Minuto 46: La última Milla
El Stanford Stadium de San Francisco asistió a una goleada aplastante de Rusia sobre Camerún en 1994. Pero no solo Oleg Salenko dejó su huella ese día: Roger Milla también hizo historia a los 42 años de edad.
El 28 de junio de 1994, Camerún, golpeado por la goleada 0-3 ante Brasil, enfrentaba a Rusia en el tercer partido del Grupo B del Mundial de Estados Unidos. Los ‘Leones Indomables’ saltaron al campo con una ligera chance de clasificar, pero su ilusión se desvaneció apenas a los 15 minutos por intermedio de Oleg Salenko. El ruso estaba inspirado; todavía no sabía que ese día pasaría a la historia de los mundiales junto a un viejo guerrero camerunés. Sí: Roger Milla.
Ingresó cuando el partido estaba 3-0, en el entretiempo. El viejo león había estado enjaulado en la banca de suplentes durante la esta primera ronda. Hambriento de gol, rugiendo, Milla no se demoró nada para hacerse notar: acechóa dos defensores rusos y ubicó el espacio entre ellos para darle caza a la portería. Apenas el minuto 46, el primero del complemento, y el veterano de mil guerras con la camiseta verde se adentraba en el área.
A los 42 años, un mes y ocho días de edad, muchos habían querido jubilarlo e inmortalizar su leyenda, aquella que lo capturó bailando en un banderín de córner, cuando ya era un veterano. Ahora, a diferencia de Italia 1990, no existían un Higuita o un Perea permisivos que le cedieran el balón. Ternavsky y Tetradze lo jalaban de la camiseta, hacían un enredo de pies y Milla salía igual airoso. Cayéndose, colocó el balón a la mano izquierda de Cherchesov y decretó el 1-3 parcial.
Acababa de convertirse en el jugador más veterano en anotar en una Copa del Mundo. No bailó porque sabía que la gloria personal era menor a la colectiva. En cambio lo gritó, se abrazó con sus compañeros y festejó con mucha mayor sobriedad. Apenas había sido un espejismo de su clase intacta. Rusia retomó el control del partido y Salenko anotó 2 veces más, pero ni sus 5 goles fueron capaces de opacar lo hecho por Milla, un hombre tan querido como récord que, solo entonces, ya se había inmortalizado en la historia de los mundiales.
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El otro minuto 46: el gol de Emanuel Sanon (Haití) a Italia en 1974
Foto: AFP; Video: Youtube / Usuario: 32liviu
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