La Resaca del Miércoles: Decisiones claves
Más allá de la novela que se armó tras el Alianza - Cristal, quedó claro que el duelo, dentro de los 90', se resolvió a partir de una variante. Por otro lado, la 'U' hizo algo similar en Olmos y ya es líder, mientras que León ya encontró una fórmula para triunfar en casa.
Una cambio que fue bisagra
Hasta antes de los 70', el Alianza - Cristal parecía estar sentenciado al 0-0. Y es que el partido, a las claras, tenía un patrón definido, por lo que resultaba complicado imaginarse el movimiento en el marcador. Por el lado íntimo, primó el incansable despliegue de los jóvenes Donayre y Serrano por las bandas, quienes recurrentemente tuvieron a Aguirre y Bazán como relevos en la proyección por sus extremos. En tanto, lo que se hizo en tienda celeste estaba orientado a la marca, casi extrema, en el medio sector, con ciertos desdobles como los que realizó Calcaterra, pero que no imprimían el vértigo oportuno para asociarse con Ávila. Alianza metió a Reyna para poner en aprietos a la dupla de centrales, pero Mosquera asumió un riesgo grande al sacar del partido a Lobatón. Sin la presencia del '27', el partido se abrió y eso fue fatal para los intereses de Cristal. No obstante, si uno observó el partido con detenimiento, se podrá cuenta de que los celestes en realidad requerían a un '9' desde el arranque del partido, pero también era claro que el funcionamiento que aplicó en el Nacional era el correcto para neutralizar a los blanquiazules.
La interrogante, igual, es saber por qué Rengifo entró tan tarde el partido, más aún si se considera la aparición desde el vamos del debutante Humberto da Silva, un habitual '9' que cumplió otras funciones en la cancha y que fue sustituído muy temprano para dar pase a Sheput. El 'Charapa' estuvo solo 15 minutos en cancha, pero en ese tramo creó más pánico que cualquier otro jugador -incluído el rival- en todo el partido. Podría decirse, pues, que los del Rímac, dada su expresión colectiva, podrían haber tenido mayores dividendos con un hombre neto de área, pero de haberlo hecho desde el minuto 1, posiblemente habría encarado de manera distinta el partido.
Crema táctica y astuta
En Olmos, Universitario realizó uno de sus partidos más inteligentes en lo que va del Descentralizado y eso le valió para adueñarse de la punta en la jornada previa al superclásico. Para variar, el elenco crema volvió a demostrar que cada vez comprende mejor la prédica de Ángel Comizzo (quien estuvo suspendido) y jamás se desesperó en no tener la posesión. En realidad, su obsesión estuvo enfocada en sacarle provecho a sus jugadores más rápidos (y hábiles) y bajo ese concepto encontrar los espacios oportunos para liquidar a un Aurich en cuerda floja.
Esto último resaltó a partir de las variantes que envió el DT crema en el segundo período, y que se convirtieron en armas letales para obtener el triunfo, sobre todo con las presencias de Guastavino y Baylón, dos impensados socios que han resultado claves para que la 'U' obtenga puntos en plazas en las que el común de los aficionados no lo tenían en los cálculos, y con solo una pizca de eficacia. Una antesala perfecta para llegar motivado y con los ánimos al tope para el duelo con el 'compadre'.
No basta con rotar y rotar
¿Alguien, a estas alturas del Descentralizado, tenía a Aurich al filo de la navaja? El 'Ciclón' está a solo cinco puntos de la zona del descenso y, por la composición del plantel que conformó para este año (pelear por el título), queda claro que vive una crisis futbolística. Las preguntas, entonces, medio que saltan a la vista: ¿el equipo comprende al milímetro las disposición que realiza José Maria Bakero?¿le falta acaso algún jugador que asuma el liderazgo?
A razón de lo que se expresa en la cancha, y sobre todo tras el partido ante la 'U', es evidente que el equipo chiclayano carece de alguien que tome la batuta, aunque lo más radical es que habitualmente termina con la posesión del balón. Esta tarde en Olmos, hostigó ver cómo entre Vílchez, Kahn y Sánchez se dedicaron a rotar el esférico, pero sin ninguna claridad a la hora de ubicar a Ovelar (quien hasta retrocedió metros). Cuesta creer que Aurich pelee el descenso al final del torneo, pero de continuar así difícilmente logre alcanzar alguna clasificación a un torneo internacional.
