San Martín - River Plate: Argentinitis aguda
Por segundo año consecutivo, San Martín le ganó a River en el Monumental y prolongó la buena estela de los clubes peruanos sobre los argentinos en Lima este verano. Dos gauchos, 'Pepe' Díaz y Ludueña, fueron los verdugos del cuadro millonario, que se mostró en una de las versiones más pobres e inocuas que se le recuerden por estas canchas.
Si hace poco más de un año el triunfo de San Martín sobre River en el Monumental fue sorpresa, hoy fue cosa de trámite. Porque si bien al final alguno que otro centro al área de Butrón evocó fantasmas de golpes de cabeza, no hubo nervios mayores para lograr un resultado que cayó por su propio peso. El 'Chino' Rivera, una vez más, planteó la estrategia ganadora leyendo bien al rival: a un equipo golpeado (perdió 5-1 con San Lorenzo el último fin de semana), juégale a ahondar sus problemas, a sumirse en el miedo. Pelotazos a la espalda, muchos remates desde lejos, pressing en la primera mitad del campo. Con recetas más prácticas que mágicas, ganó el bicampeón.
El cuadrado (este sí) mágico
El triunfo santo se labró vía una gran jornada de su cuadrado ofensivo. Ludueña, Díaz, Arzuaga y 'Pedrito' García cumplieron con creces, y las rotaciones de puesto entre el primero y el último de los mencionados acabaron por descalabrar a la zaga millonaria. A la vez, el juego se recostaba por el lado izquierdo de River, donde Archubi tenía que ingeniárselas de mil y una maneras para contener las carreras del 'Pepe' o de Ludueña -ambos terminaban reunidos allí-. Y las premisas eran dos: o se le pegaba a la pelota como viniera para tocar de nervios al novel golero Barbosa, o se lanzaban pelotazos largos a la espalda del más nervioso Matías Sánchez para que Arzuaga le ganara la posición. El colombiano, que tiene de pegada todo lo que le sobra de cintura, también le pegaba en primera y con eso cerraba el cuadrado virtuoso.
Problema tras problema
Asustadito, timidón, miedoso. Cualquier adjetivo relacionado con la temeridad califica para lo que un diezmado River propuso en el Monumental. Un equipo sin caudillo -que Gallardo haya sido el único que pudiera ofrecer algo de jerarquía ya dice mucho-, que nunca tuvo la prestancia que un grande argentino suele ofrecer, gane o pierda, en sus partidos de visita, fue fácil víctima del esquema descrito líneas atrás. Extrañó el peligro de Fabbiani y el empuje de Buonanotte. La ausencia de Néstor Gorosito en el banco por problemas familiares terminó de cerrar el polígono vicioso: los tres atacantes jamás atacaron -Sambueza estuvo especialmente bajo- y el único recurso lo terminaron constituyendo los centros hacia Radamel Falcao García, como que el descuento llegó por esa vía.
Tiempos justos
La solvencia santa para manejar el partido cazó hasta con los minutos en que llegaron los goles. Primero Díaz, en un penal discutible y que el juez colombiano Buitrago ordenó repetir acertadamente por invasión de área de García, puso la ventaja a poco del final del primer tiempo, cuando el peso santo ya había inclinado el partido hacia el arco de Barbosa. Luego, Ludueña, con un hachazo feroz desde el borde del área, colocó el segundo tanto solo 10' luego de haber regresado de camarines, y con la cereza de haber coronado una jugada colectiva para el aplauso. En el timing, los santos ganaron crédito para los 35 minutos que se sucedieron, y que supieron manejar sin necesitar contragolpear todo lo que en realidad pudieron por los espacios que River dejó al fondo cuando se lanzó a tontas y locas en la búsqueda de aminorar la cuenta.
Pregunta: ¿por qué sufrir?
