El sello de garantía
Con actuaciones más que regulares, y en algunos casos sobresalientes, Harold Quiroz jugó todos los minutos de la campaña que derivó en el título de UTC, convirtiéndose en referente de seguridad en el arco cajamarquino.
Para muchos, el armado de un equipo comienza desde el arco. Y la obtención del título de UTC deja más o menos clara que esa visión existió desde el momento en que se planificó esta campaña. Harold Quiroz, uno de los sobrevivientes de la temporada 2011, optó por seguir un año más con el 'Gavilán Norteño', a pesar que algún acercamiento tuvo con Sport Áncash. Y la decisión fue la correcta, pues, el arquero chimbotano de 31 años fue uno de los pilares de este UTC campeón.
Durante su paso por Primera División, en equipos como Universitario, Bolognesi, Sport Áncash y José Gálvez, casi siempre le correspondió ser suplente, y eso evitó que pudiera mostrar todas sus virtudes, como su buena ubicación y reflejos. Pero con el conjunto crema ocurrió lo contrario y se adueñó del puesto de manera exclusiva. Desde el debut del 'Gavilán' en la Regional, Harold Quiroz fue siempre titular. Durante esa fase, tuvo actuaciones de mérito, sobre todo ante rivales exigentes como Sport Alto Mayo, con quien tuvo que definir en partido extra su pase a semifinales de la Región II.
Una vez que se produjo el arribo cajamarquino a la Etapa Nacional, Quiroz se mantuvo inamovible. Quizás, en su estadística personal podría resultar un punto bajo los tres goles recibidos de Alfred Nobel en Tumbes. Sin embargo, aquella derrota se debió en gran parte a una actuación colectiva poco feliz de UTC. Y si hubiera que destacar momentos importantes a lo largo de los nueve partidos que jugó, uno de ellos sería el penal atajado a Marco Flores de Sporting Pizarro en el minuto 90, que permitió a su equipo robar un punto del Mariscal Cáceres.
Pero la importancia de Quiroz no quedó allí. En los dos encuentros decisivos ante Alfonso Ugarte tuvo actuaciones por encima del promedio. En Cajamarca, pese al poco volumen ofensivo puneño, estuvo seguro en las contadas llegadas de los delanteros rivales, pero la verdadera prueba de fuego estuvo en una cancha difícil como el Enrique Torres Belón de Puno. Allí, donde Ugarte se hacía siempre fuerte, el '1' crema respondió a la altura de las circunstancias, despejando al córner cuanto remate llegaba a su arco; y en algunos casos hasta quemando el tiempo necesario para mantener a salvo la ventaja en el global.
Ahora, ya como campeón de la Copa Perú, a Harold Quiroz se le viene un reto personal pendiente. Demostrar que también puede hacerse un lugar en el fútbol profesional. En la nómina de 2013, debería estar. Pero como siempre ocurre con equipos recién ascendidos, podría ser relegado con la llegada de otro arquero con mayor recorrido en Primera. No obstante, el demostrar que puede seguir siendo valioso para el 'Gavilán Norteño' está en sus manos.
Composición Fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
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