Real Madrid cerró 2016 con un nuevo título. Derrotó por 4-2 al Kashima Antlers con triplete de Cristiano Ronaldo y un formidable desempeño de Karim Benzema; así, el cuadro de Zinedine Zidane consiguió su segundo Mundial de Clubes.
La Ficha
    Diego Rodríguez | @diroda86
    Redactor

El reloj determinó que eran las 05:30 en Lima, las 11:30 en Madrid y las 19:30 en el Nissan Stadium de Yokohama. Sin embargo los ojos estuvieron bien abiertos en cualquier uso horario para ser testigos de una nueva victoria de Zidane. Un torneo que, de acuerdo a los pronósticos, fue para ganarlo. Un torneo que le sirvió de lección a Atlético Nacional, carente del rigor de la Champions, competencia que le permitió a los merengues estar ahí.

En la Casa Blanca las fiestas se van a celebrar merecidamente. Un 2016 espectácular con Cristiano Ronaldo como principal protagonista y una llegada al banquillo como la de Zidane, que provocó infinidad de críticas dada su falta de experiencia. No obstante, en el fútbol se vive de resultados y el francés los consiguió por lo pronto. Ganó la Champions ante el Atlético y la Supercopa de Europa; y sigue en carrera buscando la 'Orejona' otra vez. Lo cierto es que el Madrid viajó a Japón para levantar un título -más comercial que otra cosa-, aunque ayudó a certificar un análisis de la temporada. Luego de derrotar al América de México, tuvo en frente al sorprendente Kashima Antlers, que llegó a la final tomando el camino largo del Mundial de Clubes alcanzando hazañas como el TP Mazembe y el Raja Casablanca.

Sobre el partido en particular, las individualidades volvieron a salvar a Zidane. Por su parte, los japoneses, con enormes virtudes, pecaron de inocentes en muchos aspectos. Fueron cumplidores, muy políticos, reclamaron poco y apostaron por el orden y el físico. ¿Qué le faltó al Kashima? Un diferente, al margen de los amagues del brasileño Fabricio. Pero no del estilo de Modric o Kroos, claves en el sistema merengue, abriendo el campo, dando la pausa y con mucha llegada al arco rival. Adelante lo de Cristiano Ronaldo fue motivación pura, enamorado del arco rival. El luso se llevó el Golden Ball al anotar cuatro goles. Al costado Benzema, quien con cada crítica se hizo más fuerte: 237 goles no los hace cualquiera... aunque Morata asecha. Finalmente, mención especial para Lucas Vásquez, quien no hizo extrañar a Gareth Bale.

Cristiano Ronaldo fue determinante en el título madridista. (Foto: AFP) 

Kashima se puso adelante al término del primer tiempo, aunque no fue constante. Shogatam salvó varias y fue una misión imposible controlar los pases a un toque del Madrid. Por otra parte, ¿pudo cambiar el partido sin Sergio Ramos? Es dificil saberlo, Zidane pudo sacar a Lucas, meter a Kovacic, y retrasar a Casemiro, lo que no hubiera modificado el proceder ofensivo. En tanto, todo el marco quedó ciertamente opacado por el accionar del zambiano Janny Sikazwe por amagar la segunda amonestación de Ramos, al darse cuenta que era la segunda.

¿Qué tanto mérito tiene Zidane? El tiempo, por ahora, lo respalda. Se sabe que hasta 2018 no puede fichar, pero el récord es su mejor carta: ya superó a Beenhakker, y sus 38 partidos invictos están cerca de los 39 de Luis Enrique con el Barcelona y los 43 de Conte en la Juventus. Lo cierto es que este Madrid gana pero a veces no convence, aunque en carrera por todo lo que busca en la temporada venidera. Sin ser protagónico como Mourinho, a 'Zizou' lo respetan, ha sido ídolo como jugador pero quizá le falta maña para meter algún cambio revolucionario.

Los goles

Fotos: AFP


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La ficha del Real Madrid 4 - Kashima Antlers 2

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