En 1929, la selección peruana cometió el primer autogol de su historia en una goleada recibida ante Uruguay en el Sudamericano en que hizo su estreno en canchas del exterior. El infortunio corrió por cuenta de Eduardo Astengo, quien de paso encarnó así un cachetazo indirecto a ideas absurdas reinantes en la época sobre la imagen que el representativo nacional debía ofrecer en su periplo.
Auspicio Hyosung Perú

 

BUENOS AIRES, ARGENTINA, 11 DE NOVIEMBRE DE 1929. La antigua cancha de River Plate recibe el cuarto partido del Sudamericano. Uruguay y Perú, goleados en la primera jornada por paraguayos y argentinos, respectivamente, van por la revancha. Pero aunque los peruanos -bajo el adiestramiento de un charrúa, Julio Borelli- oponen férrea resistencia y un juego ordenado desde el saque, los charrúas no están dispuestos a hacer mayores concesiones, y facturan antes de la media hora por partida doble, a través de Enrique Fernández.

Aquel era el Sudamericano, vale remarcar, en el que la selección peruana hacía la primera presentación oficial en el exterior de su historia, y al que había asistido prácticamente sin jugadores de raza negra, esto debido al conflicto entre Alianza Lima y la Federación Peruana de Fútbol, derivado de actos de indisciplina de los futbolistas íntimos, que a su vez acusaron racismo de parte de la dirigencia como supuesto motivo de su exclusión. Sucedía que, ciertamente, había corrientes periodísticas que discutían -como consta en un editorial del semanario Sport Gráfico- que una delegación peruana que iba a viajar al exterior empleara jugadores no blancos, pues sería una "señal falsa acerca de la imagen del país", aun cuando eso, reconocían, podría ir en desmedro de las posibilidades deportivas del equipo. Sin embargo, parece que en sí eso no fue tomado en cuenta por la FPF, ya que Miguel Rostaing, de raza negra pero en ese año no en Alianza sino en Atlético Chalaco, sí fue llevado al Sudamericano.
La alta figura de Eduardo Astengo -el segundo de los parados- apareció en el área peruana para favorecer a Uruguay en una desafortunada acción (Foto: afa.org.ar)
Como fuere, a los 43 minutos del cotejo ante Uruguay, los defensores del argumento racial se pegaron un chasco enorme a la distancia. El futbolista que físicamente mejor quizá encarnaba los "valores peruanos" que querían representar en el exterior selló la goleada en contra del representativo nacional. Eduardo Astengo, blanquiñoso, alto y fornido volante de Universitario, marcó involuntariamente en el arco que defendía Jorge Pardón y permitió que los charrúas se fueran al descanso 0-3 arriba.

Por supuesto, Astengo no tenía que ver con las sandeces de la época y ese error no menguó su conocido carácter y garra para jugar con la divisa nacional, que vistió en tres ocasiones. Pero más allá de que luego en ese partido Uruguay anotara un gol más vía Leonardo Andrade y después Augusto 'Tato' Lizarbe descontara para colocar el primer tanto peruano en una cancha internacional, el registro estadístico -y, de paso, la imagen en el exterior- quedó para siempre: el de Astengo fue el primer autogol de la historia de la selección peruana.

Foto: afa.com.ar


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