Minuto 42: En búsqueda de delfines
BUENOS AIRES, ARGENTINA, 26 DE ENERO DE 1946. El 'Monumental' de River Plate asiste a un partido que en principio no despierta demasiados atractivos para el público que va poblando sus tribunas a la espera del cotejo de fondo, que enfrentará a Argentina con Chile. Se enfrentan Paraguay y Bolivia, seleccionados con rivalidades más allá del fútbol y que luego de dos décadas se ven las caras en un Sudamericano. Los altiplánicos, aun cuando ofrecen un juego que según la crítica bonaerense es calificable de "primitivo", se entregan al tope: aprovechan un autogol de Coronel para ponerse en ventaja, y aunque Genés empata para Paraguay, de inmediato vuelven a ponerse arriba con tanto de Zenón González a muy poco del final del primer tiempo.
Los ágiles paraguayos lucen sorprendidos y eso tiene un porqué: ya no son los mismos rostros experimentados de otrora. Este seleccionado guaraní es preeminentemente joven. "Conservan el espíritu guerrero, característico del país hermano, pero no se desplazan de acuerdo con un plan prefijado ni tienen una táctica determinada. Utilizan, más que el cerebro, el corazón", sentenciaría luego nadie menos que el maestro Fioravanti en una crónica para la revista Estadio de Chile. Por eso, al minuto 44 apareció el jugador más experimentado del equipo para aportar lo que la situación requería: Delfín Benítez Cáceres, un goleador de raza muy identificado con Boca Juniors y muy conocido por la afición argentina, pone de pie al estadio de River con un disparo que bate al meta Vicente Arraya y sella el empate.
En el segundo tiempo, un doblete de Villalba cerraría un triunfo 4-2 para Paraguay, que en ese torneo acabó en tercer lugar e inició así un proceso de recambio generacional que tuvo su corolario en la inmensa hazaña de 1953 en Lima, cuando la albirroja ganó por primera vez el título sudamericano. Pero a la vez, rindió tributo en el mismo campo de juego a uno de los delanteros más importantes de su historia como era Benítez Cáceres, el llamado 'Machetero', máximo goleador extranjero de la historia de Boca con 115 tantos, y quien en Argentina también pasó por Racing y Ferro Carril Oeste. En ese momento jugaba en el Sporting de Barranquilla, camiseta con la que se retiró, después de haber jugado 15 veces con su selección nacional y marcado 3 goles. En los Sudamericanos, marcó un hito al reaparecer en aquel de 1946 luego de solamente haber jugado el de 1929, también en Buenos Aires; y además, llegó una vez a vestir la camiseta de la selección argentina, en 1934 ante Uruguay, cotejo en el que marcó un gol. Sin duda, el mejor marco para darse el gusto de marcar por única vez en la Copa América.
Recorte: revista Estadio de Chile
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Otro gol de Copa América al minuto 42: Ney Raúl Avilés (Ecuador) a Bolivia en 1991
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