Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comCon la derrota ante Alianza, Cristal prácticamente se despidió del título del Apertura. Desde la extraña salida de Roberto Mosquera, los celestes han deambulado entre momentos de buen fútbol y cuestionables decisiones dirigenciales. ¿El resultado? La irregularidad que los está matando.


Diciembre de 2011. Va terminando la campaña del fútbol peruano y Sporting Cristal suma un nuevo año sin título y sin competencia en la alta mitad de la tabla. El equipo celeste ha finalizado en la décima posición y desde 2006 no levanta una copa. Hay mucha desazón en La Florida pues el equipo ha dejado de ser protagonista por muchos años y distintos técnicos han sido incapaces de camiar la situación. Es en esas circunstancias en las que fue presentado Roberto Mosquera como técnico de Cristal. La dirigencia rimense entiende que debe dar un cambio importante y nombra al entrenador que colocó tercero a Sport Huancayo. Hay una apuesta fuerte por ser protagonistas de nuevo.

Lo que ocurre el año siguiente es una demostración de seriedad desde todas las áreas del club. Comienza la búsqueda de la identidad con la “Raza Celeste” y a Mosquera le construyen un equipo a su medida. El resultado es el esperado. Cristal se convierte en una aplanadora y se lleva el título de 2012 sin ningún cuestionamiento. La apuesta ha valido la pena y se avecina un proyecto serio con Mosquera a la cabeza. Pero en un año la propia directiva se encargaría de dinamitar su propio trabajo.

Obsesión insana

Pasaron dos cosas ese 2013 que llevaron a decisiones que no se debieron tomar. En enero y febrero de 2013, Daniel Ahmed sorprendió a todos con su selección Sub-20 que realizó un campañón y se quedó apenas a dos puntos del Mundial. Lo que más resaltó fue su juego dinámico y agresivo en ataque. Al mismo tiempo, Mosquera no pudo conseguir que Cristal superara la primera fase de la Libertadores y comenzó a ser criticado dentro del club por características suyas que no incomodaban tanto el año anterior.
En 2012, el equipo dirigido por Mosquera había encontrado un ritmo impresionante, lo que llevó a Cristal a ser campeón (Foto: archivo DeChalaca.com)
Seis meses después, en agosto, Mosquera es cesado como entrenador de Cristal y se anuncia el plan para el futuro: Claudio Vivas llegó para asumir la dirección técnica por cuatro meses y en enero de 2014 sería Daniel Ahmed el futuro técnico del equipo celeste.

¿Se podía entender aquella decisión? Mosquera había devuelto al club a la gloria luego de siete años y le pagaban con menos de ocho meses más de crédito. Se comentó mucho que en la Comisión de Fútbol rimense había un personaje con una obsesión por el trabajo de Daniel Ahmed ya que recordaba a Marcelo Bielsa. Al DT argentino lo querían contratar sí o sí y había que deshacerse de quien estuviera en el camino.

Así lo sacaron a Mosquera y así llegó Vivas. Apenas le dieron cuatro meses y estuvo cerca de llegar a la final. Vivas se demoró en coger ritmo, pero cuando sus dirigidos entendieron lo que su técnico les pedía, el equipo comenzó a ganar y a jugar bien. Se quedó fuera de la definición por detalles, pero dejando una buena sensación. En cualquier circunstancia normal hubiera tenido todo el 2014 para afianzar su idea y cobrarse la revancha. Sin embargo, su paso apenas fue para allanar el camino de Ahmed. El salvador, el mesías, el elegido.
Con toda la presión encima, y a sabiendas de la capacidad de Ahmed, a Cristal no le va bien en el torneo (Foto: cortesía Ovación digital)
Ahora, hay que aclarar algo. A este redactor Ahmed le parece un muy buen técnico. Su trabajo en la Sub-20 fue muy bueno y además parecía que iba a por algo parecido el próximo enero en el siguiente Sudamericano. Acá lo criticable es la obsesión celeste por conseguir un técnico que ya tenía trabajo -¡con la FPF por favor!- y despedir al suyo que lo estaba haciendo muy bien. El resultado ha sido el esperado. Con tanta presión encima y con tantos procesos cortados, Cristal no parece un equipo que ha sido reciente campeón sino se asemeja más al club desesperado de diciembre de 2011.

El 2012 pareció ser el año del resurgimiento de Cristal. Se pusieron un objetivo y todos trabajaron para cumplirlo. Sin embargo desde agosto de 2013 se han esforzado por derrumbar todo lo que habían conseguido. La última derrota ante Alianza los pone sétimos del Apertura, a seis puntos de Inti Gas, pero con muchos equipos en el camino. Cristal buscaba un estilo hace dos años y lo encontró. Hoy deambula sin mucho sentido. Con un muy buen técnico en el banco, pero al que se le encargó la extraña tarea de arreglar algo que no estaba roto y que se ha terminado rompiendo.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: archivo DeChalaca.com, cortesía Ovación digital

 

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