Huancayo - Aurich: Con poco alcanza
El capo: Donde manda capitán…
…no manda marinero. Impecable trabajo de Rafael Farfán, quien fue la voz de autoridad para ordenar su zaga y rechazar cuanto y como pudiera las pocas acciones de peligro que fabricó el conjunto chiclayano. A su vez, se dio el lujo de irse al ataque cuando el momento así lo ameritaba. Autor del gol sobre los 42’, fue artífice de que Huancayo sumara tres unidades más para escalar y meterse en zona de Sudamericana.
La clave: La ley y el orden
Una regla en el fútbol cuando se tiene un encuentro cerrado es saber aprovechar las pocas oportunidades que se tienen para desequilibrar el marcador y defenderte con lo que puedas. Eso lo entendió el conjunto local que no cuenta con muchas variantes ofensivas. En ese sentido, luego del tanto de Farfán, el Huancayo aglutinó sus líneas para contrarrestar los embates del ‘Ciclón’, que tampoco creó demasiados riesgos hacia la valla de Pinto.
El tapadón: Una tenía que haber
En la segunda fracción el ‘flaco’ Penny se lució para mandar al travesaño un disparo de Ojeda, lo que pudo significar el segundo para el cuadro local. Bien por el arquero que muestra rápidos reflejos en instantes de segundos, lo que le dará la confianza si quiere afianzarse como titular en la selección.
El jugadón: Desmoralizado
A los 28’ el joven Daniel Morales desperdició una increíble chance de gol para romper el cero, pero tal vez la inexperiencia y ansiedad le jugaron en contra. Luego, sobre los 33’, se llenó de pelota en lo que debía ser una acción simple para habilitar a Ibarra, lo que le costó la pifia del espectador. A pesar de ello, estuvo en el campo por 80’, siendo reemplazado por ‘Manzanita’ Hernández.
La calamidad: Presencia fantasma
Partido de bajo nivel para el volante Michael Guevara, quien nunca apareció para ponerse a su equipo al hombro. Ni siquiera algún destello salió de sus pies para algún pase largo, pues anduvo impreciso en el pase y fue bien neutralizado por el medio sector del ‘Rojo Matador’.
El cambiazo: Banda ancha
Con Wilmar Valencia y Franco Navarro lejos de los banquillos, la mejor comprensión sobre el desarrollo del juego la tuvo el profesor Jorge Cordero, quien leyó bien el contexto en que su equipo era superado por el costado izquierdo en la primera parte, pese al 1-0 a favor. Por ello, para la segunda mitad sacó al Sub-20 Martín Artéaga para el ingreso de Luis Román Ojeda, un hombre de más experiencia para controlar los despliegues de Chiroque que tuvo que tirarse al medio para llegar con peligro.
El duelo: Mucha quimba, poca efectividad
En el cuadro visitante, Willian Chiroque fue el más incisivo dentro del terreno, apelando a su constante gambeta para crear zozobra en los defensas; sin embargo, hoy pecó de individual al pretender entrar con pelota dominada ante recios centrales como Figueroa y Farfán, que se encargaron de anular al ‘Periquito’, quien no tuvo más armas para zafar cuerpo de sus marcadores.
Kazuki Ito: Mano blanda
La terna arbitral conducida por Diego Haro pecó de benevolente con la cantidad de reclamos de los jugadores. Si bien solo repartió tres amarillas para no complicarse, debió tener más temple para acallar los reclamos airados, pues los jugadores hacían sentir su queja ante cualquier jugada. De hecho, como autoridad es merced suya imponer respeto, la cual perdió al concluir el match debido al abucheo generalizado en el estadio huancaíno.
Fotos: Jhefryn Sedano
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