¿Brindemos por el partido 500?
El partido que afronta este miércoles Perú en Santiago ante Chile podría tener un significado especial: constituir el número 500 en la historia de la selección nacional. Podría, solo, pues de por medio existe una curiosa controversia estadística que compromete el registro, relacionada con considerar o no en el conteo dos partidos jugados en la lejana India en 1986.
Hace exactamente nueve años, en octubre de 1998, a propósito del partido amistoso jugado por Perú en Eindhoven contra la selección de Holanda -acaso el compromiso de mayor nivel enfrentado por la blanquirroja en los años noventa-, la revista Don Balón Perú lanzó al mercado el compendio más completo que alguna vez haya elaborado la prensa deportiva peruana acerca de la trayectoria de la selección nacional. En una completa edición especial, se recopilaban las alineaciones de los 402 partidos internacionales A-1 (es decir, contra otras selecciones absolutas, independientemente de su carácter oficial o amistoso) disputados hasta entonces por Perú desde que hiciera su debut en 1927 ante Uruguay por el campeonato sudamericano de aquel año, disputado en Lima.
Desde
entonces hasta salir al campo en Santiago de Chile la noche de este miércoles,
la selección peruana habrá disputado otros 98 partidos A-1, lo que sumado a los
402 previos da un número mágico para quienes gustan de las estadísticas: 500.
Bien podría la industria del fútbol echar a andar la justa explotación
mediática que una circunstancia de este tipo amerita, máxime si el partido que
permite alcanzar la cifra redonda es un Clásico del Pacífico e incluso parte de
una Eliminatoria. Sin embargo, es justo también -así como necesario- hacer una eventualmente
incómoda precisión antes de soltar el dato, como suele decirse en argot
estadístico futbolero: el partido podría ser el número 502 si se consideraran
como cotejos A-1 dos de los cinco partidos jugados por una representación
peruana que participó en la Copa Nehru
de 1986 (torneo amistoso disputado en la ciudad de Trivandrum, India) los
cuales no son recogidos por el especial de Don Balón Perú.
¿Dónde
surge la controversia? Ocurre que el representativo que acudió a la
Copa Nehru era, teóricamente, una selección
juvenil, como lo reportan claramente los diarios de la época. Sin embargo, en
su delegación incluyó como refuerzos a algunos jugadores mayores, y dos de los
otros participantes en el certamen habían hecho lo propio: China e India. En
cambio, los otros tres competidores (República Democrática Alemana, Corea del
Norte y Unión Soviética) habían enviado representativos netamente juveniles.
Por tanto, los partidos jugados el 28 y el 30 de enero ante 1986 versus China (derrota 3-1) e India
(victoria 1-0), respectivamente, son potencialmente considerables como cotejos
A-1. Ello distorsionaría la contabilidad y haría que el partido 500 de Perú
hubiera sido el amistoso jugado el pasado 12 de setiembre contra Bolivia en el
Monumental (victoria 2-0 para la blanquirroja) y ya no el que viene contra
Chile. Además, y pensando también en el partido de la noche de este miércoles,
tal consideración implicaría que el debut de José del Solar como seleccionado
nacional no hubiera sido contra Chile en abril de 1987, sino un año antes
contra China en la Copa Nehru.
Historia de dos partidos
Vale la
pena echar un vistazo al pasado para discutir con base los argumentos a favor
de una y otra versión. Durante enero de 1986, el tema de moda en el Perú era la
adopción del inti como moneda oficial. En las planas deportivas, las giras de
la selección de vóleibol por Europa con miras al Mundial de Checoslovaquia
ocupaban mucho más espacio que las escasas líneas dedicadas a la designación de
Luis Colorado Cruzado, otrora gran volante de Universitario, como encargado de
dirigir a una selección juvenil que, con miras a foguearse, debía participar en
la Copa Nehru,
evento amistoso al que la FPF
había sido invitada por su similar india.
Las
primeras informaciones periodísticas especulaban que Perú tendría la
oportunidad de rivalizar en ese certamen con equipos clasificados al Mundial de
México 86, como Unión Soviética o Corea del Sur. Ante ello, el entonces
presidente de la FPF,
Oswaldo Cachito Ramírez, anunció que Franco Navarro, el delantero estelar del
momento y de 24 años de edad, reforzaría el ataque peruano.
