Foto: fifa.comUno de los tantos jugadores argentinos que compuso la selección italiana en 1934 fue Enrique Guaita. El ‘Corsario Negro’ anotó el único tanto de la semifinal ante Austria que le permitió a los italianos llegar a la final de su Mundial.

 

Luego de la escandalosa victoria ante España, Italia necesitaba demostrarle al mundo futbolístico que era capaz de ganar partidos sin la ayuda arbitral. Definitivamente lo era. Giuseppe Meazza, Luis Monti y Raimundo Orsi eran las figuras de un equipo que probablemente era muy capaz de ganarle a cualquier selección en ese momento. Sin embargo, Benito Mussolini, dictador italiano, no entraba en terrenos inciertos. Apenas de lo que España era capaz -le había metido tres a Brasil- ordenó un arbitraje vergonzoso que llevó el partido a un segundo encuentro donde los locales vencieron sin mayor problema. Las molestas se las quitaron de encima cuando siete futbolistas ibéricos quedaron lesionados para el partido de vuelta. Se sintió como un robo y así fue.

 


 

“Vencer o morir” ese era el mensaje del ‘Duce’ para los dirigidos por Vittorio Pozzo. Más allá de la motivación propia de demostrarle al mundo que eran jugadores, los futbolistas que representaban a Italia jugaban por algo más en ese partido: su vida. Quizá lo de Mussolini solo era una exageración, pero con dictadores tan maníacos y egocéntricos era mejor no tirar la moneda al aire. Por eso, Enrique Guaita no quiso esperar mucho y a los 19’ anotó el gol que encendió de alegría el San Siro de Milan. Austria no pudo recuperarse del tanto en contra y los italianos llegaron a la segunda final de la historia de los Mundiales.

El resto de la historia es conocida: los azzurri vencerían a Checoslovaquia en un pattido final muy parejo y se quedarían con el primer título de su historia. Guaita, por su parte, no se quedaría mucho tiempo en el país que le otorgó la posibilidad de ser campeón mundial. En 1936, ante la inminente guerra, Guaita abandonó el país de noche dejando al régimen fascista y a los seguidores de la Roma, su club, con la hiel en los labios. Así como llegó, así se fue, de improviso, el goleador argentina que ayudó a Italia a conquistar el título en su casa.

Leer más...

El otro minuto 19: el gol de Marco Materazzi (Italia) a Francia en 2006

Foto: fifa.com

Comentarios ( 0)add
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy