Liverpool 1 - Flamengo 0
El partido fue...
ENTRETENIDO. Porque ambos equipos nada se guardaron y salieron decididos a buscar el triunfo. Porque después de varios años, se acortó la abismal diferencia que existía entre el campeón europeo y su par sudamericano. Porque Flamengo complicó por varios momentos a una defensa red que, una vez más, tuvo en Virgil van Dijk a su principal estandarte. Porque a Rafinha no le quedó grande la responsabilidad de marcar a un siempre endiablado Sadio Mané. Porque Filipe Luis hizo lo propio con un dubitativo Mohamed Salah. Porque las pocas veces que Roberto Firmino se escapó de la marca de Rodrigo Caio y Pablo Marí -salvo en la jugada del gol-, no pudo definir bien ante Diego Alves. Porque Alisson Becker no fue un espectador de lujo y tuvo que aparecer para salvar la caída de su arco. Y porque quedó demostrado que con una buena planificación, un buen respaldo desde el banco de suplentes y jugadores con ansias de gloria, la brecha del dinero queda de lado en un deporte como el fútbol.
La Ficha
Foto: FIFA