Foto: Don Balón Perú

Aun en un momento de tensión álgida en el fútbol peruano como el actual, enfrentar a Paraguay es un motivo para creer que el balón es capaz de regalar alegrías. Hay por qué: entre los nueve seleccionados que comparten la zona sudamericana con la blanquirroja, el guaraní es el único contra el que cualquier partido jugado en Lima por Eliminatorias ha reportado sonrisas.

La historia sabe ser generosa incluso con quienes escriben páginas oscuras en ella. Si las polémicas suscitadas durante los últimos días a partir de la reelección del presidente de la Federación Peruana de Fútbol han pasado a un segundo plano, no es por otra razón que la -más estratégica que casual- cercanía de los comicios al primer partido eliminatorio contra Paraguay.

La estampa insustituible de Palacios y su lema patentado frente a Paraguay (Foto: delgol.com)Han predominado en el correr de las últimas horas socavados pedidos de unidad a fin de conseguir un resultado positivo este sábado. ‘Chemo’ del Solar y (la mayoría de) sus jugadores han acertado al concentrarse en  La gente, aun con largas colas y escandalosos volúmenes de reventa de por medio, dirá presente en este partido. Pero esa reacción no es gratuita, y no solo tiene que ver con el amor por los colores patrios, aquel que el famoso polo del ‘Chorri’ Palacios perennizó cuando su golazo a Chilavert el año 2000. El hincha del fútbol sabe que si un partido le regaló sonrisas en la historia de las Eliminatorias, ese fue el Perú-Paraguay jugado en Lima.

La generación actual -años más, años menos- ha tenido la fortuna de espectar los cuatro partidos entre ambos conjuntos que se han jugado en la capital peruana en pos de clasificar a mundiales. Cualquier otra selección de Sudamérica, incluso las habitualmente minimizadas Bolivia (derrota 1-2 en 1989) o Venezuela (empate 0-0 en 2004), ha sabido amargar jornadas en Lima. Evocar recuerdos permite que el hincha, una vez más y a pesar de todo, crea.

 

1993: La tarde de la ironía
Perú enfrentó por primera vez a Paraguay en Eliminatorias por la sexta y última fecha de la clasificación a Estados Unidos 1994. Un 5 de setiembre de 1993, apenas algo más de 7,000 personas se dio cita al Nacional para, ante todo, pifiar al técnico Vladimir Popovic, al que una prensa algo exagerada había satanizado como el culpable de la eliminación cantada de una selección que de antemano no contaba con un plantel capaz de hacer un papel decoroso, Setiembre de 1993: Muchotrigo abre la cuenta para Perú sobre Paraguay en el arco norte del Nacional (Foto: youtube.com / Global Televisión) como lo reflejaba su eliminación luego de haber perdido los cinco partidos previos.

Esa tarde, el entrenador yugoslavo, en un ataque de populismo, lanzó al campo a los ‘Potrillos’ de Alianza Lima reclamados por la afición: Marco Valencia y Darío Muchotrigo fueron titulares y respondieron generando la apertura del marcador con una buena definición de ‘Arañita’ (22’). Paraguay empató a los 61’ con un golazo de tiro libre de Alfredo Mendoza, pero para ese momento, la transmisión que ATV hacía del partido con relatos de Luis Alberto Cueva ya había pasado a un segundo plano en los televisores: el zapping hacia América TV era pleno porque allí ‘Rulito’ Pinasco iba, uno a uno, gritando los cinco tremendos cañonazos que Colombia le marcaba a Argentina en Buenos Aires para infringir a los albicelestes la derrota más humillante de su historia.