Esa es la pregunta que rondaba por el Monumental en los instantes finales, cuando el partido se moría y River había logrado el descuento en un -para variar, clubes peruanos- balonazo al corazón del área que García conectó de canilla en el área chica. En este caso, San Martín tenía por qué sufrir especialmente, ya que la temprana lesión de Adán Balbín, quien estaba jugando en reemplazo del lesionado Muente, había obligado al 'Chino' a colocar a Josepmir Ballón como zaguero central. Aunque el volante ya ha jugado en ese puesto otras veces, el juego aéreo no es su fuerte, y por allí existía una desventaja. Felizmente para los santos, creció la sombra de Christian Ramos, quien jugó un partido impecable y acabó siendo la figura de la cancha por su solvencia en salir limpio desde atrás. Si con Leao Butrón la selección y San Martín tienen arquero, acá encontraron defensa.
Posibilidades reales
San Martín ganó un partido clave por la lucha de la clasificación en el grupo 3, donde Nacional de Montevideo se ha mostrado como el club más sólido y River -con el equipo completo- quizá acabe siendo el rival más directo. Pero más que eso, mostró que puede manejar resultados, como no le ocurrió en Montevideo, por ejemplo. Incluso Hinostroza, quien con la ida de 'Flemita' Pérez ha quedado más obligado a marcar que a salir jugando -ahora esta última labor es de Carlos Fernández-, acaba siendo más organizador de tiempos que aduana en el traslado del balón. Hasta en eso, este equipo está más maduro que hace un año, aunque sus víctimas sigan siendo los mismos rivales.
Fotos: Andrés Durand / DeChalaca.com, ANDINA
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asusta, pone nervioso que te tiren cincuenta mil centros, pero si uno se pone a pensar, ¿qué hicieron? ¿no deberÃa darles vergüenza a los de river que falcao no le pudiera ganar un par de veces a dos defensas sub-23, uno de ellos jugando fuera de su posición habitual?
igual me parece que Rivera se equivocó en los cambios. quizás Del Solar por una banda y Salas en el lateral izquierdo hubieran funcionado mejor.
nadie de River tiene derecho a quejarse del árbitro después de cómo les regalaron el triunfo ante Nacional de Paraguay. y los que dicen que San MartÃn es equipo de Primera B, pues "dejate de joder" y mejor piensen cómo ganarles a estos equipos, pues si sufren tanto con un Nacional paraguayo o un Universitario de Sucre es que hay problemas
Rosales da pena, ¿qué pasó con el ex delantero del Ãjax?
Los equipos peruanos sufren en la parte fisica por eso nos dominan siempre y nos ganan en los segundos tiempos--
VENGA SANTOS...!!!!
San MartÃn jugó un primer timepo con oficio y perdió el control de la pelota en el segundo tiempo. Se nota que la ausencia de Flemita Pérez no la pueden cubrir con el correlón Fernández. El cambio de GarcÃa por un intrascendente y apocado Quinteros hizo que el equipo retroceda y pierda el control absoluto del medio sector. Mejor alternativa habrÃa sido Del Solar quien pudo lanzar pelotazos más certeros a Ludueña y Arzuaga.
San MartÃn se jugó un partido de Copa pero me parece que se entregó a un rival muy poca cosa. Este debe ser uno de los peores equipos de River que hayamos visto. Sin embargo, Fox Sports y su turronero Niembro tienen que aupar a los grandes del fútbol argentino asà den pena.
Clarin fue más allá diciendo que San MartÃn en el fútbol argentino tiene nivel de equipo de segunda división. Me parece que lloran por la herida porque es el segundo año consecutivo que un equipo con 5 años de existencia le ha ganado en 2 de los 3 partidos que han jugado. Eso dice poco de River. Los periodistas peruanos que todo le copian a los argentinos deberÃan imitar ese nacionalismo futbolero y matar por sus equipos asà no jueuen nada o pierda como hacen Fox. Niembro y Clarin. Que se vayan todos a tomar por culo.