Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comUn Perú descontrolado perdió en todos los ámbitos ante un Chile igualmente frenético, pero inteligente. Un Clásico del Pacífico muy vistoso a ojos externos imprimió a la blanquirroja un duro golpe táctico y anímico a una sociedad futbolística de reacciones adolescentes y con varias dolencias latentes.

PARTIDAZO. Cuesta decirlo pero cualquier análisis en frío tiene que comenzar por lo más importante en términos futbolísticos: este Perú - Chile fue un partidazo. Sobre todo en un primer tiempo que tuvo de todo y para coleccionar. A ojos externos, fue una delicia: goles, chances perdidas, espacios abiertos, una roja, un penal. Clásico. Con todos los ingredientes. Si se hubiera tratado de un Alemania - Inglaterra o un Argentina - Uruguay pasaríamos días comentándolo con emoción y halago. Pero no es así, porque en este caso nos toca. Nos tocó.

PARTIDAZOS. Pártase de una premisa indiscutible: jugar con diez hombres ante uno de los mejores equipos del mundo -hoy Chile lo es, y el que no quiera aceptarlo puede ir sacando las canicas- es suicida. Es conceder demasiada ventaja. Sobre todo por eso, lo de Cueva, parafraseando a don Valentín Paniagua, fue torpe, sucio y subalterno. Quedar con diez temprano contra el mismo rival dos veces en un año ilustra una poderosa capacidad de autodestrucción, que no es otra cosa que reflejo de uno de los vicios más importantes de la sociedad peruana. En cualquier caso, es imposible analizar el partido sin entender a la expulsión como el punto de inflexión que lo transformó de manera irremisible.

ACTOS DEMENCIALES. La roja de Cueva, así como la de Zambrano a finales de junio en la semifinal de Copa América, son también reflejo de algo social que duele: un importante porcentaje de peruanos habría actuado exactamente igual que ellos dos o que los tarados que quisieron meterse en Occidente a una cabina en la que transmitían periodistas chilenos. Y no solo por achorados o matones, sino principalmente por el rival que había al frente. Aceleración excesiva e inmadurez mental para afrontar un partido pesado ante un rival contra el que hay pica porque se trata de un clásico. Sampaoli, que por algo se formó como DT nada menos que en el Callao, ha mostrado tener más esquina que cualquiera de esos peruanos de barrio pé, de su batería pé. Aun cuando haya quienes lo alaben por idealista, es difícil creer que la búsqueda explícita de esas rojas no haya estado en alguno de sus múltiples cálculos.

Cueva y una expulsión que perjudicó las aspiraciones peruanas. (Foto: Raúl Chávarry / DeChalaca.com) 

ACTOS DEMENCIALES (II). En la cancha, como está explicado en el DeChalacaLab del cotejo, los dos equipos prodigaron un suculento menú de ocasiones de gol como consecuencia común de salir al campo con tres delanteros netos y de contar con defensas abiertas. Pero esto último obedeció a dos razones, más bien, muy diferentes. Mientras Chile era laxo en el fondo por decisión propia, con dos zagueros centrales abiertos casi por las rayas y dejando tremendos huecos en el uno-dos, Perú también lucía forados pero por decisión de las fuerzas de la naturaleza, ya que Zambrano y Ascues no consiguen relevarse de modo óptimo para que no se forme una zona gris entre la zaga central y la primera línea de mediocampo, donde Ballón esta vez quedó solo porque Perú quería ocuparse más de atacar. Por eso, mientras el uno-dos al fondo de Chile dependió de la magnífica jornada de Farfán, el uno-dos de Chile se tradujo en cuatro goles de fulbito o training mode.

REACCIONES RACIONALES. Con el 2-4 a cuestas, aunque doliera, lo más pragmático era cerrar el fondo para evitar que nos llenaran la canasta. Mal que bien -y para bien-, Perú se concentró más en defenderse mejor un buen tramo del segundo tiempo antes que intentar encimar al rival a cualquier precio. Es verdad que Chile bajó revoluciones, pero fue el reacomodo con Tapia en el campo el que permitió ordenar el partido. En el otro lado del campo, se criticó mucho a Reyna, quien jugó en la ubicación en que -nos guste o no- actúa en Europa: fue una apuesta del técnico que salió mal. Y Gareca tuvo la humildad y valentía -que no tienen muchos otros entrenadores, y menos en un partido de esta exposición- de reconocer su error y enmendar el cambio. Le quedará, como en Barranquilla con su primera sustitución a los 73 minutos con 37 grados de calor, una deuda en mejorar el timing de las variantes; pero ya comenzó por lo más importante, que es aceptar la equivocación propia.

