se fue al extranjero.