Minuto 41: Premio al trabajador
Soren Lerby fue parte de la primera gran selección de Dinamarca en mundiales, aquella que goleó 6-1 a Uruguay. En ella anotó Lerby, un futbolista ejemplo gracias al compromiso y pasión que demostró en varias ocasiones y quien incluso llegó a jugar dos partidos el mismo día.
El 13 de noviembre de 1985, Soren Lerby hubiera dado una mano porque la ciencia haya llegado a descubrir como clonar sin mayores problemas. En tiempos donde las fechas FIFA no se respetaban de la manera que ahora se exige, Lerby se encontraba partido entre dos ciudades. En Dublin, Dinamarca necesitaba un punto ante Irlanda para clasificarse al Mundial a mientras en Bochum el Bayern Munich jugaba ante el club de la ciudad por los octavos de final de la DBF Pokal. Sus dos técnicos lo querían en el campo de juego. Se resolvió de la manera más compleja: Lerby jugó 60’ por Dinamarca y tras una ducha rápida partió al aeropuerto. Llegó sobre la hora a Bochum y se conformó con jugar la segunda mitad. Los daneses vencieron 1-4 a sus rivales mientras el Bayern consiguió un empate a uno ante el VFL Bochum. La sonrisa en el rostro de Lerby ocultaba su cansancio.
Tanto compromiso tuvo su premio en el mismo Mundial. Dinamarca derrotó a Escocia en la primera fecha y en la segunda le tocaba medirse con Uruguay en Netzahualcóyotl. Preben Elkjaer Larsen abrió la cuenta para los daneses y de ahí en más el partido tuvo solo el color rojo de los dirigidos por Sepp Piontek. Las ocasiones aparecían una y otra vez sobre el arco de Fernando Alvez. Así, casi sobre el final de la primera mitad, Lerby condujo con mucha rapidez un balón sobre la media cancha y encontró a Elkjaer Larsen abierto sobre la derecha. El ‘10’ -que sería la figura del partido al anotar un póker- se sacó a su marcador y tiró el centro al segundo palo donde apareció Lerby que había acompañado la jugada.
El gol era suficiente tranquilidad para los daneses que ni temblaron un poco cuando Enzo Francescoli acortó las distancias al final de la primera mitad. En la segunda parte, la supremacía europea se tradujo en el marcador y el marcador fue un escandaloso 6-1 para los escandinavos. Al final, definitivamente el trote que tuvo que realizar Soren Lerby valió la pena pues fue recompensado al pisar una cancha mundialista con su selección. Además, el Bayern salió campeón de la Pokal esa temporada. El esfuerzo no siempre paga, pero cuando lo hace la satisfacción definitivamente será mayor.
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Foto: twb22.com; Video: Youtube / Usuario: Nummy Nor
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