Alianza Lima gana en mesa a UTC: En la era mesozoica
Hace 25 años Alianza Lima ganó por primera vez un partido en mesa en torneos nacionales. Tras igualar con UTC en Cajamarca, el cuadro blanquiazul acusó una mala inscripción de un jugador rival y el fallo definitivo le fue favorable, pero no fue el único caso resuelto en aquellos días -ni el único efecto-.
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David Sánchez | @dacvalin Redactor |
La temporada 1993 estuvo marcada en su segunda rueda por la pelea por el título entre Universitario y Alianza Lima. Mientras el cuadro crema fue de menos a más desde la llegada de Sergio Markarián, los blanquiazules decayeron tras un inicio bastante explosivo y perdieron su chance de campeonar en el último partido, pero la consagración merengue pudo llegar con anticipación. Fue una de las temporadas más recordadas de los años noventa.
Además del recuerdo por la definición del título en las últimas fechas, la temporada 1993 también tuvo un componente que en los últimos años ha perjudicado en buena medida al producto fútbol. Si en estos días hay acusaciones de unos equipos a otros por querer valerse de la figura de la mesa -léase reclamos- para ganar partidos perdidos en cancha, hace 25 años también se dieron casos similares. Uno de ellos tuvo como protagonista precisamente a Alianza Lima, que tras un empate ante UTC reclamó por una mala inscripción de un jugador rival y finalmente ganó puntos fuera del campo por primera vez en torneos nacionales.
Quedaron desencajados
Antes del inicio de la fecha 27 del Descentralizado 1993 (14 de noviembre), Universitario lideraba el torneo con 38 puntos, 2 más que Alianza Lima y Cristal y 3 más que Sport Boys. Mientras Universitario recibía a Mannucci, Alianza Lima tenía una prueba más complicada: visitaba Cajamarca para enfrentar a un UTC muy comprometido con el descenso.
El cuadro entonces dirigido por Miguel Ángel Arrué alineó con Jacinto Espinoza; Carlos Gonzales, Frank Ruiz, José Soto, César Barrueto; Juan Jayo, Mario Rodríguez, Marco Valencia, Paulo Hinostroza; Darío Muchotrigo y Waldir Sáenz. En tanto, el 'Gavilán' lo hizo con Pastor Riascos; Martín Ramírez, Willy Carazas, César La Torre, José Cruz; Óscar Alcántara, Javier Carmen, Julio Estrada; Julio Buendía, Luis Valladolid y Adrián Torres.
El primer tiempo era discreto y parecía terminar en blanco, pero a los 43' llegó el gol que abrió la cuenta: 'Mágico' Gonzales y Soto combinaron, el zaguero mandó un centro desde la derecha y Sáenz batió de palomita a Riascos. Ya en el complemento, el cuadro victoriano dispuso de diversas oportunidades para liquidar el partido, pero fueron desperdiciadas por Waldir, Muchotrigo y Valencia. Dichos yerros le pasaron factura: a los 88', apenas segundos después de una llegada aliancista, Buendía desbordó por izquierda y mandó un pase al medio para Alcántara, quien batió en primera a Espinoza.
El 1-1 final dejó insatisfechos a victorianos y cajamarquinos. Mientras los visitantes se lamentaban por todas las ocasiones generadas -catorce, según Arrué- y apuraron el paso para retornar a Lima, en UTC quedaron ofuscados con el arbitraje: su pintoresco presidente Pelayo Urquiza tildó de "ladrón" al árbitro Juan Mondoñedo, quien le anuló un gol a Adrián Torres -el atacante sí estaba fuera de lugar-, mientras que el DT Raúl Vallejos mencionó que la "deshonestidad" del juez impidió el que habría podido ser un triunfo cajamarquino.
Una puerta se abre
El 3-1 de Universitario sobre Mannucci incrementaba la ventaja merengue sobre Alianza Lima: los cremas sumaban 40 puntos contra 37 de los blanquiazules. Aunque restaban 6 puntos en disputa, no faltaron quienes dijeron que Alianza ya no tenía chances de campeonar; pero el cuadro íntimo, a pesar de un fixture algo difícil -visitaba a Huaral, recibía a Cristal y cerraba de local con Municipal-, tenía un as bajo la manga para seguir en la pugna.
