Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comDentro de lo poco que se habla acerca de las demás selecciones gracias a todo lo que ha venido ocurriendo en relación a la convocatoria peruana, lo referente a las selecciones asiáticas ha quedado relegado y pasado desapercibido. Pero si alguna podría sacar la cara por la AFC, esta sería la selección de Irán.

Kenny Nagahama | @Kenny_Nagahama
Redactor

El día que Argentina derrotó a Irán por 1-0 en Brasil 2014, con gol de Lionel Messi sobre los 91’+, las miradas de la mayoría se quedaron con la capacidad individual del la ‘Pulga’ para sacar adelante un partido que parecía sellado con el empate a cero. Pero seguramente casi nadie recuerda las dos atajadas de Sergio Romero a los cabezazos de Reza Ghoochannejhad y Ashkan Dejagah -dos de los más experimentados del equipo que clasificó e irá este año a Rusia- ni el buen planteamiento defensivo del técnico Carlos Queiroz. De igual manera, cuando el equipo ‘Melli’ derrotó a Uzbekistán por 2-0 en junio de 2017, y se convirtió en el tercer clasificado después de Brasil y el anfitrión a falta de dos partidos por jugarse, pocos en Occidente sabían cómo iban las cosas en la AFC.

Lejano oriente

Si se guía por los resultados, no sorprende que en la opinión pública la presencia del tema de los equipos asiáticos sea poco mediática, pues en el último mundial ninguno logró superar la fase de grupos ni sumar de a tres. Asimismo, los clasificados a Rusia no tienen en sus filas jugadores considerados estrellas o muy conocidos por su desempeño en ligas europeas, más allá de excepciones como el surcoreano Son Heung-Min en el Totteham Hotspur, o de experimentados como los japoneses Shinji Okazaki (Leicester City) y Keisuke Honda –juega ahora en Pachuca, pero es bien recordado por sus pasos por el CSKA Moscú y AC Milan y su desempeño en Sudáfrica 2010- y el inacabable goleador australiano Tim Cahill –con 38 años, de suplente, pero igualmente peligroso-, por mencionar los primeros nombres que saltan a la memoria.

Los surcoreanos aseguraron su cupo directo recién en la última fecha tras empatar 0-0 con Uzbekistán en Taskent, superando a la sorprendente Siria por diferencia de goles. Además de su estrella del Tottenham, se puede resaltar la presencia de su mediocampista defensivo y capitán Ki Sung-Yeung del Swansea City, quien disputará con este su tercer mundial. Por su parte, la selección japonesa clasificó con una fecha de anticipación tras derrotar como locales a Australia por 2-0, aunque la parte alta de la tabla terminó ajustada luego de su caída ante Arabia Saudita (1-0) y el triunfo de los ‘Socceroos’ sobre Tailandia (2-1). Finalmente, los ‘Hijos del desierto’, con un plantel compuesto casi en su totalidad por jugadores del medio local y el goleador de las Eliminatorias Mohammad Al Sahlawi, culminaron segundos con aquella victoria por la mínima sobre los nipones.

 

A excepción de Arabia, que tiene un grupo relativamente accesible ante el mal momento de la selección anfitriona y el hecho que Egipto no es una potencia, los demás equipos asiáticos la tienen complicada: Japón se encuentra en el que es quizás el más parejo del torneo y Corea se enfrentará al actual campeón y a dos equipos que son teóricamente superiores a este -México y Suecia-, por lo que el panorama no es exactamente favorable. Asimismo, se debe tomar en cuenta que ambos han ganado uno solo de los amistosos que disputaron como preparación de cara al certamen mundialista (Japón derrotó 4-2 a Paraguay, mientras Corea venció 2-0 a Honduras). Los saudíes lograron derrotar a Argelia (2-0) y a Grecia (2-0), y cayeron por 2-1 frente a Alemania e Italia, dejando una buena impresión en dichos encuentros, por lo que no es descabellado pensar que podrían, al menos, arruinarle la fiesta a Rusia en el partido inaugural.

Tiran de eurocéntricos

No obstante, para el caso de Irán, Carlos Queiroz maneja muchos más nombres en ataque respecto al mundial pasado, y varios de estos vienen de hacer muy buenas temporadas en Europa. Entre los nombres que más ilusionan son los del joven Sardar Azmoun, quien ha destacado en el Rubin Kazan en la última temporada y ya lo había hecho anteriormente en la misma liga cuando fue cedido al FC Rostov. En la última 2017-18, ha marcado 5 goles y dado 6 asistencias en 28 encuentros. Aunque quizá parezcan pocos goles para un centro delantero, el aporte de Azmoun para el juego iraní fuera del área es muy importante, y no es tan solo un definidor. Alireza Jahanbakhsh, quien juega de extremo derecho, fue el goleador de la Eredivisie 2017-18 con el AZ Alkmaar con 21 goles en 33 juegos. Ambos son jugadores técnicamente bien dotados y hábiles, y precisamente se juntaron para marcar el primer gol en el partido clasificatorio ante Uzbekistán.

