Dos goles del delantero del Sevilla Luis Fabiano libraron a Brasil de una sorpresa a manos de Uruguay. El 2-1 que reflejaba el marcador del 'Morumbí' de Sao Paulo dejó a los charrúas sin premio alguno a una gran perfomance que no pudo traducirse en puntos ante el poder casi divino verdeamarelho, con el heroísmo del portero Julio César de por medio.

Foto: globo.com

La tradición histórica de ambos cuadros vislumbraba el desarrollo de un partido de gran intensidad. Sobre todo por los antecedentes inmediatos: se enfrentaban la selección uruguaya, que venía de salvar un punto de local frente a Chile, y la brasileña, que sin convencer y jugando solo a medio gas empató en Lima.

Luis Fabiano, llamado a último momento y goleador del Sevilla, festejó por partida doble y le dio una sufrida victoria a la selección auriverde (Foto: globo.com)Kaká comentó en la previa del partido que Brasil no jugaba acorde a lo que una tradición y una gran hinchada lo solicitan. Se ensayaban las típicas quejas contra los principales astros del 'Scratch' de no dar el máximo en la selección al igual que en sus clubes. Pero señores… Brasil es lo que ha sido por tener a dónde mirar cuando una pieza no funciona. Presume de tener una cantidad de variantes innumerables de primera calidad y apela remotamente a la también válida ley de “la suerte del campeón”.

Uruguay venía de dejar buenas impresiones presentándose como una candidata fuerte a pelear por un cupo mundialista, pero con su eterna falencia de no poder concretar en goles el dominio que logra o confiarse antes de tiempo para así pagar duramente las consecuencias.

Con cabezazo del 'Loco' Abreu, Uruguay abrió pronto el marcador, pero su falta de eficacia le hizo perder un partido de forma totalmente injusta (Foto: elpais.com.uy)

Sobre el partido en sí se puede afirmar que el resultado ha sido consecuencia de lo mencionado anteriormente. Un Uruguay bien sistematizado por Tábarez, con un inspirado Cristian Rodríguez, empezó dominando el partido y creando numerosas ocasiones por parte de sus dos referentes ofensivos, Suárez y Abreu. Fue el ‘Loco’ el que consiguió la apertura del marcador antes de los 10 minutos tras un certero cabezazo tras pase de‘Cebollita’ Rodríguez. Y pese a la ventaja, el cuadro charrúa continuó presionando y creando situaciones de peligro a una incierta defensa, que extrañaba al sancionado Lúcio.

Si Uruguay no logró aumentar el marcador fue gracias, indudablemente al portero brasileño Julio César, quien prácticamente solo, debido a la poca ayuda de su bloque defensivo, salvó y dio respiro al equipo de Dunga. Sobre el final del primer tiempo, un aislado ataque brasileño se tradujo en el empate, a través del llamado a último momento Luis Fabiano, quien en un remate al primer palo casi sin ángulo agradeció la mala respuesta del portero celeste Carini. Al descanso empatados e, increíblemente, la exigente afición brasileña podía estar feliz.

La delantera charrúa fue incisiva, y complicó a la zaga brasileña tanto que esta tuvo que apelar al juego fuerte, como aquí hace Juan frente a Abreu (Foto: FIFA.com / Reuters)Para el segundo tiempo, los celestes continuaron con un contundente ataque pero sin eficacia alguna. Julio César mantenía su estela de figura y con tres grandes intervenciones era el único que no recibía críticas de la torcida. Dunga tuvo que poner mano dura y sin contemplaciones relevó a un discreto Ronaldinho, que estuvo totalmente desaparecido. El ingresante Josué colocó un poco más de ritmo al equipo brasileño y gracias justamente al volante del Wolfsburgo alemán llegó, claro está, injustamente el 2-1 en el marcador nuevamente marcado por Luis Fabiano.

Con ello quedó explícitamente claro lo mencionado anteriormente acerca la capacidad que tiene Brasil en poder apelar a una banca de suplentes que pueda responder de igual o incluso mejor forma que los teóricos titulares. Pese a que gran parte del “poderoso” ‘Scratch’ jugaba de forma pasiva y sufriendo más de la cuenta en el propio 'Morumbi', apela al cambio y encuentra a un Luis Fabiano que como carta de presentación ofrece las credenciales de actual goleador de la Liga Española. Un jugador de características letales, que con espacios y aprovechando alguna distracción de la defensa rival puede salvar un partido.
Con cara de circunstancia y gran sinsabor, a los celestes no les quedó otra que dar la mano y volver a Uruguay sin punto alguno (Foto: elpais.com.uy)

Con la victoria parcial, Dunga dio descanso a Robinho y ya ante un equipo uruguayo visiblemente golpeado y notoriamente cansado dejó que pasaran los minutos y logró así una victoria de vital importancia ante un rival clásico frente al que Brasil jamás se dará por satisfecho.

Que les expliquen a los uruguayos el poder que tiene Brasil; que jugando mal y siendo dominado en la mayoría del partido, es capaz de quedarse con los tres puntos. Que les expliquen a los uruguayos que en el fútbol no hay justicia, y que si no se marcan goles no se puede esperar algo positivo. De consuelo les queda a los charrúas el sabor de haber merecido algo más y una filosofía de juego que seguramente dará en algún tramo de las Eliminatorias buenos resultados, pero en una cancha lejos del imponente 'Morumbí' y lejos también de poder luchar contra algo más que 11 jugadores cualesquiera.

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