Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comMunicipal decretó su regreso tras 7 años en donde vivió los peores momentos de su historia. La 'Academia' nos deja más de una lección pero, por sobre todo, impregna un concepto poco visto en nuestro fútbol: se puede renacer de la nada.

No era un domingo cualquiera para todo aquel que lleve la franja en el pecho. Tampoco lo era para todo aquel que, sin ser hincha de la 'Academia', se haya conmovido al ver el sufrimiento de sus seguidores durante estos años. Y algó así le tocó vivir a este servidor cada vez que le tocó cubrir al cuadro de la comuna. Desde que pisó el mismo infierno en 2011, cuando vivió las horas más oscuras de su historia inmiscuido en la Liga Distrital de Cercado.

Allí, lejos de los días llenos de gloria, el cuadro edil estaba relegado a jugar en canchas de estado deplorable y con todas las condiciones que podrían haber hecho tirar la toalla a cualquiera. Sin embargo, Municipal se sostuvo incólume. Por respeto a su historia, a su legado de jugadores leyendas y, en especial, por esa hinchada que jamás lo abandonó. Sí, los mismos hinchas que gritaron a todo pulmón los goles del ascenso en Huaral, tan igual como los goles que le marcaron a Juventud Villa María o Real Brazinau en su liga distrital.





Por todo ello fue un privilegio vivir de cerca la vuelta olímpica de la 'Academia' en el Julio Lores Colán. Porque allí no solo se confundieron los abrazos, lágrimas, gritos y arengas de los jugadores ediles exhibiendo el trofeo, también hubo lugar para el reconocimiento a esa fiel hinchada que es el mejor patrimonio del club. Volvió un grande a nuestro fútbol profesional. Un grande que tiene el corazón más grande de todos. Qué duda cabe.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Video: Youtube / usuario Georgina Carlos

 


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