Por otro lado, Kaveh Rezaei -compañero de Cristian Benavente en el RSC Charleroi- viene de marcar 16 goles en Bélgica, y Karim Ansarifard, un delantero de buena talla y más de área, marcó 17 goles con el Olympiacos en Grecia y terminó como el segundo máximo anotador. Finalmente, aunque juega en Catar con el Al Gharafa, es un atacante muy talentoso y que puede jugar también de extremo, como lo ha venido haciendo en la selección. Estos números y rendimientos determinan un panorama más positivo, dado que uno de los problemas visibles en el juego de Irán es la falta de profundidad en sus ataques, reflejada en solo 10 goles anotados en la tercera ronda de las Eliminatorias.

El golfo es suyo

 

Vale destacar que, desde el 12 de noviembre de 2015 (victoria 3-1 sobre Turkmenistán) hasta el último partido de las Eliminatorias ante Siria (2-2) el 5 de septiembre de 2017, Irán no recibió ningún gol en contra, por lo que los únicos que recibió en la tercera ronda del certamen eliminatorio fueron en aquel encuentro ante los sirios. Además de este logro, no perdieron un solo encuentro en toda la campaña. Esta virtud, sumada a un estilo de juego basado en la posesión y toques cortos, lo hace un equipo mucho más duro de enfrentar, pues ya no es aquel que en Brasil 2014 esperaba a la propuesta rival y se adecuaba a ella de manera reactiva, lo cual hacía parecer que solo se tiraba atrás: el equipo actual sabe defenderse con la pelota en sus pies.

Los nombres en la actual nómina de 24 (aún no se sabe quién saldrá finalmente), y lo observado en los últimos partidos de Eliminatorias y amistosos de este año, pueden hacer pensar que Queiroz plantearía un 4-1-4-1, con un juego muy similar –para hacerse una mejor idea- al de la selección peruana: el portero Alireza Beirenvand (Persépolis) es fijo bajo los tres palos; el polifuncional Ramin Rezaeian (KV Oostende) y Milad Mohammadi (Akhmat Grozny), jugador que maneja y utiliza siempre ambos perfiles, son prácticamente fijos ante las ausencia de Vouria Ghafouri; Morteza Pouraliganji (Al-Sadd) estaría acompañado en la zaga de Pejman Montazeri (Esteghlal FC); el ancla fijo sería Saeid Ezatolahi (Amkar Perm), quien estará ausente la primera fecha ante Marruecos por suspensión; Taremi (Al-Gharafa) y Jahanbakhsh (AZ Alkmaar) por los costados, dejando al buen zurdo Ehsan Hajsafi (Olympiacos) y al experimentado Masoud Shojaeid (AEK Atenas) libres; el punta no sería otro más que la promesa Azmoun (Rubin Kazan). Una gran virtud de este once es que prácticamente todos pueden jugar en más de una posición; en sus partidos puede observarse que hasta los centrales tienden a salir jugando siempre que es posible, y los balones largos son normalmente para cambiar de un lado a otro, más no pelotazos frontales.

No obstante, es complicado predecir cuál será realmente el once que utilizará el técnico portugués, pues se ha caracterizado por no repetir oncenas durante su proceso. Entre sus principales variantes (quienes han sido titulares también en varias ocasiones) están Ghoochannejhad (Heerenveen) -casi un cambio fijo para refrescar la delantera- y Ansarifard (Olimpiacos), Dejagah (Nottingham Forest) y Rouzbeh Cheshmi (Esteghlal) en la primera línea, y Saman Ghoddos (Östersunds FK), quien ha jugado e incluso marcado para la selección absoluta sueca -pero finalmente se decidió por Irán al tener también la nacionalidad y no ser considerado por los europeos-, que es un volante ofensivo y versátil muy potente que ha destacado siempre en su club.

 

Varios hinchas cuestionan la decisión de Queiroz de dejar fuera al experimentado defensa central Jalal Hosseini de 36 años, quien fue siempre el compañero de Pouralenji en la zaga y al lateral derecho Ghafouri, así como cuestionan la inclusión de Cheshmi. Al margen de las opiniones del público, pero si relacionado a estos jugadores, las dudas del técnico estarían precisamente entre el suplente de Ezatolahi y el acompañante de Pouralenji en la defensa, y la última derrota ante Turquía por 2-1 dejó cosas por corregir. Ante la cancelación del amistoso frente Grecia, a Irán le queda solo un partido ante Lituania el 8 de junio antes de enfrentar a Marruecos en la Copa del Mundo, por lo que habrá que esperar a ese encuentro para ver a quiénes utilizará Queiroz.

No obstante, queda claro que el cuadro iraní cuenta con hombres de buen momento en sus clubes, un estilo de juego definido y funcional, y con su mismo técnico desde el proceso eliminatorio a Brasil 2014, por lo que no es nada exagerado pensar que será un rival complicado. Definitivamente será mucho más difícil hacer su fútbol ante España, Portugal y el propio Marruecos que ante Uzbekistán y los equipos de su grupo en Asia, pero el buen y silencioso trabajo de los pérsicos no debe ser subestimado y descartado antes de la competición.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AFP


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