Primer partido de noche en el Perú: A la luz de la noche
El 1 de febrero de 1930 el fútbol peruano vivió un acontecimiento inusual para la época: por primera vez se jugó un partido con público en horario nocturno.
La historia del alumbrado eléctrico en Lima comenzó en 1886 y desde entonces el servicio se expandió hasta alcanzar al fútbol mismo. Cinco décadas después, cuando ya se practicaba este deporte durante la noche en países como Brasil y Argentina, también se tuvo la intención de repetir la experiencia en suelo peruano.
Surgió de la nada y como parte de una iniciativa particular. No hubo mayor anuncio del que los hechos obligaban al reporte de lo que pasaba. Todo empezó a mediados del mes de enero de 1930, cuando se supo que en la cancha de fútbol que albergaba el Círcolo Sportivo Italiano se instalaba todo lo necesario para alumbrar su campo tras la caída del día.
Las postales
Fue por esas semanas que unas simples líneas en los diarios daban cuenta de los trabajos que se realizaban en el Círcolo a cargo de las Empresas Eléctricas Asociadas -que en los años setenta se convirtieron en Electrolima-, que colocaban reflectores y efectuaban pruebas para ajustar su iluminación. Incluso, se alentaba a la realización de un partido internacional como parte de la gira que por entonces cumplía en Perú el Atlético Tucumán de Argentina.
Así, la noche del día 27 se reunieron en el Círcolo tanto dirigentes de la Federación Peruana de Fútbol como periodistas y algunos jugadores, los que convocados por el ente rector hicieron prueba de la capacidad de la luz instalada para poner en práctica sus habilidades. El uruguayo Romeo Parravicini por ejemplo -quien actuaba en el campeonato local por el equipo itálico-, daba cuenta de las bondades del nuevo sistema, pues no causaba la molestia que producían los rayos del sol y se evitaba un mayor desgaste físico.
Dos días después se jugó un partido de práctica entre dos equipos del Círcolo, los cuales actuaron sin mayor contratiempo en la última prueba que se realizó antes de la inauguración oficial. Con todo listo en el estadio Víctor Manuel III, el anuncio se dio para el sábado 1 de febrero, fecha en la que el cuadro local se enfrentó en amistoso al Hidroaviación de Ancón.
Por entonces, para llegar a la cancha ubicada en los linderos de la avenida Brasil solo se contaba con un limitado servicio de transporte, el cual consistía en la línea de buses que iba desde el barrio de Malambo (en el actual distrito del Rímac) hasta el de Jesús María, además del tranvía que iba hacia la Magdalena. Por ese motivo, los espectáculos en el estadio se reducían a unas cuantas fechas durante el año, pero para esa ocasión se acordó brindar un sistema extraordinario para así poder cubrir la demanda por el acontecimiento.
El programa dispuesto comenzó a las 21:00 horas con un preliminar entre los equipos juveniles del Círcolo y el de Sport Boys, que terminó ganando 0-1 el once chalaco. Media hora después se dio pase al choque de fondo que dirigió el juez Artemio Serra y Hurtado y que también le resultó desfavorable al conjunto local. Esa noche el primer gol se anotó tras un penal, que mal ejecutado por José ‘Patuto’ Arana hizo que el balón llegara a los pies de Vicentello, puntero derecho de Hidroaviación que finalmente anotó.
Pese a que luego Parravicini logró el empate, otros tres tantos de los de Ancón sentenciaron el resultado: dos goles del ‘Sereno’ Alfonso Saldarriaga -que actuó como delantero centro- y otro de Juan Bulnes -que jugó como refuerzo- cerraron el marcador en 1-4. Con la satisfacción de haber cumplido con creces esa primera jornada nocturna, el 6 de febrero se pactó un nuevo programa, esta vez de corte internacional: el choque entre un Combinado Chalaco y Atlético Tucumán.
Y tal como antes el éxito se hizo sentir en las tribunas, que celebraron el triunfo chalaco por 3-2 sobre los argentinos. Pero hubo que esperar hasta el día 12 para que en la cancha del Círcolo se viera el primer partido oficial, el cual tuvo otra vez a Hidroaviación como equipo vencedor, esta vez por 2-0 sobre el Sportivo Tarapacá Ferrocarril en choque válido por el campeonato de la temporada de 1929.
Pese a que la empresa de jugar por la noche parecía estar encaminada, las instalaciones del Círcolo Sportivo Italiano cayeron en desuso, lo que se volvió definitivo en 1934 tras el retiro de la actividad futbolística del cuadro itálico. Luego hubo que esperar hasta 1952, año en el que la reinauguración del estadio Nacional supuso también el regreso de las luces y los partidos de fútbol bajo su iluminación.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: diario La Crónica
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