San Martín - Melgar: Se robó el show
El capo: Tu angelito soy yo
El volante Ángel Ojeda cumplió una buena tarea en la zona de contención y terminó por convertirse en el valor más alto del partido. Teniendo en frente a jugadores como Quinteros, Ballón, Montaño, Cueva y Gutiérrez, había que realizar una buena tarea para opacarlos, más aun tras el planteamiento tan defensivo dispuesto por Julio Zamora.
La clave: Poca precisión
Desde los primeros instantes del partido, San Martín tomó el control del mismo, rotando el balón de un lado a otro y en posesión de casi todos sus jugadores, pero sin lograr tener la profundidad necesaria. Esto facilitó la tarea defensiva de Melgar, que por momentos transformaba su 3-4-1-2 en un 5-4-1. Quizás el más incisivo de todos fue Juan Diego Gutiérrez, pero por ahora ha desarrollado más la potencia física que la técnica y es bastante previsible.
La calamidad: Montaña de dudas
Esta tarde debe haber sido el peor partido de Montaño en el fútbol peruano después de mucho tiempo. Muy subido de peso, falto de fútbol, desganado, desconcentrado, errático, lento. Un sinnúmero de críticas que parecen decir que al colombiano le ha afectado su llegada a San Martín y no se siente cómodo en el equipo santo.
El cambiazo: Dio en el clave
Luego de la expulsión de Manuel Contreras, el argentino Zamora supo recomponer su equipo y sacrificó a un punta como Di Cosmo para no desarmar la defensa que tan bueno resultado le estaba trayendo, con lo cual hizo ingresar a César Doy. Es cierto que luego vinieron dos expulsiones más, pero este primer cambio le terminó valiendo mucho a Melgar, que terminó jugando con un atípico 5-2-0.
El tapadón: Bienvenido
Tras la expulsión de José Carvallo, el joven Juan Pablo Begazo debió ingresar a un partido caliente. En la primera jugada que le tocó responder, Juan Diego Gutiérrez sacó un zurdazo cruzado de media vuelta dentro del área; todo hacía indicar que era el gol del triunfo santo, pero Begazo sacó una mano y la desvió, llenándose de confianza y salvando el empate heroico de su equipo.
La frase: En caliente
Juan Morales, representante rojinegro en la ADFP, hablaba por celular al final del partido e indicaba que "Víctor Hugo Carrilo debe haber tenido un beneficio extra para haber arbitrado de la manera tan mala en la que lo hizo". Además, dijo que era increíble que Franco Navarro haya podido entrar al estadio, ponerse al lado de la banca de suplentes y que nadie de la ADFP le haya dicho nada.
El estadio: Verdadera congeladora
Esta tarde, el ambiente del Monumental fue muy frío con un partido a puertas cerradas. Parecía un cotejo de entrenamiento a tal punto que en la zona de prensa se oían las arengas de los jugadores previas a saltar al terreno de juego. Y es que jugar a puertas cerradas no les hace bien a nuestro fútbol. Los únicos espectadores fueron Franco Navarro y Martín Bressan, quienes al haber sido expulsados en el partido pasado solo podían ingresar como hinchas al estadio, lo cual para este partido no estaba permitido.
Kazuki ito: Demasiado incidente
Hubo un punto de quiebre en el partido a partir de los 60’. Hilden Salas desbordó a Gianfranco Espinoza y cuando estaba ingresando al área fue trabado. A simple vista pareció penal, pero Víctor Hugo Carrillo cobró tiro libre casi en la línea. Mientras los jugadores se acomodaban en el área para recibir el centro del propio tiro libre, Jonny Bossio avisó a Carrillo que debía expulsar a Contreras, con lo que en esta jugada Melgar no solo perdió un penal, sino también a un hombre. Luego vino la expulsión de Carvallo por hacer tiempo cuando ni siquiera había sido advertido, y por último los cabezazos entre Meza Cuadra y Cueva. Fue polémico y muy protagonista lo de Carrillo, quien últimamente se viene complicando en varios partidos y de manera bastante infantil.
Fotos: Luis Chacón / DeChalaca.com
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