Rugidos efectivos
Ganarle al equipo sensación, al que peina la clasificación con varios partidos pendientes y que es protagonista excluyente del torneo, no puede ser pura casualidad. Y ese es un detalle que debe destacársele a León, que lleva tres partidos invictos y, ahora sí, parece haberse sacudido de la mufa y ya no cae en los eternos lamentos que lo han convertido en el equipo que cedió más empates en casa.
Este equipo huanqueño, versión 'Pepe' Soto, ha sobrepuesto un aspecto que podría ser el diferencial en en su escala ascendente: ahora sabe priorizar el resultado y no se lanza desenfrenadamente al ataque. Esta vez, con superioridad numérica en el tramo final, optó por conservar el marcador y, aunque asumió riesgos (Real Garcilaso lo pudo empatar en la acción final vía Retamoso), impidió que le conviertan y sumó de a tres. Tal parece, este será el identikit de los cremas del centro cuando reciban en casa a un equipo, sobre el papel, superior.
Actitudes inoportunas y criticables
En Real Garcilaso, eso sí, es innegable resaltar la actitud futbolística que presentó en el Heraclio Tapia, sobre todo porque jamás dio por perdido el partido y agotó todos los recursos. No obstante, lo que sí se debe reprochar es la actitud negativa de algunos jugadores, que terminan perjudicando los intereses de su equipo. En esa línea, es descalificable el codazo que le propinó Iván Camarino a Manicero, que le costó la roja en un momento clave del partido, y también es insoportable el constante juego de boquilla entre Luis Guadalupe y Johan Fano, dos experimentados que a estas alturas de su carrera ya son incorregibles.
Asimismo, también es intolerable que el 'Cuto', al final del partido, vaya a buscar al 'Gavilán a su propio camerín para rendirle explicaciones, y que tras ello se genere un alboroto que originó una trifulca -con agresiones- entre varios integrantes de Real Garcilaso y la prensa, la misma que fue observada por el comisario del partido, Martín Morales, quien ya manifestó que va a ser drástico en su informe.
Entró perdiendo
Si el martes, tras el triunfo de Unión Comercio, se mencionó que toda la presión en la parte baja de la tabla la tenía José Gálvez (al caer al penúltimo lugar), quedó claro que, pese a los esfuerzos desplegados en la mañana huancaína, lo del conjunto chimbotano sigue cuesta arriba y le va a costar una barbaridad aliarse con la salvación. Ante Sport Huancayo, el equipo de Nolberto Solano -quien una vez más estuvo en la tribuna cumpliendo su sanción- fue incapaz de plantear un sistema que siquiera le permita arañar un punto, pero no por falta de argumentos estratégicos de su DT, sino porque su equipo saltó al coloso de Ocopilla con las revoluciones muy altas.
De más está decir que la expulsión de Matías Pereyra y los dos goles que encajó en un lapso de 21' eran prácticamente insalvables. Si bien 'Ñol' leyó con corrección cómo encarar la segunda etapa y realizó variantes que puso en aprietos a su rival, era obvio que no iba a soportar hasta el final. Por eso es que Sport Huancayo liquidó en el tramo final y volvió al triunfo luego de ocho fechas. En Chimbote urge, más que ideas, tranquilidad para encarar los próximos partidos. Caso contrario no podrá salir de la zona roja.
Cero de calificación
El partido más frío de la fecha 20 -como el que azotó en la noche porteña- fue, de lejos, el San Martín - Vallejo. Para ambos, el duelo era vital: los albos requerían los tres puntos para acercarse a los puestos de salvación -ya no está tan lejos-, mientras que los poetas, si ganaban, se habrían puesto a un punto del líder. Al final, nada de eso ocurrió y ambos registraron un cero que, de acuerdo con lo que se apreció en el Callao, estaba cantado desde que rodó el balón. Y no es exageración, dado de que, por las propuestas que expusieron en el gramado, difícilmente iban a vulnerar las redes.
En ese sentido, los locales insinuaron escasas ocasiones de riesgo en el arco de Libman, pero aún así dispusieron de acciones que el irresoluto Perea jamás las pudo añadir. En el caso de los trujillanos, en cambio, bien se podría decir que fueron los que más generaron peligro, pero el gran problema es que no tenían conectados a los referentes de ataque. Así, pues, era previsible que el cero no se iba a mover jamás.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Luis Chacón y Mihay Rojas / DeChalaca.com, cortesía Ovación digital, Prensa Juan Aurich, Diario Primicia de Huancayo
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