Minuto 61: No lo aceptaron hidalgamente

SUCRE, BOLIVIA, 21 DE JUNIO DE 1997. El estadio Patria aloja los cuartos de final de la Copa América. El inmenso favorito, la Argentina de Daniel Passarella y solo con algunos jugadores no habitualmente titulares, rivaliza con un Perú formado por un equipo alterno y hasta dirigido por un entrenador sustituto, Freddy Ternero. Antes del cotejo, la prensa gaucha se ha desvivido en preguntas a su técnico sobre cómo se piensa plantear el partido que, se asume como dado, enfrentará en semifinales a los albicelestes con Brasil, luego de resuelto el trámite. El DT evita adelantarse a los hechos y responde que primero está Perú, pero a la vez ya están hechas las coordinaciones para viajar a Santa Cruz a observar el Brasil - Paraguay del día siguiente. Y ni siquiera cuando Eddy Carazas pone arriba a la blanquirroja en el primer tiempo, se cree que el resultado no sea remontable y pueda acabar variando.
Para los 61 minutos de juego, en cambio, Argentina ya no solo está peleada con el fastidio de estar jugando en un país con altura -aun cuando Sucre apenas se ubique a 2,790 metros sobre el nivel del mar, un poco más que Arequipa-. También consigo misma por haber perdido en el inicio del complemento un penal que Miguel Miranda le ha atajado a Marcelo Gallardo. Y de eso saca provecho alguien que sabe de pegarle a la pelota: Martín Hidalgo. Ya le ha anotado un gol a Uruguay en el arranque de la Copa, y ahora recibe en el tercer cuarto de cancha un pase al pie del 'Chorri' Roberto Palacios. La para, y antes de que le caiga un rival la suelta en cortada para Waldir Sáenz. El delantero aliancista entiende la idea: debe devolvérsela en pared. Hidalgo se acomoda y, sobre la marca de Mauricio Pineda y antes de que lo cierre Nelson Vivas, saca un remate esquinado desde fuera del área que se cuela por el primer palo del 'Lechuga' Carlos Roa. Golazo: Perú gana 2-0 y empieza a eliminar a Argentina.
Lo restante lo hicieron los de Passarella: pese a que Gallardo descontó ejecutando ya bien un penal, luego el propio 'Muñeco' se fue expulsado junto a Gustavo Zapata y Eduardo Berizzo, tanto por juego belicoso como en general por incapacidad notoria de aceptar que un rival nominalmente inferior, hombre por hombre, le había ganado el partido y le había impedido llegar a la ansiada semifinal con el Brasil de Ronaldo y Romario. Y al frente, la celebración peruana era enorme: Carazas se llevó muchas palmas pero también Hidalgo, alguien quien con la selección siempre cumplió a lo largo de los 47 partidos en que la defendió. Y que celebró, en esa Copa América, de manera ruidosa 2 de los 3 goles que marcó con la blanquirroja.
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