Foto: AFPUnión Española la pasó muy mal en Quito con un Independiente del Valle voraz y decidido a vengar la derrota de la ida. Con un brillante Brian Montenegro, autor de un hat trick, el cuadro rayado consiguió un 6-2 abrumador que lo mantiene como firme candidato a llegar muy lejos en esta Libertadores.
Mariano Manzor | @Mmanzor2900
Redactor

La fría estadística de la ida arrojó un triunfo de Unión Española por 1-0, pero adentrarse en el desarrollo de aquel partido permite concluir que no se trató de un resultado acorde con lo visto en Santa Laura. Si bien es indudable que el fútbol no se mide por merecimientos, lo cierto es que el cuadro hispano prácticamente capitalizó la única jugada peligrosa que había tenido, por lo que Independiente del Valle quedaba en posición -y casi obligación- de poder dar vuelta a la serie en condición de local.

El partido comenzó con un 3-5-2 bastante amplio propuesto por Renato Paiva, cuya propuesta trató de atacar constantemente las bandas a través de Jhon Jairo Sánchez y Béder Caicedo para así poder sorprender, mientras por dentro llegaban tanto Brian Montenegro como Cristian Ortiz en posición de delanteros sueltos. La consecuencia fue que apenas al minuto 5, en culminación de una gran jugada colectiva, el paraguayo Montenegro le bajó un balón exquisito con el pecho a su compañero Pedro Vite para que este cruzara su disparo y anotara el primer gol de la noche en cancha de LDU.

De eso a que el primer tiempo terminara con una abultada ventaja de cuatro goles para el 'Matagigantes' obedeció a un proceso casi natural. El propio Montenegro marcó el segundo y cuarto goles, mientras que Lorenzo Faravelli marcó el tercero de penal, merced a una falta muy infantil de Federico Platero. Los primeros 45' desnudaron las falencias de una Unión que nunca estuvo siquiera cerca de incomodar al conjunto negriazul. Por esto Jorge Pellicer introdujo tres variantes con miras a adelantar las líneas de su equipo. Así llegó el descuento a través de Felipe Méndez, pero duró poco la alegría visitante porque casi de inmediato Faravelli se encontró una pelota en medio del área y marcó nuevamente para el conjunto local.

Montenegro celebra su segundo tanto personal en el arco de Unión Española. El ariete guaraní tuvo fulgurante incidencia en la clasificación rayada. (Foto: AFP) 

A partir de eso, Independiente del Valle transformó su línea de tres del primer tiempo un 5-3-2 orientado a defenderse mejor y poder salir a la contra. Eso permitió que Unión Española siguiera buscando la manera de descontar, hasta que Patricio Rubio logró cabecear un gran centro de Méndez para gritar -silentemente- su primer tanto desde que volvió al club procedente de Alianza Lima. Luego de ese tanto, se empezó a sentir el desgaste físico de ambos equipos durante todo el partido, pese a lo cual Wilmar Roldán -quien sigue consolidándose como uno de los mejores árbitros del continente, bastante racional al cobrar- no dudó en extender la duración del encuentro todo lo que era necesario, así como tampoco vaciló cuando le tocó sacarle dos amarillas en menos de un minuto a Stefano Magnasco.

Lo cierto es que ese prolongado tiempo de adición permitió a Montenegro anotar su tercer tanto individual para redondear su brillante noche y decorar el 6-2 definitivo. Un resultado que pone al cuadro de Sangolquí, otra vez, en la vitrina de un continente cada vez más acostumbrado a sus grandes hazañas y que aguarda con expectativa verlo incluido en una nueva fase de grupos de la Libertadores.

Los Goles

Las Fotos

Fotos: AFP


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La ficha del Independiente del Valle 6 - Unión Española 2

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