Matadores en Matute
LOS LOOKS. Uno tenía vincha y se peinaba con gel; otro, llevaba con orgullo las canas y la calvicie; otro, ostentaba una melena infinita. Se juntaron los tres en la jugada que cambió el clásico que, a su vez, cambió el Descentralizado de 1993. Fue al minuto 5’ del domingo 10 de octubre. Jorge Amado Nunes la bajó con el pecho, hizo una ruleta, remató de zurda; Jacinto ‘El Pana’ Espinoza vio cómo la pelota hacía un carambola, cómo las piernas lo condenaban a una especie de garrotera; Ronald Baroni vio en esa jugada el boleto al afecto perpetuo de la hinchada de Universitario. Cabezazo, 0-1 y dedo arriba del ‘Matador’.
EL MORBO. Los flashes caían sobre Juan Reynoso; los insultos de la tribuna Sur lo tuvieron como destinatario; el regreso a Matute, un año después, vestido con el uniforme rival, desató el morbo. Reynoso respondió con una actuación solvente y de perfil bajo. Quien se comió el pleito con la hinchada aliancista fue, como siempre, Roberto Martínez. Recuperado tras una noche previa con 39 grados de fiebre, se puso el equipo al hombro, pero supo también hacer tiempo cuando alguien arrojaba algún objeto y desesperar a Alianza sin necesidad de mohines desafiantes. Muchas veces lo acusaron de pecho frío, pero en los clásicos Martínez sabía ser capitán. Esa tarde de 1993, fue el mejor de la cancha.
LA MALA ONDA. A los 7’, desde Norte, una piedra rozó a Carlos Guido, que corría por el carril izquierdo. De rebote, otra cayó sobre la cabeza de un fotógrafo del diario Onda. Miguel Ángel Arrué, entrenador aliancista, recogió una y se la llevó a Alberto Tejada. Martínez se metió en la discusión. “Ya pues, profe”, le dijo y luego se acercó y murmuró algo que las cámaras de la TV no llegaron a captar.
LOS PAPELAZOS. Una jugada polémica sobre el final del primer tiempo. Andrés ‘Balán’ Gonzales corrió por derecha, casi sobre la raya del saque de meta y pasó la pelota entre la humanidad del ‘Pana’ Espinoza; Baroni llegó hacia atrás, la añadió, pero el juez de línea le dijo no al 0-2. Para muchos, la pelota nunca cruzó la raya. Y el error óptico del linesman obedeció a la impresionante cantidad de serpentinas blancas que cayeron sobre el arco sur y que fueron paisaje natural de aquel clásico.
LA PROMESA. Los primeros clásicos fueron una pesadilla para Waldir Sáenz, que sabía despacharse contra Cristal, Boys, Municipal, pero contra la ‘U’ no pudo hasta mayo del 95. En el 0-0 de la primera rueda había perdido un gol increíble, con el arco desguarnecido. En este de octubre, todos sus esfuerzos chocaron contra la humanidad de Juan Carlos Zubzuck. Hizo todos los esfuerzos: bajó a recuperar pelotas y dejó a ‘Arañita’ Muchotrigo y ‘Peluquita’ Saavedra peleando arriba. Aquel joven y prometedor Alianza del 93 adolecía de recambio: basta señalar que, tras la lesión de Carlos ‘Mágico’ Gonzales, esa tarde Juan Jayo arrancó como lateral derecho.
EL JUEZ. Alberto Tejada tuvo que dirigir clásicos complejísimos, como el K.O. de Nunes a Kopriva (1994), la mano invisible de ‘Hilacha’ Espinoza (1995) o la pataleta de ‘Cuto’ Guadalupe (1995). Pero aquel de 1993 lo resolvió con método castrillista. Echó a Baroni por agredir a Espinoza. Echó a ‘Balán’ y a Frank Ruiz por lapos mutuos. Echó a Jayo por doble amarilla. Las cuatro rojas, ajustadas al reglamento. Para Goles en Acción, por ejemplo, la figura del clásico fue Tejada.
LA REBELDÍA. Al comienzo del segundo tiempo, Sergio Markarián, aún sin chupetín y enfundado en casaca roja y gorrita, decidió refrescar su mediocampo: sacó a Nunes y entró el argentino Gustavo Tempone. Pero, de pronto, sus dos delanteros (‘Balán’ y Baroni) cayeron en la irresponsabilidad y vieron la roja. Con cero hombres en ataque, Markarián replanteó y, tras breves minutos, volvió a sacar a Tempone para que ingresara Tomás Silva. Tempone no entendió el replanteamiento, no interpretó el sacrificio, y, en vivo ante un micrófono radial, lanzó insultos contra el uruguayo. No jugó más en la ‘U’.
EL DECLIVE. El clásico cambió el rumbo del Descentralizado 1993, aquel que parecía servido para que Alianza rompiera una racha de quince años sin títulos. Sin embargo, ya el declive blanquiazul se había insinuado desde el inicio de la segunda rueda: contra Boys, en la jornada 17, se dejó empatar (1-1) en el último minuto; contra Melgar, en la 19, había perdido por un inobjetable 2-0. Esa tarde de octubre, la ‘U’ lo alcanzó en la punta y allanó el camino a su bicampeonato.
LA QUE PUDO SER. En el final del partido, un contragolpe perfecto llevó nada menos que a José Luis Carranza a área aliancista. El ‘Puma’ dribleó magistralmente a José Soto, quedó cara a cara con el ‘Pana’ Espinoza y su zurdazo cruzado se fue apenas afuera. Pudo ser un golazo, pudo ser el único gol del ‘Puma’ en clásicos. De haber ocurrido, sin embargo, usted no estaría leyendo esta crónica: el mundo habría terminado en aquel momento.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Recortes: revista Estadio
escrito por Dale U , October 10, 2013
escrito por Hugo Noriega , October 10, 2013
escrito por orla , October 10, 2013
escrito por Raúl Behr , October 11, 2013
La captura de Abimael Guzmán fue el sábado 12 de septiembre de 1992 y esa tarde hubo otro clásico en Matute, que la 'U' ganó 0-2 con goles de Juan Carlos Letelier y Ãlvaro Barco.
Este clásico, que la 'U' gana 0-1, fue domingo 10 de octubre de 1993, un año y un mes después. No hay nada que rectificar.
escrito por Julio Ricardo , October 11, 2013