Henry Gambetta mostró diez tarjetas amarillas y una roja en el duelo entre Melgar y Cristal. Si bien acertó con algunas, no manejó el mismo criterio para una serie de faltas que no merecían amonestación
Manolo Núñez | @Manolonf
Columnista Editorial

El arbitraje de Henry Gambetta no estuvo a la altura del que era uno de los duelos más esperados de lo que resta de campeonato. Con un Melgar ofensivo, era de esperarse que los jugadores de Cristal se vieran obligados a cometer faltas para detener el empuje local. Sin embargo, el colegiado exageró y mostró amarillas a a siete jugadores celestes.

Todo comenzó mal con la primera amarilla, mostrada a los 7' a Fernando Pacheco en lo que fue la primera falta del volante rimense. Si bien acertó en las amonestaciones a Rogelio Chávez, Horacio Calcaterra y Jorge Cazulo, Gambetta se apuró en las tarjetas mostradas a Renzo Revoredo, Alexis Cossío y Pedro Aquino en donde una llamada de atención hubiera sido suficiente.

Lo peor de este manejo de las tarjetas fue que cuando Revoredo cometió una dura entrada sobre Cuesta, Gambetta no lo amonestó -y por ende no lo expulsó- sino que amonestó a Diego Penny que no había tenido ningún tipo de injerencia en la jugada.

Luego expulsó correctamente a Santiago Silva por un agresión a Dhawlin Leudo, pero también amonestó al colombiano que había sido el agredido. Una muestra clara de lo inconsecuente que fue el árbitro con sus decisiones durante los 90'.

Foto: Prensa Sporting Cristal


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