Minuto 79: Cuando Cafú se Vino
SAN CRISTÓBAL, VENEZUELA, 30 DE JUNIO DE 2007. El día en que nace DeChalaca es también aquel en que el fútbol venezolano celebra la que posiblemente sea, hasta ese momento, su primera gran victoria en una Copa América. El estadio José Encarnación Romero, el 'Pachencho' para todo el mundo, está atiborrado de un público enfervorizado como pocas veces con un juego que, claramente, ya no es un deporte más en el país del béisbol. Sí: la pasión por la 'Vinotinto' no solo existe, sino que desborda las tribunas y las pantallas y toca la cancha. Porque esa noche, la Venezuela de Richard Páez se juega el partido de su vida ante un Perú entonado por haber goleado en el arranque del torneo de manera sorpresiva a Uruguay.
Y Venezuela está ganando ese partido de su vida, gracias al cabezazo de ese Alejandro Cichero que vuelve a amargar a la blanquirroja luego de que en 2004 hubiera lesionado a Claudio Pizarro. Expulsados Pedro García y Ricardo David Páez, el hijo del DT, el partido está en un limbo: todo es posible a falta de 11 minutos para el pitazo final. En eso, desborda por izquierda una pieza de recambio empleada con ese fin: Daniel Arismendi, quien ha ingresado por Fernando de Ornelas. Corre y corre, como narra la TV venezolana, para anticipar la marca de Bazalar y la barrida de Vílchez; cuando va a cerrarlo Alberto Rodríguez, en la boca del área, amaga y se la cruza con derecha al palo opuesto de Leao Butrón. Es el 2-0 que liquida el compromiso.
Venezuela solo ganó ese partido ante Perú en la Copa América, pero le bastó para ser primera de su grupo. Y aun cuando luego fue estrepitosamente eliminada por Uruguay en cuartos, eso fue un presagio de que alguna transformación estructural en su fútbol se había labrado, como que cuatro años luego en Argentina la 'Vinotinto' ratificó su importante evolución con una campaña histórica que la depositó en semifinales. De todo eso fue protagonista Arismendi, un puntero de esos con características de los antiguos que por entonces jugaba en el UA Maracaibo y que años luego, a despecho de haber sido dejado de lado para su selección (en la que totalizó 11 goles en 31 partidos) por César Farías, saltó al exterior, con pasos por Antofagasta y por Juan Aurich, donde se lo recordó más por sus bailecitos para celebrar anotaciones antes que porque estas fueran muchas. En cualquier caso, ya había ensayado su paso de historia.
Video: YouTube / Usuario: izer89
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