Cierre sin magia
Cerrando la primera fecha, en un partido colmado por la expectativa general, Colombia empató 0-0 con el pentacampeón mundial Brasil, que lució flojo en sus líneas. El duelo retrasó su inicio por espacio de 40 minutos por las fuertes lluvias sufridas por Bogotá; quién sabe si hubiera sido preferible postergarlo debido al discreto juego ofrecido por ambas escuadras.
¿Entretenido el partido? Dándole la contra a las voces de la televisión que narraban que el choque suscitaba emociones y un juego fluido, en opinión de este redactor el encuentro careció de emociones y oportunidades claras. Es peculiarmente extraño que equipos de tradición ofensiva como Colombia y Brasil no incrusten goles en la redes cuando se cruzan entre sí: en cuatro partidos disputados por Eliminatorias en Bogotá, el de este domingo es el tercero que culmina 0-0.
Radamel Falcao García venía de ser
figura en los últimos partidos disputados en el Apertura argentino con River Plate y Wason
Rentería -el que más flojo estuvo- venía de anotar algunos goles en el Racing
de Estrasburgo de la Ligue
1 en Francia. Por parte de los brasileños, el tridente ofensivo conformado por
Kaká, Ronaldinho y Robinho nunca se juntó para elaborar
jugadas de peligro. El último de los citados y Vágner Love estuvieron lejos del arco rival, casi
cumpliendo labores de marca para tapar la salida de los zagueros cafeteros.
Algo que se le pude increpar a los técnicos de
ambas selecciones es la apuesta conservadora que hicieron. Es indudable que el conjunto
dirigido por Jorge Luis Pinto es un
grupo que todavía no se conoce al máximo, debido a que son 14 los nuevos jugadores incorporados en la convocatoria luego del bochorno de la última Copa América. 
También es claro que por esta parte del planeta casi ningún equipo puede salir a jugar de igual
a igual contra una selección brasileña así nomás, pero quedó la sensación de que la propuesta del ex entrenador de Alianza Lima pudo ser algo más ambiciosa. Como fuere, Pinto no
pudo dar más indicaciones a sus jugadores porque terminó expulsado durante el
transcurso del partido por reclamar airadamente un penal inexistente.
Dunga también hizo su parte. En la filosofía de juego del técnico brasileño predominan lo práctico, la precaución y lo sencillo ante todo. Por ello, hasta cuando ya se iba a acabar el encuentro se sabía que estaba buscando mantener el cero, y por ello mandó a la cancha a Josué para darle mucha más marca al mediocampo ya que las individualidades no rendían su fruto. Se puede comprender la prevención debido a que el partido se realizó en una ciudad de altura (2,600 msnm), aunque Brasil en la Eliminatoria pasada consiguió ganar allí 1-2 con anotaciones de Ronaldo y Kaká. Este último actualmente está pasando la mala factura de la crisis del Milan, a pesar de haber sido considerado por la FIFA candidato a jugador del año. Ronaldinho también estuvo impreciso hoy, al parecer apercibido por las críticas que recientemente viene recibiendo en España.
Lo positivo de la noche fue la comentada renovación de la oncena
colombiana. Luego de la
salida abrupta de Iván Ramiro Córdoba de la selección debido a
problemas
personales con Pinto, se puede decir que no se lo extrañó tanto: la
pareja formada por Walter Moreno y Aquivaldo Mosquera lució bastante
mejor afiatada que la que hasta hace no mucho formaban el defensor del
Inter y Mario Yepes. La dupla retuvo gran
parte de los ataques brasileros y estuvo coordinada en el juego áreo.
En
sí, los cuatro del fondo cafetero se mostraron precisos en los cortes y
los laterales
Zuñiga y Vélez destacaron yendo al ataque, aunque lucieron algo
erróneos en los servicios. En suma, defensivamente Colombia mejoró
bastante; quizá ya no sea fácil meterle más de dos goles recordando la
mala imagen que dejó ante Paraguay y Argentina en la Copa América, pero
a sus delanteros, aun cuando vengan en racha, tampoco parece serles
sencillos anotar en los arcos rivales.
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