Foto: AFPBajo una lluvia torrencial que cayó sobre el Tomás A. Ducó y condicionó el juego de ambas escuadras, Cruzeiro venció 0-1 a un Huracán que careció de efectividad en los metros finales. El 'Globo' se encontró con un sólido Fábio que, sin tener una atajada de antología, fue crucial para el triunfo raposa.

Alfredo Rebaza | @alfredo15rebaza
Redactor

El Capo: Cementos Fábio

Para que un arquero sea considerado figura, no hace falta que tenga una atajada brillante sacada del ángulo; sino pregúntenle a Fábio. Sólido, seguro sin dar rebote ante balones rasantes y a media altura que se complican debido al césped empapado por las lluvias, Fábio fue determinante para que el cuadro mineiro mantuviera el cero y sellara sus primeros tres puntos en esta Copa Libertadores.

La Pizarra: Pelota arriba versus pelota al piso

Con el 4-trapecio-2 impuesto por Antonio Mohamed, la intención era clara: buscar a los dos puntas. Los Lucas de Huracán (Barrios y Gamba) serían los dos referentes de área que inquietarían a los zagueros Léo y Murillo. La fórmula pasó por los precisos centros de Crstian Chimino por derecha, pero todo el plan fue bien neutralizado por Egdio y los zagueros mencionados, quienes obligaron a Barrios y Gamba a salir del área e intentar asociarse con los del medio, pues no les llegaba balón limpio alguno.

Por su parte, Mano Menezes optó por la habilidad de Rafinha y Robinho por los costados para alimentar a Rodriguinho y Fred, este último un tanto ausente.

La Clave: Hay que meterla

 

Los partidos intensos y cortados en la mitad de la cancha se están volviendo una constante en esta edición de la Copa Libertadores. Sin un abanico de opciones de gol, se vuelve fundamental la eficacia de cara al arco, y perdonar termina saliendo caro. El Huracán - Cruzeiro se suma a la lista de cotejos en los que una jugada determina el curso del partido. Rodriguinho lo entendió bien y no falló dentro del área frente a Antony Silva.

El Cambiazo: Cansadinho

Además del gol, Rodriguinho fue de lo más impredecible en el frente de ataque de la visita y siempre llevó sensación de riesgo en área del ‘Globo’. No obstante, la repercusión del natalense se fue diluyendo con el transcurso de los minutos y el desgaste se hizo notar cada vez que tomaba el balón. En ese sentido, Menezes determinó sustituirlo a los 74’ por el defensor Fabricio Bruno en su afán de conservar el gol a favor. Sin dudas, un cambio que modificó el volumen de ataque raposa y llevó a la visita a replegarse.

La Cancha: Palacio sobre el agua

Buen ambiente se vivió en las tribunas del Tomás A. Ducó a pesar de las persistentes lluvias que obligaron a más de un asistente a colocarse encima un impermeable. Los cánticos de aliento se hicieron sentir durante los 90’. En el campo, el balón ganó velocidad por momentos, y a otros ratos parecía aguantarse en los charcos de agua que se formaban. El juego perdió ritmo y se hacían comunes las duras entradas que obligaron a Diego Haro a mostrar hasta nueve tarjetas amarillas. Sin dudas, el clima fue un factor extra para explicar el resultado.

La del VAR: Pasito tun-tun

 

Sobre los 90’, la hinchada del ‘Globo’ gritó a todo pulmón el tanto de Andrés Chávez tras uno de los pocos buenos pivoteos de Lucas Barrios en el partido. Ingrata fue la sorpresa del delantero cuando se percató de que el segundo árbitro asistente, Jesús Sánchez, tenía el banderín arriba por posición adelantada. Los reclamos se hicieron presentes, pero esta vez el réferi peruano estuvo en lo correcto; Chávez estaba un paso adelantado.

El Extraviado: Perdido en el monte

El número '5' quemero, Israel Damonte, sufrió mucho ante las arremetiddas por el medio de Rodriguinho y las diagonales de Rafinha. Además, quedó mal parado en el tanto de Cruzeiro, pues fue él quien perdió la marca de Rodriguinho antes de que este definiera de derecha ante el achique de Antony Silva. No fue la mejor presentación del mediocentro.

Kazuki Ito: Más lleno que la libreta de Haro

Fue buena la actuación de Diego Haro junto a sus dos asistentes, Jonny Bossio y Jesús Sánchez. Cuando el partido se puso cortado, al discutido juez peruano no le quedó más remedio que amonestar al infractor de turno: fueron nueve amarillas en total, pero todas correctamente mostradas. Las duras entradas de los centrales Léo y Murillo lejos de su área contra Lucas Gamba y Andrés Roa constituyeron el reflejo del partido. Las condiciones del césped hicieron que un partido que en la previa se presagiaba más fluido terminara siendo uno lleno de faltas técnicas.

El Gol

Fotos: AFP


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La ficha del Huracán 0 - Cruzeiro 1

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