Apenas al dia siguiente del partido en Cajamarca, la dirigencia de Alianza Lima presentó un reclamo a la ADFP por la presunta mala inscripción del cajamarquino Estrada. Según el reclamo, el volante -que había iniciado la temporada 1993 en filas de UTC- había actuado ese mismo año en la Copa Perú por el Deportivo Bancos de Pucallpa; y si bien sí se podía pasar de Primera División al "fútbol macho", estaba prohibido hacer el trance inverso en un mismo año.
Mientras se esperaba el fallo definitivo, se jugó la fecha 28 (17 de noviembre), en la que Universitario venció 0-1 a Defensor Lima -gol de Jorge Amado Nunes- y estuvo a minutos de consagrarse bicampeón, pero un gol agónico de Waldir, que sirvió para que Alianza Lima igualara 3-3 con Huaral, impidió que los cremas dieran la vuelta en el mismísimo Matute. Por su parte, UTC derrotó 2-1 a León en el Héroes de San Ramón y seguía luchando por no bajar.
El 19 de noviembre se dio a conocer el fallo definitivo del caso Estrada. Se comprobó que el volante había jugado por Bancos -el entonces dirigente Manuel Burga mencionó que lo había hecho el día 13 de junio- y UTC fue declarado perdedor por el marcador de 0-2, con lo que Alianza Lima recuperó algo de terreno en su lucha por el título.
Sin embargo, ese no fue el único fallo de aquellos días: en la víspera la CJ-FPF resolvió que Melgar le debía ganar en mesa a Cristal en un encuentro de la fecha 1 en que los cerveceros habían olvidado sus carnés -la apelación de Cristal no prosperó-. Y a UTC, que había perdido ante Huaral en mesa en primera instancia ¡siete meses antes! por supuesta mala inscripción de Javier Carmen y César Moreano -los huaralinos reclamaron que sus contratos fueron registrados por fax-, le fueron devueltos los puntos, con lo que el 'Pelícano' más bien quedaba con la soga al cuello. ¿Ley de la compensación sobre la mesa para congraciar el otro fallo adverso al 'Gavilán'?
Algo hubiera cambiado
Hubo una historia peculiar adicional en torno de la inclusión de Estrada. Según informaciones periodísticas de la época, un molesto Julio Buendía, delantero de UTC, reconoció abiertamente que Pelayo Urquiza -acusado de deberle dinero a sus jugadores- decidió correr el riesgo de alinear a Estrada a sabiendas de que no estaba habilitado para hacerlo a fin de estar en mejores condiciones de ganar el partido en cancha y asegurar un incentivo que le había sido ofrecido por allegados a Universitario. Sin embargo, al no ganar UTC, los jugadores no recibieron ni un sol.
El hecho es que tras las movidas mencionadas, UTC sumó 19 puntos -igualaba a Defensor y Alianza Atlético- y dejaba relegado a Huaral con 17. Eso hizo que, de rebote, el principal perjudicado de todo el entuerto acabara siendo el cuarto en discordia. Entiéndase bien por qué.
La temporada regular terminó con Universitario campeón, Alianza Lima segundo -logró el subtítulo tras vencer en partido extra a Cristal- y con UTC y Huaral descendidos. De no haberse dado los fallos anteriormente enumerados, la tabla hubiera sido otra: sin el punto ganado en mesa, Alianza habría tenido que buscar su pase a la liguilla Prelibertadores en la preliguilla -más bien, Boys habría quedado segundo y clasificado de manera directa-.
En tanto, UTC, que -vale acotar- anteriormente también había perdido puntos en mesa ante San Agustín, de todas maneras habría quedado condenado al descenso, con 18 puntos. Pero el antepenúltimo lugar habría quedado empatado en 21 por Huaral y Defensor, con lo que ambos habrían tenido que jugar un partido extra por la baja. Supuestos del ayer que, un cuarto de siglo después, solo sirven para la anécdota -no siempre tan feliz-.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Recortes: diario Ojo
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Lo curioso además del video fue que el falló salió en menos de 24 horas, cuando a otros clubes les demoraban dÃas o semanas. SerÃa interesante esa efemérides ya que fue la primera y única vez en que un video fue parte de un reclamo.