Ello, simultáneamente, encendía los ánimos en el Nacional: si Paraguay conseguía voltear el partido, clasificaría como segundo del grupo y dejaría fuera a Argentina. Pero algunas polémicas previas al partido entre Jorge Amado Nunes, por entonces ídolo de Universitario, y sus coterráneos y enemigos públicos José Luis Chilavert y Roberto Cabañas, entonces puntales de la albirroja, ya habían condicionado al público en contra de los guaraníes. Por eso, el segundo gol peruano, obra de Jorge Soto -que iniciaría ese día su serie de recordados goles a Chilavert- tras un jugadón individual a los 78’, fue tan gritado en Lima como en cancha de River Plate. Mendoza volvió a igualar a los 81’ de cabeza, pero no alcanzaría: Chilavert se fue refunfuñando, Cabañas llorando a mitad del campo y Perú, una vez más, sin entender para qué diablos le servía el único punto que acababa de conseguir en esas olvidables Eliminatorias. (Ver compacto del partido en YouTube – Usuario: Broncano / Fuente: Global Televisión)

 

1997: Aplausos de dignidad
Así como los Perú-Paraguay hoy abren Eliminatorias, también supieron culminarlas. Hubo mucho sol la tarde del 16 de noviembre de 1997 en el estadio Nacional. Noviembre de 1997: Julinho al salto con Carlos Gamarra en el último partido del equipo de Juan Carlos Oblitas en las Eliminatorias en que Perú quedó fuera de Francia '98 por diferencia de goles (Foto: Once) Poco más de un mes luego de haber caído goleado 4-0 en Santiago ante Chile, Perú recibía a Paraguay con la esperanza de que, en el cotejo que disputaban paralelamente mapochinos y bolivianos, la ‘Roja’ sumara menos puntos para lograr la clasificación a Francia 1998. Y cuando se jugaban 16’, alguien en Oriente encendió la luz con un radio de pilas a la oreja: ¡gol boliviano, gol de Bolivia! El grito corrió por todo el Nacional hasta que 30 segundos después, el hincha, arrepentido y con el rabo entre las piernas, confesó su error: falsa alarma, la pelota había pasado cerca al poste.

Con el correr de los minutos, Rodrigo Barrera, Marcelo Salas y Juan Carreño le demostrarían a aquel hincha lo equivocado que estaba al convertir tres goles a Bolivia y poner a Chile rumbo a Francia, ya que la diferencia de goles lo hacía inalcanzable para Perú. Aun así, el estadio, que llegó a llenar con el correr del segundo tiempo sus últimos claros en Occidente, gritó furiosamente el gol de Jorge Soto al golero Rubén Ruiz Díaz -Chilavert no atajó aquel día- sobre los 36’. Al final del partido, cuando desde Nuñoa la televisión por cable traía la voz gangosa de Pedro Carcuro vía TV Chile gritándole al mundo la clasificación mapochina a un Mundial luego de 16 años, en el Nacional el aplauso de pie fue tan resignado como sonoro y contundente: el equipo de Juan Carlos Oblitas salió con la frente en alto, pues, mal que bien, era el que más cerca de devolver al Perú al primer plano del fútbol internacional había estado (como hasta hoy).


2000: El clímax rojo y blanco
Luces de colores en el cielo nocturno de Lima se divisaban el 29 de marzo de 2000. Pocas veces como esa vibró tanto el estadio Nacional durante las últimas décadas. No estaba lleno: la parte baja de la tribuna Sur delataba algunos vacíos que explicaron principalmente los poco más de 35,000 espectadores que reportaría luego la asistencia. Pero vaya si quisiera el fútbol peruano haber tenido siempre gargantas como las de esa noche: alentando sin cesar a los 11 jugadores y recordándole al rival a cada instante que era visitante.

Abril de 2000: Ibáñez le ataja el penal a Chilavert y desata la locura en el Nacional (Foto: Don Balón Perú)

Tras un primer tiempo parejo, las cosas comenzaron a salir bien a los 55’. Una falta clara de Carlos Gamarra a Claudio Pizarro gestó un penal que Nolberto Solano convirtió con tiro esquinado a la derecha de Chilavert (ver el gol en YouTube – Usuario: nealcaro2007 / Fuente: CMD). Gol. ‘Ñol’ corrió, se alzó la camiseta y debajo tenía la marca de una máquina de afeitar. Cinco minutos luego, llegó el momento supremo: Palacios recibió un pase a balón parado desde la izquierda, dribleó al borde del área y desde allí la clavó en un ángulo imposible (ver el gol en YouTube – Usuario: nealcaro2007 / Fuente: CMD). Golazo. El ‘Chorri’ corrió, se alzó la camiseta y debajo tenía una frase sencilla: “Te amo Perú”. Hoy, más de siete años después, se venden polos como ese con la imagen de Machu Picchu. Solo el fútbol puede conseguirlo.