Más allá de comentarios inoportunos, la gente apoyó. (Foto: Luis Chacón / DeChalaca.com) 

REACCIONES "RACIONALES". Absolutamente nadie entre los asistentes al Nacional, barrabravas o turistas, despotricó o fustigó a la selección por entrega o decisiones técnicas. No hubo, por la noche del martes 13, más espacio para reproches que el derivado de la cólera de haber perdido un clásico en el que nos superaron tan bien y nos superamos a nosotros mismos tan mal. Entonces, ¿qué explica la triada de animalidades preguntadas en conferencia de prensa (porque si bien hubo una que tuvo difusión mediática, hubo otro par que ameritó insecticida)? Pues no la irracionalidad o la supina estupidez, sino un modus operandi periodístico que obedece a una lógica muy elemental: cuando quiero obtener algo de ti, te pego, para que me des tu "cariño" y así yo te deje de fastidiar. Un mecanismo de sicariato que existe en la prensa deportiva peruana con forma y nombres definidos, oh casualidad, más o menos desde las épocas en que dejamos de ir a mundiales. Voces y plumas con precio que, justamente, acusan de tener precio a todos los demás, sea porque el ladrón piensa que todos son de su condición o porque al fin y al cabo ensuciar más permite que se desempeñen en el hábitat que mejor conocen, que es la mugre. Sí, aunque nos cueste comprenderlo, no se trata de gente equivocada: es gente que sabe bien lo que hace porque es la única forma de que algunas migajas permitan a sus mediocres desempeños profesionales obtener algunos réditos económicos. Un procedimiento, aun asqueroso y nauseabundo, indiscutiblemente racional.

REACCIONES INTELIGENTES. Gareca, bien aleccionado por Oblitas y por todo lo que conocemos del medio, ya sabe que a la carroña no hay que mirarla ni escucharla e ir para adelante después de contestarle alguna generalidad. Perú necesita pensar única y exclusivamente en ganarle a Paraguay en noviembre, lo que será condición impostergable para cualquier pretensión que exista hacia delante. Ciertamente, sería más importante que esta selección se concentre en buscar que competir antes que en clasificar; será muy complejo que ese porcentaje de peruanos que se habría ido de la cancha de la misma forma en que lo hicieron Cueva y Zambrano comprenda eso, y seguramente habrá mucho torpedo por sortear. La diferencia es que hoy, el discurso sensato sí tiene canales por los cuales difundirse para respaldar un proceso que perdió apenas los dos primeros rounds de dieciocho.

Fotos: Luis Chacón y Raúl Chávarry / DeChalaca.com


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La crónica del Perú - Chile: Hay que salir de la Cueva

Comentarios ( 3)add
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escrito por marco , October 16, 2015
Buen comentario, lo de la carroña periodistica, ahora el historial de partidos ganados con Chile se acentúa mas desventojosa, antes ellos nos ganaban 3 y nosotros 2, ahora se acentuado en 5 a 1, Para varios jugadores de Chile, estos encuentros ya no lo consideran un clasico. espero solo que a un futuro cercano con los triunfos que Peru pudiera dar, la desventaja no se torne mas acentuada y se pueda dar una cierta paridad, aunque me temo que vamos a tener que esperar varios años para ello.
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escrito por Ernesto , October 16, 2015
Bien dicho para calmar un poco a esa jauría que encabeza Felipe Mantequilla ... Ahora, yendo solo al futbol: Duele doble que tan buen partido no se haya podido dar Once vs. Once , por 2da vez, y que esa curiosidad siga insaciable por culpa de nuestra inmadurez .. Asimismo, comienzo a dudar de que la dupla Zambrano-Ascues sea la idónea en adelante y no por la calidad individual de cada uno sino por la sincronización que depende mucho de que al menos uno hable y me parece que los dos son mudos, desgraciadamente .. Me queda también la posibilidad de subir al Negro a la volante por Loba que es un crack pero 37 años en este nivel de ritmo no son para 90 minutos definitivamente .. En fin, ganándole a Paraguay revivimos y debemos ir a GANARLE a Brasil, totalmente posible, estoy seguro... Otrosí, estoy de acuerdo de que Peru-Chile ya no es un Clásico, por lo cual deberíamos ni mencionar esa palabra hasta que equiparemos resultados nuevamente (ellos, con la soberbia de siempre y penosamente ahora muy justificada por los resultados, dicen que nunca lo fue)
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escrito por Juancho , October 16, 2015
El problema para los de dechalaca.com es que estan seguros que tienen la razón.
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