El encuentro entre Alemania y Argelia cumplió con las expectativas de ver a 'Les Fennecs' con la opción de cobrarse su revancha tras los hechos de 1982, aunque al final el resultado fue inverso al de hace 32 años. Los germanos ganaron 2-1 en tiempo extra y avanzaron a cuartos de final.

 

El que se jugó en el Beira-Rio fue uno de los partidos más esperados de esta etapa en el Mundial. Esperado tanto por lo hecho en la Fase de Grupos como por la ya conocida historia de España 1982, cuando en el debut Argelia venció por 1-2 a Alemania Federal para sorpresa de todos, aunque luego los germanos se desquitaron con el ‘Pacto de Gijón’ que los clasificó junto a Austria a la siguiente ronda. Aquel acto, que para muchos fue desleal, cobró vigencia en Brasil, donde Argelia tenía poco por perder y mucho por ganar ante la superpotencia del fútbol que es Alemania, que se encontró ante un rival motivado para realizar un despliegue digno de los equipos que buscan escribir páginas de gloria, pero que acabó superado por el peso que suelen imponer los alemanes en estas instancias.

Para afrontar el reto, Vahid Halilhodžić, técnico de 'Les Fennecs', optó por poblar el mediocampo para allí pelear el encuentro, cortando rápido el juego de pases alemán para luego partir hacia el arco rival con la menor cantidad posible de metros por delante. La presión en zona surtió efecto de inmediato, pues los usuales generadores de juego alemán, llámese Mesut Özil, Mario Götze o Bastian Schweinsteiger, se tuvieron que comer las ganas de avanzar más allá de la línea central del campo en varias ocasiones, pues se les complicó encontrar receptores. Solo algún ocasional descuido por la banda de Faouzi Ghoulam provocó desequilibrio, aunque los problemas acabaron casi siempre en algún despeje de los centrales (con Rafik Halliche como figura) o en las manos de Raïs M'Bolhi.
Manuel Neuer le corta el camino a Islam Slimani en una de las varias acciones que tuvo Argelia para crear peligro (Foto: AFP)
El plan defensivo de Argelia resultó un acierto en la primera etapa, casi tanto como su ataque, que sacó provecho de lo adelantada que jugó la última línea germana, que de tanto ceder espacios -en especial por el lado de Shkodram Mustafi- acabó volviendo en último hombre a Manuel Neuer, su arquero, que destacó saliendo de su área para cortar más de una acción antes que cobraran peligro. Su error, como con tantos otros equipos en su condición, fue no definir lo que tuvo a la mano, pues entre Islam Slimani y Sofiane Feghouli se decidieron por definir ellos mismos antes que en buscar a algún compañero mejor ubicado.

Para el segundo tiempo, Joachim Löw se decantó por una variante que cambió la forma de atacar de su selección. Andre Schürrle, el delantero del Chelsea, se metió en el campo y el centro del área, liberando de la función de ‘9’ a Thomas Müller, que hasta entonces tuvo poco contacto con el resto del equipo. Así, Müller se recostó por los costados para desbordar y sacar centros por alto y por bajo que si no se convirtieron en gol fue por la buena respuesta del fondo argelino. Pero a mediados de esa etapa también se dio otro cambio que influyó aún más en el juego, ya que con el ingreso de Sami Khedira por el lesionado Mustafi, Alemania acaparó el ancho del campo al pasar Philipp Lahm de la volante a la banda derecha, su posición natural, en la que destacó por su trabajo en ambas áreas.
La resistencia de Argelia cayó con la aparición de Andre Schürrle en el área, haciendo inútil el esfuerzo de Raïs M'Bolhi (Foto: AFP)
El resto físico también tuvo un papel vital en el desarrollo del partido, pues en Argelia comenzó a declinar a medida que se acercó el final del tiempo regular, permitiendo que los alemanes actuaran cada vez más cerca de su arco ante la falta de marca en el mediocampo. El 0-0 hasta ese momento se tomó casi como heroico por la disparidad de las fuerzas, por lo que para el tiempo extra se podía esperar cualquier cosa. Y así pasó, pero mucho antes de lo esperado. Apenas con dos minutos en juego Müller apareció por izquierda para habilitar a Schürrle, que con un poco ortodoxo taco pudo al fin abrir el marcador a favor de la Mannschaft.

Con la ventaja, el nombre de Alemania comenzó a pesar en el campo, ya que solo la figura de M'Bolhi apareció para dar la talla en el momento más difícil de su equipo. Lo último de ambos se dio ya casi con el tiempo vencido, luego que Özil marcó el segundo alemán y Abdelmoumene Djabou anotó un descuento que honró todo lo hecho por Argelia para intentar cobrarse una revancha que tendrá que seguir esperando. Para su rival, en cambio, el verse en cuartos de final sigue como una firme costumbre en los mundiales, aunque la ocasión le permitió sacarse las sombras del presente y las del pasado.

Fotos: AFP

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