Foto: AFPFlamengo demostró todo su poderío ofensivo para sacar adelante la serie ante Defensa y Justicia. El 'Halcón' compitió de igual a igual, pero no pudo evitar el contundente 4-1 rubronegro.
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Josu Gogeascoechea | @josugoge
Redactor

Después de ganar la ida en el Norberto 'Tito' Tomaghello a pesar de las múltiples bajas, Flamengo salió con toda su artillería al Mané Garrincha y no defraudó a su torcida, en el primer partido pospandemia con presencia de público habilitada en la Copa Libertadores -ese fue el motivo de la mudanza a Brasilia-. La goleada final, sin duda, dejó las mejores sensaciones posibles, máxime al tratarse de un rival como el vigente campeón de la Sudamericana.

El inicio del encuentro fue un vaivén del ‘Fla’, que parecía querer sentenciar todo antes de los 20’ iniciales. Cuando Rodrigo Caio conectó de cabeza el primero a los 9’, Defensa y Justicia todavía no se había encontrado en el partido. El 4-2-3-1 elegido por Renato Gaúcho permitía encontrar a Bruno Henrique en velocidad y también generar superioridades en el mediocampo, lo que obligó a Sebastián Beccacece a replantear su sistema. Así, entró Nicolás Tripichio en lugar de Rodrigo Contreras, con lo que el 'Halcón' pobló más el mediocampo y no sufrió tanto los pases en horizontal de Flamengo, que ya no tenía tanta superioridad para avanzar como durante los primeros minutos del encuentro.

A pesar de que el partido se emparejó, el empate de la visita no parecía estar cerca. Algunas sensaciones de fragilidad defensiva con balón por parte del 'Fla' le reportaban algo de ilusión a su rival; y fue precisamente así, ante un mal despeje de Diego Alves, que Raúl Loaiza pudo igualar -de rebote- el encuentro para poner algo de suspenso a la llave.

Tripichio se barre para impedir la carrera de Gabriel Barbosa. El poderío colectivo de Flamengo se hizo notar. (Foto: AFP) 

En el segundo tiempo, la tónica mantuvo la tendencia de paridad vista en los minutos finales de la primera parte. Defensa se sabía capaz de poder hacer daño vía la presión alta y la concentración puesta en que Bruno Henrique no recibiera el esférico con ventaja, para así en alguna jugada puntual anotar ese segundo gol que podía granjear la clasificación. Pero el talento rubronegro ganó la partida cuando Renato Gaúcho dio ingreso a Michael, quien ya había sido determinante en el encuentro de ida, y este empezó a sentenciar la historia con un derechazo que chocó en el palo y aprovechó Giorgian de Arrascaeta para un nuevo desnivel.

Beccacece, haciendo honor a su prestigio de entrenador intervencionista, decidió no quedarse con los brazos cruzados. Así, dio ingreso a dos delanteros como Miguel Merentiel y Lucas Barrios para poner toda la carne en el asador, pero la cosa no le funcionó. A pesar de que el renovado ataque del equipo de Florencio Varela incomodó a la defensa comandada por Rodrigo Caio, las contras locales terminaron por sentenciar a la visita.

Fue Vitinho, quien ingresó a los 81', el encargado de firmar la goleada. Primero con un zurdazo desde fuera del área en el que Ezequiel Unsain pudo haber hecho algo más, y luego -ya en tiempo adicional- para poner la cereza al pastel antes de que el chileno Roberto Tobar, de buena participación y poca influencia en el juego, diera el silbatazo final para confirmar que Flamengo estará en cuartos de final y es serio candidato al título.

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