Minuto 47: Olímpicamente sincronizado

SANTIAGO, CHILE, 16 DE FEBRERO DE 1941. Sesenta mil personas en el Nacional de Ñuñoa asisten a uno de los partidos más desiguales del XVI Sudamericano. Argentina, liderada por José Manuel Moreno, aplasta al débil seleccionado ecuatoriano, que disputa por primera vez en la historia el torneo y ya ha sufrido dos goleadas en sus primeras presentaciones, ante Chile y Uruguay. Sin embargo, el show no es del 'Charro', quien solo ha marcado un tanto, sino de Juan Marvezzi, delantero que ha vulnerado el pórtico del ecuatoriano Luis Santoliva en cuatro ocasiones, por lo que Argentina lleva una ventaja de cinco goles en el primer tiempo.
Sin embargo, casi al inicio del complemento se produce una jugada atípica. El reloj marca los 47 minutos y hay tiro de esquina para Ecuador. Se para frente al esférico para lanzar el centro el quiteño Augusto Freire, puntero izquierdo del Gimnástico de Quito. Saca el disparo y el balón hace un efecto extraño que lo dirige hacia el arco albiceleste. El portero Sebastián Gualco se confunde y sale mal; roza la pelota y esta se incrusta en su marco: ¡gol olímpico! El segundo de la historia de los campeonatos sudamericanos, que significa el consuelo de la selección que ahora pierde 5-1.
Lo increíble del caso es que el gol olímpico de Freire se anotó en el mismo estadio y en el mismo minuto en que se convirtió el primero. En el Sudamericano de 1926, en la goleada de Chile sobre Bolivia por 7-1 -el día del póker de David Arellano-, Humberto Moreno anotó a los 47' el quinto gol chileno desde el córner, también en el Nacional de Ñuñoa. Por eso, más allá de que luego Marvezzi cerrara su fantástica jornada con un tanto más que selló el 6-1 de Argentina sobre Ecuador e ingresara a la historia de la Copa América como uno de los futbolistas que llegó a anotar cinco veces en un mismo partido, el protagonismo estadístico de aquella jornada se lo pelea el ecuatoriano Freire, un referente de la época antigua del fútbol ecuatoriano y quien se había dado a conocer en los seleccionados de Pichincha. Con la selección tricolor disputó 12 partidos y anotó 3 veces, ninguna tan anecdótica como el tanto olímpico que le marcó a Gualco, quien de hecho no soportó la vergüenza y acabó siendo sustituido en ese mismo partido por el suplente Ignacio Molina.
Foto: revista En Viaje
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