Recorte: revista OvaciónCésar Cueto, el ‘Poeta de la Zurda’, tuvo su momento estelar con la camiseta peruana cuando anotó el empate transitorio ante Escocia en Argentina 1978. No fue un gol con su mágico toque pero sí con el oportunismo y calidad necesarios para lograr la paridad en un momento complicadísimo.

 

“Cubillas, Velásquez, Cubillas…” la jugada previa la armaron dos monstruos del medio campo. Teófilo Cubillas y José Velásquez comenzaron a tocar en media cancha. Hace rato que Perú ya tomó el control del partido. Luego del gol de Joe Jordan los escoceses observaron atónitos como los peruanos en vez de sufrir el golpe, decidieron que era el momento de tomar las riendas de la situación. En esa volante mágica también se encuentra César Cueto que acompaña la jugada a unos metros mientras sus compañeros se van deshaciendo de sus rivales con una facilidad insultante. El reloj se acerca al medio tiempo y Perú no puede traducir su dominio al marcador. Los escoceses siguen ganando y un descuido al fondo podría significar el 0-2 y casi despedirse del partido. El plan de Marcos Calderón no es infalible, necesita de resultado en el corto plazo.

 

 

Mientras Cubillas y Velásquez siguen avanzando al área, Cueto comienza su internada diagonal. Hasta el momento, uno de los jugadores más exquisitos del balompié nacional no ha podido brillar con la camiseta de la selección. Una lesión lo marginó de la Copa América de 1975 cuando apenas había disputado un partido. En las eliminatorias al Mundial, Calderón no se fijó en él. Así como tampoco se fijaron en él los defensas escoceses demasiado pendientes de Cubillas que ya está culminando su carrera hacia el área. El ‘Nene’ observa como Cueto le marca el pase y se la pone a media altura. Con muchísima calidad, el ‘Poeta’ controla con el pecho y queda solo ante Alan Rough. Con extrema frialda, Cueto amaga y espera que el portero se regale para colocársela a un costado.

El empate se gritó con mucha rabia. Los rumores cuentan que unos días atrás, el grupo había tenido un pequeño tumulto cuando se enfrentaron los jugadores de Sporting Cristal y Alianza Lima por una discusión tonta. Tan tonta que en ese momento todos se abrazan alrededor de Cueto. Luego sería el turno de Ramón Quiroga y su penal atajado para dejarle el protagonismo a Teófilo Cubillas con dos goles de antología. Pero el que puso la primera piedra fue el ‘Poeta’ que demostró que no sobraba en esa selección y que la calidad que tanto había demostrado en el torneo local también podía verse a nivel internacional. El resto de su historia con la blanquirroja es conocida, una y otra vez dejó atónitos a defensas y habilitó a compañeros. Quizá toda la confianza comenzó con ese gran control de pecho y su remate cruzado que nivelaron las fuerzas en un partido que ya se había teñido de blanco y rojo.

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El otro minuto 43: el gol de Gerd Müller (Alemania) a Holanda en 1974

Recorte: revista Ovación; Video: Youtube / Usuario: Nummy Nor

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