Minuto 19: Testarazo benevolente
Marco Materazzi, sindicado como el villano de la final en Alemania 2006, contribuyó, en buena medida, al 'tetra' de Italia. Un cabezazo suyo a los 19 minutos fue vital para la posterior coronación azzurra. Empero, el duro golpe de testa recibido por parte de Zinedine Zidane será su huella eterna.
Alemania 2006 marcó el regreso de los mundiales a Europa tras 8 años. El desarrollo del certamen fue histórico, con audiencias récord superiores a los 3,200 millones de televidentes. Además, pese al marcado favoritismo de Brasil y Argentina, la historia hacía recordar que desde Suecia 1958 ningún equipo sudamericano se coronaba en una Copa del Mundo en el Viejo Continente.
Brasil, como campeón defensor, era la gran candidata para adjudicarse el bicampeonato. Sin mucho brillo, en cambio, Italia se coronó en la casa de su archirrival. La final disputada en Berlín frente a Francia, además, reeditaba la final de la Eurocopa de 2000, que galardonó a los franceses con gol de oro de David Trezeguet. Esta vez, los dirigidos por Marcelo Lippi tuvieron a un guerrero en el campo: Marco Materazzi fue el goleador y, al mismo tiempo, la víctima de la final. Con dos cabezazos: uno que sirvió para igualar el marcador y otro recibido en un ataque desafortunado de parte de Zinedine Zidane.
El 9 de julio de 2006, Europa y el mundo esperaban a su nuevo campeón. Sin haber logrado un puntaje perfecto en la Fase de Grupos (solo obtuvo 7 puntos), la azzurra sacó toda la casta de campeón en los partidos decisivos. Ese domingo por la noche, en la capital germana, todas las miradas estaban puestas en la Francia de Zidane: el eje del seleccionado galo se retiraba de su selección, y también del fútbol.
Minuto 19
Ante un marco inigualable, ambas selecciones saltaron al gramado del estadio Olímpico de Berlín, colmado por 69 mil espectadores. Bajo el arbitraje de Horacio Elizondo, el partido empezó con mucha polémica tras un penal discutible cobrado a favor de Francia y ejecutado magistralmente por el buen 'Zizou' que, hasta ese momento, cerraba la persiana de su magistral carrera con honores. Sin embargo, a los 19', y estando con el marcador en contra, Italia apostó por el juego aéreo. Andrea Pirlo lanzó un córner, y Marco Materazzi le ganó en el salto a Patrick Vieira y mandó el balón al fondo de las redes, convirtiendo su segundo gol con La Nazionale (el primero se lo hizo a la República Checa en la Fase de Grupos) y el transitorio empate. El tanto fue clave en un partido en el que abundaban los nervios y escaseaban las ideas.
Tras el 1-1, Italia fue superior a Francia en ocasiones de gol, y el juego aéreo volvió a ser su aliado, aunque siguió mostrando ese juego mezquino que le había dado la fórmula para llegar a la final. Francia, con un juego más vistoso, aprovechaba las ocasiones para poner en alerta el arco de Buffon, pero sin fortuna. Luego del empate en los 90', del tiempo extra y del singular cabezazo que Zidane le propinó a Materazzi y que terminó con la abrupta despedida del primero, el Mundial se definió en los penales -con The Matrix como uno de los ejecutores- y en los cuales la suerte estuvo del lado azzurra, que consiguió de manera dramática el tetracampenato.
Pasada la fiebre mundialista, el zaguero que iniciara su carrera en el Perugia fue sindicado como el malo de la película en Berlín y protagonizó un sinnúmero de entredichos acerca de la discusión que tuvo con Zinedine Zidane. En los años posteriores, Materazzi fue perdiendo cabida en el seleccionado y, hasta no hace mucho, en el Inter de Milán, elenco con el que acaba de conseguir cinco scudettos de manera consecutiva. Puede que sea un castigo divino o, simplemente, cosas del fútbol; pero aquella legión que despotricó del espigado defensor luego de ocasionar la inusitada reacción de 'Zizou', por fin podrá esbozar una sonrisa a modo de venganza: Marcelo Lippi borró a Materazzi de la lista de 23 convocados para el Mundial de Sudáfrica. Duro golpe para alguien que, de ninguna manera, imaginó ser cuatro años atrás la gran atracción de la azzurra. A punta de cabezazos.
Foto: el-mundo.net
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