Sin embargo, Navarro no era el único jugador mayor de 19 años (hasta antes de 1987, los torneos juveniles en Sudamérica eran Sub-19 y no Sub-20 como lo son hoy) integrante de la delegación que, en medio de una amenaza de bomba en el vuelo que debía trasladarla a su destino, se embarcó rumbo a Trivandrum el 14 de enero de 1986. La siguiente es la relación de 18 jugadores que integraban ese plantel, consignada entre paréntesis la edad que en ese entonces tenía cada uno de sus integrantes:
Arqueros: César Chávez Riva (21 años), Carlos
Marrou (15 años).
Defensas: Jorge Talavera (21 ó 22 años), Juan
Reynoso (16 años), Daniel Reyes (20 años), Víctor Arce (17 años), Álvaro Barco
(18 años), Giácomo Saracco (no disponible), Víctor Alcázar (20 ó 21 años).
Volantes: Cédric Vásquez (no disponible),
José del Solar (18 años), Carlos Guillén (17 años), Roberto Martínez (18 años).
Delanteros: Claudio Pedraglio (19 años), Jorge
Navas (no disponible), Franco Navarro (24 años), Felipe Romero (16 ó 17 años) y
William Vera (no disponible).
Nota: la duda en algunas edades obedece
a tener certeza acerca de cuál era la edad de los jugadores correspondientes
dos temporadas después, pero sin contar con sus fechas exactas de nacimiento.
De lo
escaso que puede extraerse de las noticias periodísticas en una época en que
nada estaba a un clic de distancia, se sabe que una vez en Trivandrum, Perú
debutó el 19 de enero ante la RDA
(que reemplazaba en el certamen al originalmente invitado Mali) con derrota 0-1.
Lo que ningún medio destacaba, por cierto, era que los alemanes orientales
participaban con su equipo olímpico. El 23 de enero enfrentó a Corea, y
entonces comenzaban las sorpresas para los medios peruanos: el rival no era el
representativo de Corea del Sur que participaría en México 86, sino que la
información que oficialmente se manejaba en la FPF era que se trataba de su vecina Corea del
Norte. En realidad, ello tampoco era cierto; el rival sí era Corea del Sur, pero con su
selección juvenil. Perú ganó 2-1 con goles de Martínez y Navarro. El 26 de
enero, la selección afrontó su tercer partido, derrota 0-2 ante la URSS; los diarios se chocaban
así con una nueva sorpresa, puesto que solo cuatro días antes, la selección
mayor soviética, con todos los titulares que participarían en la justa
mundialista, había perdido 2-0 en un choque amistoso a España en Las Palmas.
El público aficionado anda medio confundido con el campeonato que viene
jugando Perú en la India,
señalaba ante los sucesos el reporte del diario El Comercio, para luego argüir
que los soviéticos poseían dos representativos en marcha y que era el menos
experimentado (en realidad, otro equipo juvenil) el que afrontaba la
Copa Nehru.
Finalmente, el 28 de enero, mientras el mundo entero lloraba la tragedia del transbordador espacial Challenger, Perú disputó el primero de sus dos polémicos partidos ante los rivales que sí habían enviado selecciones absolutas al certamen. Cayó 3-1 ante China; Alcázar marcó el tanto de descuento. Finalmente, el 30 de enero se despidió del certamen jugando ante el colero, nada menos que el local India. La victoria fue peruana por la mínima diferencia con tanto de Navarro. La delegación volvió a Lima la primera semana de febrero y su arribo apenas mereció unas cuantas líneas más en la prensa.
La lectura después de 21 años
Algunas
precisiones deben sumarse a la historia de la participación peruana en la
Copa Nehru. Por ejemplo, que este certamen
amistoso se jugó anualmente desde 1982 hasta 1989, y bianualmente desde este
último año hasta 1997. Posteriormente dejó de disputarse y fue revivida en
agosto del presente año, con un certamen jugado por cinco equipos asiáticos que
fue campeonado por la selección local al derrotar en la final a Siria. Sin embargo, salvo esta última
ocasión, en todas las otras ediciones -sin excepción- la Copa Nehru entremezcló
entre sus participantes a selecciones absolutas con las selecciones más
variopintas: Sub-21, Sub-18, B, alternas (es decir, formadas de modo
experimental para el certamen), olímpicas, universitarias y hasta un club, el
húngaro Vasas Budapest, que jugó la edición de 1984.
Por otro lado, en 1986 nadie en Lima pensaba que el equipo que estaba viajando a la India era la selección mayor; el rótulo periodístico que se daba a esa selección era el juvenil de Lucho Cruzado (digamos que hoy, en épocas de jotitas, ellos serían los coloraditos). Que la expectativa de los medios hubiera sembrado ilusiones sobre que los rivales en el certamen indio serían equipos de nivel mundialista era harina de otro costal; no sería la primera vez que la selección peruana habría creído que estaba jugando con un equipo reducido frente a rivales aparentemente superiores cuando la realidad hacía que ello fuera, más bien, al revés. Incluso, cabe recordar que la selección peruana -cuyo último partido en 1985 había sido el repechaje para México 86 perdido ante Chile, que cerró el ciclo de Roberto Challe- jugó su siguiente amistoso en abril de 1986 ante Brasil (derrota 0-4 en Sao Luis), bajo la dirección técnica de Manuel Mayorga, y ya no volvió a reunirse sino hasta que Fernando Cuéllar asumió el cargo en junio de 1987 con miras a la Copa América. Por tanto, el Colorado Cruzado ni siquiera era una suerte de interino Franco Navarro de los tiempos recientes, sino el honroso técnico de una selección juvenil.
Ahora bien,
en el extremo de la acuciosidad estadística, habría que decir que los registros
de la Copa Nehru
signados en la RSSSF
(Rec.Sport.Soccer Statistics Foundation), se indica que Perú, China e India participaron
de la Copa Nehru
1986 con sus equipos absolutos. Y es que en estricto, la FPF envió un equipo absoluto,
al insertar al representativo juvenil de Cruzado al menos cinco jugadores
mayores de 19 años, según el plantel anteriormente consignado. Sin embargo, es
interesante observar otros apartados de la misma RSSSF: mientras en el
historial de China sí se considera al partido jugado el 28 de enero de 1986 ante
Perú como un cotejo A-1, en el de India (organizador del certamen) no se hace
lo propio con el partido del 30 de enero, pese a que sí se consignan partidos
de otras ediciones de la Copa Nehru.
Quizá el carácter irregular del certamen -por la composición de sus
participantes y no por su condición amistosa- tenga que ver con esa
desconsideración.
De esta forma, lo que podría decirse es que si los partidos de Perú ante China e India fueron A-1, ello habría ocurrido, al menos del lado peruano, como fruto de la mera casualidad, ya que no se quiso en 1986 enviar a la India a una selección mayor, pese a que la delegación que asistió calificara como tal. En otras palabras, Perú sumó sin querer queriendo dos partidos a su historial. Considerarlos efectivamente como parte de él es una polémica que seguramente subyacerá al tiempo -existen significativas diferencias entre los partidos que la FIFA atribuye a las federaciones nacionales y las que estas reconocen como tales-, e incluso entre los grupos de aficionados a la historia y la estadística de fútbol peruano existentes (a los que quien suscribe pertenece) se mantienen periódicamente las discusiones virtuales acerca del tema sin acordar una convención estable.
Pero como
la vida está llena de buenas intenciones, bien podría decirse que en partidos internacionales
A-1 voluntariamente jugados, Perú juega este miércoles en Santiago su cotejo número
500. Bríndelo con pisco, si la estadística le importa. Si no le interesa y llegó
hasta esta línea, habrá aprendido un poco acerca de cómo la casualidad sabe
construir historia.

Recuerdo cuando eramos de esa edad le comentaba a Roberto Martinez que eramos amigos de la infancia, que mi tio lo iba a recibir y era muy incredulo fastidiandome que yo no conocia a nadie alla.
Pues grata fue la sorpresa cuando mi tio los recibio y roberto le pregunto a mi tio por mi y mis hnos y obviamente la respuesta fue positiva,robert a su regreso trajo fotos con mi tio y pues fue un anecdota muy graciosa y sorpredente para el .
JC