Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.comEl 31 de octubre de 1991 Universitario empató sin goles con Alianza Lima, un partido que por primera vez presentó a dos técnicos de Europa enfrentados en el clásico. Además, el árbitro fue el argentino Juan Carlos Loustau, quien acabó entre aplausos tras ser designado para darle fin a una huelga.

 

Roberto Gando | @Roberto_Gando
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El último clásico de la temporada de 1991 acabó 0-0, pero no fue un encuentro cualquiera. Y fue así porque se disputó justo cuando acabó la huelga de árbitros que ese año afectó el desarrollo de la fecha 16 del II Regional, una historia cuyo último capítulo lo escribió el argentino Juan Carlos Loustau, contratado especialmente para la ocasión.

Las postales

El arribo de Loustau a Lima fue parte de una gestión de los dirigentes de Universitario y Alianza Lima, los que consideraron como mejor opción solicitar a la Confederación Sudamericana de Fútbol un árbitro extranjero en medio de la tensión que se vivía. Lo que no sabían los directivos era que la última palabra en la designación la tuvieron los jueces peruanos, pues Loustau -sin mayor información sobre lo que ocurría en el Perú- solo fue convencido de dirigir tras dialogar con sus colegas en la capital.

Los capitanes Pedro Requena y Wilmar Valencia junto a la terna de árbitros comandada por Juan Carlos Loustau (Recorte: diario Expreso)

Acompañado por los líneas Leo Ramírez y Juan Carlos Hernández, la presencia del juez argentino resultó notoria por su facilidad para conducir sin mayor contratiempo el partido. Pero esa noche de jueves en el estadio Nacional también estaba reservada para otros protagonistas: uno fue el arquero crema Carlos Marrou, quien destacó con notables atajadas a toda clase de remates que aseguraron en buena medida que no hubiera goles; los demás estaban en el banco de suplentes.

Ese año llegó a Perú el serbio Iván Brzic, quien comenzó a dirigir a la ‘U’ desde el mes de agosto, mientras que desde octubre su compatriota Simo Vilic se hizo cargo de Alianza. Ambos coincidieron en la capital cuando se desataba una guerra en Yugoslavia, el país al que ambos pertenecían de acuerdo a la distribución geopolítica de entonces en Europa.

Carlos Marrou en una de sus incontables atajadas para salvar el arco de Universitario (Recorte: diario La República)
Si bien ya había registro de técnicos europeos dirigiendo a los compadres -como el inglés Jack Greenwell en tienda merengue o el griego Dan Georgiadis a los íntimos-, nunca antes llegaron a coincidir en un mismo encuentro. Al final, el empate de poco les sirvió en el campeonato, aunque el resultado pareció dejar satisfecha la necesidad de acabar con una crisis que envolvió a actores, que como Loustau, resultaban ajenos a ella.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diarios Expreso y La República


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