Universitario - Cristal 1991: La derrota más costosa

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Roberto Gando | @Roberto_Gando Editor |
El domingo 21 de abril de 1991 fue un día en el que los resultados del campeonato eran lo que menos importaban, pues el grado de violencia que se desató durante esa jornada rebasó cualquier límite que se tuviera hasta entonces en el fútbol peruano.
Todo empezó con la programación del partido que debía sostener Universitario ante Sporting Cristal, encuentro de la fecha 5 del I Torneo Regional y que el cuadro de Odriozola pretendía postergar, pues se cruzó en medio de la llave que le tocó contra Colo-Colo de Chile en la Copa Libertadores. Pese a la intención crema, en el Rímac no aceptaron la idea y el choque se terminó jugando en el Lolo Fernández a las 15:30.
Las postales
Esa tarde todo comenzó mal, pues el juego se retrasó hasta en dos ocasiones: primero, por una pelea en el campo entre las barras de ambos equipos; y luego, cuando un proyectil impactó en la cabeza del arquero rimense Carlos Castagneto. Tras el pitazo inicial del árbitro César Cachay y con los ánimos parcialmente calmados, solo pasaron dos minutos antes de ver otra agresión, esta vez del mismo Castagneto, quien de un golpe frenó una incursión en ataque de Andrés ‘Balán’ Gonzales, lo que originó otra gresca.
Conforme pasó el tiempo, el once alterno que alineó Fernando Cuéllar -técnico de los cremas- se asentó mejor en el campo. Así, a los 12’ fue la ‘U’ la que abrió el marcador con gol del ‘Pinocho’ Ernesto Vargas, quien sacó provecho de una supuesta posición adelantada. La respuesta de Cristal en esa etapa fueron dos remates de Franco Navarro y de Horacio Baldessari que chocaron en los postes, un claro aviso de lo que estaba por venir en el Lolo.
El empate celeste tardó en llegar hasta los 62’, momento en el que una acción de Navarro por derecha acabó en la definición de ‘La Pepa’ Baldessari, quien en el centro del área se sacó de encima a Juan Carlos Zubczuk antes de patear el balón. Diez minutos después, una falta de Carlos Cáceda sobre Francesco Manassero acabó en un penal que ejecutó el mismo Baldessari, pero el delantero argentino falló el remate al ser desviado con los pies por Zubczuk.
Ya en 79’ llegó la resolución del partido, esta vez tras un centro desde la izquierda de Percy Olivares que Baldessari empalmó en primera para anotar el 1-2. Y de esa forma se gestó el triunfo de Cristal en Breña, distrito del que se debían retirar en un vehículo alquilado que acabó siendo atacado por un fanático que lanzó una bomba molotov para incendiarlo cuando adentro se encontraba buena parte de la delegación rimense.
Más allá de que no hubo heridos tras aquel salvaje ataque, en esa fecha se dio un paso más hacia el protagonismo que las barras tomaron en las siguientes décadas, uno que no tuvo mayor sanción que la suspensión del estadio de Universitario, pues nunca se encontró al real responsable de atentar no solo contra un equipo, sino contra el fútbol peruano mismo.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diarios Expreso y El Comercio