Las emociones de la noche no terminarían allí. Chilavert, pifiadísimo por todo el estadio, tenía la oportunidad de taparles la boca a los hinchas si convertía un penal que amenazaba cambiar el trámite del partido. Remate fuerte al medio, como siempre aseguraba el ‘Paragua’; vuelo al lado con manos al medio, como solía atajar penales Oscar Ibáñez (ver el penal atajado en YouTube – Usuario: danielmartinreynoso / Fuente: CMD). Fiesta completa. Al final, jamás se había visto tanta fe en el grupo de periodistas que aguardaba la conferencia de prensa; “esta vez sí la hacemos, sí la hacemos”, gritaba uno en el Salón de las Américas soñando con comprar sus pasajes para Corea-Japón 2002. Y es que a historia jamás entenderá por qué en ese equipo, ese de los “sueños” de Francisco Maturana, la gente llegó a creer tanto. Luego de que todo se derrumbara, solo quedó aquel recuerdo hermoso de una noche de abril.

 
2003: Cuatro bien puestos
Cuando Carlos Gamarra metió un cabezazo al que no pudo llegar Erick Delgado a los 24’ de juego, ninguna de las más de 42,000 almas que llegaron al Nacional la noche del 6 de setiembre de 2003 suponía lo que ocurriría hora y media después. Paraguay había sido mejor que Perú hasta entonces en el partido inicial de las Eliminatorias a Alemania 2006. Setiembre de 2003: Claudio Pizarro le gana en el salto a Celso Ayala durante la goleada 4-1 de Perú a Paraguay (Foto: Don Balón Perú)Pero la voltereta estaba escrita y antes de culminar el primer tiempo ya se había consumado: Solano de cabeza a los 34’ y Andrés Mendoza a los 42’, en el mismo arco sur donde una rueda luego fallaría el gol más increíble de su carrera ante Ecuador, pusieron adelante al equipo de Paulo Autuori.

Lo que vendría luego sería una sucesión de toque y técnica que terminó por desbaratar el buen sistema defensivo que Aníbal ‘Maño’ Ruiz había planteado en los minutos iniciales. Paraguay se fue diluyendo y sobre el final, Perú volvió a hacerle daño: Jorge Soto, para variar, volvió a despertar insultos en guaraní a los 83’, y Jefferson Farfán, en su primer gol oficial con la blanquirroja, cerró la cuenta en el arco del sufrido Ricardo Tavarelli a los 91’+ (ver compacto del partido en YouTube – Usuario: teamblancoyrojo / Fuente: CMD). Goleada inusual, festejo bullicioso pero a la vez prudente. Otra vez la selección se hacía candidata en el partidor pero el público, acaso porque ya sabía lo que era ilusionarse de antemano, lo tomó con cautela. Nuevamente aquel partido sería lo más recordable de aquellas Eliminatorias a la postre.

Y por todo lo anterior es que el hincha irá al Monumental este sábado, aun cuando el coloso de Ate obligue a la gente a caminar muchas más cuadras y no se sepa si los fantasmas que la sapiencia popular le ha inventado han sido del todo erradicados de sus instalaciones. Por las próximas horas, hay emociones que vivir a la espera de ver nacer -inevitablemente y aunque se quiera controlar al alma- una nueva ilusión que solo son capaces de generar cuatro largos años.

Comentarios ( 1)add
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escrito por Miguel Quino , July 24, 2011
Hola, ¿quién fue el entrenador de Paraguay en el enfrentamiento que tuvo con Perú en Lima, el día del chorrigolazo? ¿Fue Markarian u otro técnico?
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